Marzo Mes De san José, Espanto Del infierno y Encanto Del Cielo
Varón castísimo, clarísimo ejemplo de las más heroicas virtudes,
poderoso es el amor de vuestro finísimo Corazón ante nuestro Dios, para que por
vuestra intercesión aplaque la ira de su justicia, que por nuestras culpas
merecemos, y nos conceda los auxilios de su gracia, que por vuestra mediación
esperamos.
Fin que se ha de proponer celebrando este mes.
¡EL
MES DE SAN JOSE VA A COMENZAR!
Con cuánta
alegría los verdaderos devotos de este gran Santo ven la llegada de este
hermoso mes para satisfacer en él su devoción con los homenajes y oraciones que
le dirigirán, y con esto recibir abundantemente las gracias y favores que este
glorioso Santo no dejará de obtenerles; porque su poder es grande para con
Dios. Si un Santo ha dicho de su esposa María que es una omnipotencia
suplicante (1), también un devoto autor se ha atrevido a avanzar que José en el
cielo no pide, sino que manda (2).
Este mes,
así como el de María, es un mes de bendiciones, un mes de abundante cosecha
para el que sabe recogerla.
Uno de
aquellos meses cuya memoria nos será bien dulce en el momento de nuestra
muerte; un mes que distinguiremos entre los demás, y cuyos días estarán
contados entre los días llenos que estarán escritos en el libro de la vida.
¿Pero qué
fin debemos proponernos en la celebración de este mes?
Nuestra
intención debe dirigirse principalmente a tres cosas.
1.° A honrar
a San José.
2. ° A
imitar sus virtudes, y especialmente aquella de que tenemos mayor necesidad.
3. ° Según
la tradición San José murió en este mes, y Jesús lo constituyó patrón de los
moribundos, haremos, desde el día de su fiesta, una preparación para la muerte,
a fin de que, arreglando los asuntos de nuestra salvación, podamos ponernos en
estado de parecer delante de Dios.
(1)
Omnipotentia supplex.
(2) Non
impetrat, sed imperat. (Gerson)
1.° HONRAR
A SAN JOSÉ. Tanto más merece ser honrado un santo, cuanto más fielmente ha
imitado la vida de Jesús, mayores gracias ha recibido, y sus virtudes han sido
más sublimes Y heroicas.
Ahora bien;
¿se podrá encontrar, después de María, un santo que haya sido una copia más
perfecta del Salvador?
En el
espacio de dieciocho años que vivió con Jesús, oyó y conservó con el mayor
cuidado las instrucciones que salían de su boca adorable, para copiarlas en su
conducta, y, al mismo tiempo que usaba de su autoridad paterna, imitaba con la
mayor fidelidad sus divinas virtudes.
¿Qué de
gracias de toda especie no derramaría Dios en su alma por razón de haberle,
escogido para el sublime estado de padre nutricio de Jesús, de esposo de la más
pura de las vírgenes, por razón de su humildad y fidelidad en corresponder a
tan insignes favores? No, jamás nos será dado a nosotros, débiles mortales,
poder contemplar toda la multitud de gracias de que fue lleno el corazón de San
José.
Sus
virtudes, en fin, fueron sublimes y heroicas. Por sola su humildad, que le hizo
ocultar bajo el velo de la oscuridad y del silencio todos sus privilegios y
favores señalados, podemos rastrear alguna cosa de la grandeza de todas las
demás virtudes. En efecto, la humildad es el fundamento y base de la
perfección; ¿qué diremos, pues, de este edificio de virtudes, cuando sus
fundamentos son tan sólidos, profundos y perfectos?
Honor, pues,
gloria os sea dada, oh glorioso San José cuanto más hacéis por ocultaros tanto
más nos descubrís y hacéis ver la gloria de que estáis revestido; cuanto más os
bajáis, ¡tanto más Dios os ensalza! Gloria sea al Padre, al Hijo y al Espíritu
Santo, ¡que han obrado en vos tantas maravillas dignas de nuestra admiración y
respeto!
2.° DEBEMOS
IMITARLE. En el mundo un hijo se deshonra a sí y a su familia si se
separa del camino que le han señalado sus antepasados, y si, con acciones
indignas, oscurece la gloria de sus padres. Por esto los descendientes de una
familia honrada procuran con todo esmero sostener su honor, siguiendo las
huellas que les han señalado sus abuelos.
Si nos
preciamos de ser hijos de José, hagamos ver con nuestra buena vida que somos
hijos de tal padre. Sostengamos la gloria que tenemos de ser suyos. Estudiemos
durante este mes sus virtudes, imitándolas en nuestra conducta; seamos como él,
humildes, mansos, pacientes, obedientes, puros, llenos de amor de Dios, amantes
del silencio y recogimiento; pero sobre todo examinemos la virtud que nos hace
más falta, y pongamos todo nuestro esfuerzo en conseguirla con el socorro de su
intercesión.
¡Oh bendito
San José! esta cualidad, que mi corazón añade naturalmente a vuestro nombre, me
hace esperar que me ayudareis en este mes, ¡para que oh gran Santo! me esfuerce
en imitaros un poco con vuestro auxilio y el de la divina gracia que no me
faltará.
3.° EN
FIN, NOS PREPARAMOS PARA LA MUERTE. Este mes habrá producido en
nosotros abundantes frutos de gracia, si, al concluirlo, podemos decir a Dios
con la misma tranquilidad de alma que el viejo Simeón: ahora puedes dejar morir
a tu siervo en paz (1)
El bendito
San José nos preparará para que lo hagamos, y no solamente arreglaremos
nuestros asuntos de modo que podamos presentarnos con seguridad delante de
Dios, sino que también nos alcanzará la gracia de morir en el Ósculo del Señor.
¡Oh glorioso
Santo! esta es la gracia que os pedimos; esta gracia, la más preciosa de todas,
pues que ella nos abrirá las puertas del cielo, y nos pondrá en posesión del
trono que nos está preparado desde el principio del mundo. Rogad, pues, por
nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
(1) Nunc
dimitis servum tuum; in pace. Luc. 2.
EJEMPLO
Dos
religiosos, Carmelitas Descalzos de Granada, salían del convento de las
Carmelitas de esta ciudad, cuando he aquí que vieron venir hacia ellos un
hombre de edad bastante avanzada y de un aspecto venerable, y poniéndose en
medio de ellos les preguntó de donde venían.
El religioso
más antiguo le dijo: que venían del convento de las Carmelitas. «Padres» les
replicó el incógnito, ¿por qué esas religiosas tienen tanta devoción a San
José? -Es, le respondió el religioso, porque nuestra santa madre, Teresa de
Jesús, la tenía muy grande a este gran Santo, que le ayudaba poderosamente en
la fundación de sus monasterios, y le obtenía mil gracias del cielo, y así, en
agradecimiento, puso el nombre de San José a casi todos los monasterios que
fundó.
—Ya lo sabía yo, le replicó el incógnito,
miradme bien, y tened a San José una devoción semejante a la de vuestra madre;
y todo lo que le pidáis, lo conseguiréis».
Dichas estas
palabras desapareció, y por más que los dos religiosos miraron a todos lados,
no pudieron ver a nadie.
Llegados al
convento, contaron al superior lo que les había pasado. «¡Ah! ese era San
José», les dijo, y esa aparición no se ha hecho tanto por vosotros cuanto por
mí; porque hasta aquí no he sido tan devoto del Santo como debía haberlo sido;
pero en lo sucesivo lo seré:
Esto sucedió
en el año de 1584, dos años después de la muerte de Santa Teresa.
(Devoción a San José de Patrignani, lib. 11. capítulo
I)
LIBRO: SAN JOSÉ O MEDITACIONES PARA TODOS
LOS DÍAS DE MARZO CONSAGRADO A SAN JOSÉ
Por un Sacerdote devoto del Santo
Año 1855
EXTRACTO
DEL CAPÍTULO VI DE LA VIDA DE SANTA TERESA SOBRE EL GRAN CRÉDITO DE QUE SAN
JOSÉ GOZA EN EL CIELO
<<No me acuerdo hasta ahora
haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer: es cosa que espanta las
grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo, y
de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma.
Que a otros Santos parece les dio el
Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso Santo tengo
experiencia que socorre en todas, y que quiere el Señor darnos a entender, que,
así como le fue sujeto en la tierra (que como tenía nombre de padre, siendo ayo
(guardián o cuidador), le podía mandar), así en el cielo hace cuanto le pide.
Esto han visto algunas otras
personas, a quienes yo decía se encomendasen a él, también por experiencia; ya
hay muchas que le son devotas de nuevo, experimentando esta verdad.
Querría yo persuadir a todos fuesen
devotos de este glorioso Santo, por la gran experiencia que tengo de los bienes
que alcanza de Dios.
No he conocido persona que de veras
le sea devota, y haga particulares servicios, que no le vea más aprovechada en
la virtud; porque aprovecha en gran manera a las almas que a él se encomiendan.
Hace algunos años, que cada año en
su día le pido alguna cosa, y siempre la veo cumplida; si va algo torcida la
petición, él la endereza, para más bien mío. Pido por amor de Dios, que lo
pruebe quien no me creyere, y verá por experiencia el gran bien que es
encomendarse a este glorioso Patriarca, y tenerle devoción.
En especial personas de oración
siempre le deben ser devotas; que no sé cómo se puede pensar en la Reina de los
Ángeles, en el tiempo que tanto pasó con el niño Jesús, que no den gracias á
san José, por todo el bien que les procuró>>.
LIBRO: LA DEVOCIÓN A SAN
JOSÉ ESTABLECIDA POR LOS HECHOS
Obra escrita en italiano
por el R. P. José Antonio Patrignani, de la Compañía de Jesús (Jesuitas)
Aumentada y traducida al
francés
POR OTRO PADRE DE LA MISMA
COMPAÑÍA,
Y del francés al español
Por el P. Fr. Pablo
Antonio del niño Jesús, Carmelita mexicano.
Año 1862
DEVOCION AL CORAZON CASTÍSIMO DE SAN JOSÉ.
Gloriosísimo
patriarca san José, asilo benigno de afligidos, refugio seguro de desconsolados
lleno mi corazón de afecto y gozo me pongo ante vuestra piadosa presencia,
pretendiendo con rendida veneración recrearse enamorada en el candor precioso
de vuestro corazón castísimo. iOh Corazón virginal, quién pudiera hacerse
lenguas para publicar vuestras glorias!
¡Quién registrara
lince vuestra grandeza, conociendo lo crecido del divino amor en que os
abrasasteis, pues merecisteis ser sagrado erario, en que divinamente enamorado
el Criador de todo, depositó sus altísimos designios, confiándoos los más
adorables secretos!
¡Oh Corazón
amorosísimo, en cuya virginal pureza se recreó la Trinidad beatísima; en cuya
fineza acrisolada aseguró su sustento la humanidad de mi Jesús dulcísimo; en
cuya rectísima justicia vinculó su más acreditada custodia la Virgen, madre de
nuestro humanado Dios; en cuya caritativa piedad aseguramos el patrocinio
vuestros devotos! José amabilísimo, y varón justísimo, esperamos de la rectitud
y benignidad de vuestro corazón piadoso, que interpondréis vuestros ruegos ante
la Majestad divina, para que purificando nuestros corazones de todo terreno
afecto, se entreguen, siguiendo vuestros sagrados vuelos, al amor divino. Para
esto, pues, pretende nuestra devoción rendida engolfarse en las dulces
corrientes de virtudes, que como fuente perenne brota sin cesar vuestro corazón
amoroso.
Varón castísimo,
clarísimo ejemplo de las más heroicas virtudes, espanto del infierno y encanto
del cielo, poderoso es el amor de vuestro finísimo Corazón ante nuestro Dios,
para que por vuestra intercesión aplaque la ira de su justicia, que por
nuestras culpas merecemos, y nos conceda los auxilios de su gracia, que por
vuestra mediación esperamos.
¡Oh mi dulcísimo y
benignísimo José, invocado padre de Jesús, y verdadero esposo de María!
Rendidamente os pedimos nosotros vuestros humildes y dichosos esclavos,
ofrezcáis ante la Majestad de Dios trino y uno la sagrada purísima víctima de
vuestro Corazón en las sagradas aras de los corazones de Jesús y de María, para
que á vista de sacrificio tan puro en aras tan soberanas, se apiade su Majestad
de nuestra miseria; y librándonos de toda culpa, nos conceda su gracia, para
que logrando ver a nuestro Redentor Jesús en compañía de María y la vuestra,
alabemos a su divina Majestad en la gloria. Amen. Jesús, Jesús, Jesús, María y
José.
Se rezará tres veces el Padre nuestro y Ave María con Gloria
Patri, y después se dirá:
ORACION:
O dulcísimo Jesús,
hijo adoptivo de José, ¡que con amorosa dignación engrandecisteis el castísimo
corazón de este purísimo Patriarca! ¿Cuántas veces, divino Redentor,
recíprocamente unidos en amorosos afectos vuestro Corazón y el de José se
estrecharon afectuosos?
Cuántas veces con
afectos en lugar de voces se hablaron vuestros dos amantes corazones, siendo
para Vos fineza, dulcísimo Jesús mío, el purísimo Corazón de José y espejo
inmaculado, ¿en que con amoroso recreo se miró vuestra divina bondad?
Os doy, eterno Dios
y señor mío, gracias con todo rendimiento, porque benigno criasteis en José un
corazón tan puro, y un refugio tan poderoso para los pecadores; pues en el
ameno paraíso de su corazón hallamos frutos de virtud para útil alimento de
nuestras almas, ríos caudalosos de favor para purificar nuestros espíritus, y
sombra benigna para librarnos de las ardientes tentaciones del demonio.
¡Oh Corazón
celestial, dechado de virtud, norma sagrada de pureza! Pues vuestro
agradecimiento será mucho mas bien recibido del Señor, dadle Vos las gracias
porque á Vos os concedió Corazón tan puro, y en él a todos nos da una prenda
muy segura de su piedad atendiendo a esto, Jesús mío, os pido rendidamente me
concedáis un casto corazón para amaros y serviros en esta vida, y después de mi
muerte gozaros en compañía de mi amadísimo José en la gloria. Amen. Jesús,
Jesús, Jesús, María y José.
⚜️⚜️
LAUS DEO
Barcelona 10 diciembre de 1855.
Imprimase. - DR. EZENARRO, V. G.
LIBRO: OFICIO PARVO DEL GLORIOSO
PATRIARCA SAN JOSÉ O SEA COLECCIÓN DE HIMNOS DISPUESTOS AL MODO DE LAS HORAS
CANÓNICAS, SEGUIDO DE UNA DEVOCIÓN A SU CORAZÓN CASTÍSIMO.
RDO. D. Pedro Montaña, Presbítero
(Sacerdote)
⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️⚜️
🔔MENSAJE DE LOS SANTOS PAPAS A TODO EL PUEBLO CRISTIANO 🔔
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FIESTA DEL FELIZ TRÁNSITO
DE SAN JOSÉ ASISTIDO POR JESÚS Y MARÍA
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19 DE MARZO,
FIESTA DEL FELIZ TRÁNSITO
DE SAN JOSÉ
DÍA DE PRECEPTO, MISA DE PRECEPTO(OBLIGATORIO).
19 DE MARZO FIESTA DE SAN JOSÉ
No es obligatorio el ayuno y la abstinencia.
1 DE MAYO, SAN JOSÉ OBRERO, «PATRONO CONTRA EL COMUNISMO» REVELACIÓNES SOBRE SAN JOSÉ
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