Mensajes De Dios Al
Mundo A Través de su Profeta de Jaen., España.
14 DE NOVIEMBRE DE 2014
Hijos
Míos, cuántos medios para santificaros y haceros más llevadero el camino hacia
la eternidad os he dado, y que pocos os servís de ellos, que hasta Mis
sacerdotes los ignoran. Yo, Jesús, os hablo.
Ahí
tenéis la devoción a Mi Corazón divino con todas sus promesas y todas sus
gracias; el Santo Rosario que tanto honra y agrada a Mi Madre, también cargado
de promesas y gracias; la devoción a Mi Preciosísima Sangre; las letanías de Mi
Sagrado Corazón; la devoción a Mis Santas Llagas; los siete domingos a San
José; los dolores de Mi Santísima Madre; el santo Escapulario del Carmen; las
oraciones de Santa Brígida; la coronilla de la Divina Misericordia, y tantos y
tantos medios que existen en Mi iglesia, indulgenciados la mayoría de ellos y
cargados de gracias y bienes espirituales, para vosotros y Mis difuntos. Yo,
Jesús, os hablo.
El Cielo no para de daros
medios para mejor santificaros pero no los consideráis, porque vivís al día,
sólo pendientes de las cosas cotidianas y nada más.
No desperdiciéis estás devociones
inspiradas todas por el Cielo, porque entonces es como si un enfermo
desperdiciare las medicinas para mejorar su salud.
No os digo que practiquéis todas las devociones,
sino que escojáis aquella o aquellas que mejor se adapten a vuestro ritmo de vida,
a vuestra psicología, sensibilidad y forma de ser. Yo, Jesús, os hablo.
Pido a
los sacerdotes que no quiten el rezo del Santo Rosario en sus parroquias,
aunque sólo vayan dos o tres personas, porque
con respecto a ellos es la perseverancia en las cosas espirituales lo que les
santifica y da gloria Dios, y no la cantidad de gente que asista.
Yo anduve por los caminos de
Palestina y venía mucha gente tras de Mí, pero a mucha más gente no le
importaba lo que decían de Mí ni por curiosidad, y no por eso, dejé de hacer lo
que daba gloria a Mi Padre.
Vosotros sacerdotes, no eliminéis de vuestra agenda estas
grandes devociones que tantos santos han dado a Mi Iglesia.
Ponedlas en práctica y animad a los fieles a
que las hagan, siempre confesando y comulgando.
Hijos Míos, Yo os dejé un arsenal de armas espirituales
muy completo y llevadero, no desperdiciéis lo que os ayudará más velozmente en
vuestra peregrinación al Cielo, y son devociones que odia Mi enemigo mortal
porque con ellas ha sido vencido multitud de veces. Yo, Jesús, os hablo y os
instruyó. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en
práctica.
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