miércoles, 15 de julio de 2015

16 DE JULIO FIESTA DE LA VIRGEN DEL CARMEN--- QUIEN MUERA USANDO EL ESCAPULARIO NO SUFRIRÁ EL FUEGO ETERNO.



“Recibe hijo mío este escapulario, prenda de salvación eterna para todos los que lo lleven”.

"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: Quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno.

"¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?"
 (Mt 16, 26)

Nuestra Señora vino y nos dijo que podemos salvarnos a través de sus dos divinos sacramentos de predestinación:

El Santo Rosario
y
El Escapulario De La Virgen Del Carmen.








  

El escapulario de la virgen del Carmen
Prenda de salvación y de vida eterna



El 16 de julio de 1251 San Simón Stock superior de la orden religiosa de los Carmelitas se encontraba en su celda orando, en Aylesford, Inglaterra., cuando se le apareció Nuestra Señora del Monte Carmelo, vestida con el hábito carmelita, acompañada de una multitud de ángeles, con el Niño Jesús en sus brazos y entregándole el Escapulario café de la orden, le dijo:


"No teman más,
Te entrego una vestidura especial;
Todo el que muera llevando esta vestidura
No irá al Infierno".







"Además la libraré del Purgatorio el sábado Después de su muerte".
(El privilegio sabatino)




Virgen Del Carmen, Patrona De Las Ánimas Benditas  Del Purgatorio 






Estando orando el Papa Juan XXII, se le apareció la Virgen, vestida del hábito carmelita, y le hizo la segunda promesa:


El Privilegio Sabatino 



La virgen dijo al Papa: 


"Los que, además de vestir el Escapulario, guarden castidad según su estado, ( en la viudez; en el matrimonio, celibato, castidad virginal) y recen diariamente una devoción en mi honor o guarden abstinencia los miércoles y sábados, yo les prometo liberar del Purgatorio cada sábado, a los que ahí hallare."


El Papa Juan XXII promulgó por éste en la Bula Sabatina (3 de Marzo de 1322) aprobada después por más de veinte Sumos Pontifices.



Según declaración de S.S. El papa Paulo V, la Virgen del Carmen, con cariño maternal, los libra de la cárcel expiatoria y los introduce en el Paraíso. 


El Papa Paulo V expidió el 20 de enero de 1613 el Sgte. Decreto:


"Permítase a los Padres Carmelitas predicar que el pueblo cristiano puede piadosamente creer que la Bienaventurada Virgen María con sus interceciones continuas, piadosas sufragios y méritos y especial protección, ayudará después de la muerte, principalmente el sábado, día a ella dedicado, a las almas de sus cofrades que llevaren el habito carmelitano".





Las gracias y los frutos de ese privilegio se difundieron rápidamente extendiéndose su uso a todos los fieles en general al instituirse la Cofradía del Escapulario.



El Escapulario se redujo a dos pedacitos de lana color café, por representar estos la humildad de Nuestra Señora., unidos por dos cintas, que hay que llevar alrededor del cuello día y noche y que es, para quienes lo visten señal de su consagración a Jesús por medio de María, reconociéndola como Señora, Madre y Reina.



La fiesta de la Virgen del Carmen –16 de julio– está entre las fiestas “que hoy, por la difusión alcanzada, puede considerarse verdaderamente eclesiales” (M.C. 8).


María Santísima dijo al sacerdote dominico, el beato Alán de la Roche:

"Yo vendré y salvaré al mundo
A través de Mi Rosario y Mi Escapulario".












 El  Vestido de Gracia

La misma Virgen María insistió en su necesidad para los tiempos actuales. La impresionante secuencia de grandes apariciones marianas que comenzó a partir del siglo XIX, en un llamado acuciante para pedir la conversión y penitencia del mundo cada vez más pecador, presenta un discreto y constante vínculo con esta devoción que remonta a la Edad Media.

En efecto, en Lourdes, la última aparición a Santa Bernardita tuvo lugar el 16 de julio de 1858, fiesta litúrgica de Nuestra Señora del Carmen y aniversario de la entrega del Escapulario a San Simón Stock.

Y en Fátima, en la sexta aparición, El sábado 13 de octubre de 1917, durante el Milagro del Sol para probar su autenticidad, la Virgen María apareció ante los tres videntes-Lucía, Jacinta y Francisco- bajo la advocación del Carmen, la Virgen vino vestida con el hábito carmelita con el Niño Jesús en los brazos y el Escapulario.,y recordó que sus  verdaderos hijos lo llevaran con reverencia. También pidió que los que se consagraran a ella lo usaran como signo de dicha consagración.


A este propósito, la Hermana Lucía, en una entrevista concedida el 15 de Agosto de 1950 al R. P. Howard Rafferty, O.C.D., confirmó esa visión y que la Virgen quería que el Escapulario fuera tomado como parte del mensaje, añadiendo:

"El Rosario y el Escapulario del Carmen
Son inseparables".

"ahora el Santo Padre lo ha afirmado así al mundo entero, diciendo que el Escapulario es signo de consagración al Inmaculado Corazón.

Al sernos impuesto el Escapulario nos consagramos a la Virgen y elegimos, así, "el camino fácil, corto, perfecto y seguro para llegar a la unión con Nuestro Señor, que es en lo que consiste la perfección del cristiano".









  

El escapulario es un sacramental

Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia ha aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales mueven nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial.
El escapulario, al ser un sacramental, no nos comunica gracias como hacen los sacramentos (Bautizo,comunión,etc.)  Sino que nos dispone al amor a Dios y a la verdadera contrición del pecado si lo recibimos con devoción.

Los seres humanos nos comunicamos por símbolos. Así como tenemos banderas, escudos y también uniformes que nos identifican. Las comunidades religiosas llevan su hábito como signo de su consagración a Dios.





Este vestido se llama Santo Escapulario.

La Virgen dió a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos de la virgen del Carmen pueden llevar para significar su consagración a ella.

Se usa bajo la ropa, preferentemente Junto con el rosario y la medalla milagrosa, el escapulario es uno de los más importantes sacramentales marianos.

Es por lo tanto el Escapulario un distintivo religioso, signo de la personal entrega y consagración al Señor nuestro Dios, por mediación de Nuestra Señora en su advocación como la Señora del Monte Carmelo, la cual debe ser vivida con sincera espiritualidad.

Las personas después de empezar a usar el escapulario con devoción sienten como poco a poco van dejando sus malos hábitos y creciendo en santidad.




Ofrecimiento Diario

Oh Dios Mío!
En unión del Corazón Inmaculado de María
(aquí se besa el Escapulario del Carmen)

Os ofrezco la preciosísima Sangre
De Nuestro Señor Jesucristo,
Que se inmola en todos los altares del mundo,
Uniendo a ella cada uno de mis pensamientos
Palabras, Obras y acciones de este día.

¡Oh Jesús Mío!
Deseo ganar todos los méritos
E indulgencias que me sea posible
y los ofrezco junto con todo mi ser a María Inmaculada..., para que Ella los aplique como crea mejor
a los intereses de Vuestro Sacratísimo Corazón.

¡Preciosa Sangre de Jesús, Sálvanos!

¡Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!

¡Sagrado Corazón de Jesús, 
ten misericordia de nosotros !

Amén.






Consagración


El devoto de la Virgen del Carmen procurará hacer esta consagración a su Madre:

"! Oh, María, Reina y Madre del Carmelo!
Vengo hoy a consagrarme a Ti,
pues toda mi vida es como un pequeño tributo
por tantas gracias y beneficios como he recibido de Dios
a través de tus manos.

Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia
a los que visten tu escapulario,
te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente
y aumentes en mi la fe, la esperanza y la caridad,
 para que cada día pueda rendirle el tributo
de mi humilde homenaje.

El santo escapulario atraiga sobre mí
 tus miradas misericordiosas,
sea para mi prenda de tu particular protección
en las luchas de cada día y constantemente me recuerdes
 el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.

De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio
y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.

¡Oh, Madre amabilísima!
Sosténme con tu amor indefectible,
a fin de que a mí, pecador indigno,
me sea concedido un día cambiar tu escapulario por el eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el reino de tu Hijo". Amén.
















EL PRIVILEGIO SABATINO

(EN MÉXICO PARA GANAR EL PRIVILEGIO SABATINO BASTA REZAR DIARIAMENTE CINCO AVEMARÍAS).


Es una indulgencia concedida por la Santa Iglesia para obtener pronta liberación del Purgatorio, gracias a la intercesión de Nuestra Señora, principalmente los sábados.



La Virgen apareció al Papa Juan XXII, en el año 1314, e hizo una segunda promesa a los que llevaren el Escapulario del Carmen, diciéndole:

"Los que, además de vestir el Escapulario, guarden castidad según su estado, ( en la viudez; en el matrimonio, en el celibato, castidad virginal) y recen diariamente una devoción en mi honor, (Las tres aves Marías, El Ángelus, El Santo Rosario, Coronilla de las Lágrimas de Sangre, Liturgia de las horas,  el Oficio Parvo, etc.), o guarden abstinencia los miércoles y sábados, yo les prometo liberar del Purgatorio cada sábado, a los que ahí hallare."



Actualmente para México el requisito mínimo es el rezo de 5 Avemarías diarias, una en honor de cada letra del nombre Santísimo de María.



 

LA BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DEL ESCAPULARIO 



REQUISITOS:

- Es necesario que la primera vez, y solamente ésta, lo imponga un Sacerdote. (Todos los sacerdotes pueden imponerlo) .



-Cuando el escapulario está deteriorado por el uso se sustituye por otro, sin  necesidad de una nueva imposición o bendición.








- Debe traerse colgado del cuello con una parte sobre el pecho y otra sobre la espalda.




- Cuando hay motivo suficiente puede suplirse por la medalla-escapulario.





-Para Ganar el privilegio sabatino basta rezar diariamente cinco Avemarías.






- Morir con el Escapulario puesto.









Se recomienda vivamente que se lleve día y noche el escapulario ----vestido de María----pero su uso permanente no es indispensable para ganar las indulgencias.








SENTIDO DEL ESCAPULARIO


    Quien viste el escapulario del Carmen debe distinguirse por una profunda, sincera y filial devoción a la Santísima Virgen esforzándose siempre por:

a) Conocer

b) Amar

c) Imitar

d) Irradiar a María, ya que la orden mendicante de los Carmelitas descalzos----a la que pertenece por vestir su hábito-----tiene como finalidad vivir su vida y extender su culto.




En la Virgen María los Carmelitas encuentran la imagen perfecta de todo lo que ellos esperan: entrar en una relación íntima con Cristo, estar totalmente abiertos a la voluntad de Dios y dejar que sus vidas sean transformadas por la Palabra de Dios. Los Carmelitas han considerado siempre a María la Patrona de la Orden, de la que se pregona que es Madre y Hermosura. Los Carmelitas viven en intimidad espiritual con ella, de modo que puedan aprender de ella a vivir como hijos de Dios.

“Todo esto lo vivimos bajo la protección, la inspiración y la guía de María, la Virgen del Carmen, a la que honramos como “nuestra Madre y hermana”.



Esto nos EXIGE:

- Una vida cristiana auténtica.

-La imitación de María, copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella; María obró según sus palabras:

"He aquí la esclava del Señor,
Hágase en mi según su palabra".

-Un ofrecimiento continúo de nosotros y de lo nuestro a Dios, a través de María.



El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos: religiosos, terciarios y cofrades, “que forman, por un especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre”, el Papa Pío XII, el 11 de febrero de 1950:

“Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad. Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor. Vean, sobre todo, en esta librea, que visten día y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino. Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen.


En 1910, el Papa Pío X declaró que, una persona válidamente investida en su escapulario de tela podía llevar la medalla-escapulario en su lugar, provisto que tuviera razones legítimas para sustituir su escapulario de tela por la medalla- escapulario.

Esta concesión fue hecha a petición de los misioneros en los países del trópico, donde los escapularios de tela se deterioran pronto.

Ahora bien, el Papa Pío X y su sucesor, el Papa Benedicto XV, expresaron su profundo deseo de que las personas continuaran llevando el escapulario de tela cuando fuera posible, y que no sustituyeran el escapulario de tela por la medalla escapulario sin que medie primero razón suficiente. La vanidad o el miedo a profesar su fe en público no pueden ser razones que satisfagan a Nuestra Señora.



La palabra escapulario viene del Latín "scapulae" que significa "hombros". Originalmente era un vestido superpuesto que cae de los hombros y lo llevaban los monjes durante su trabajo. Con el tiempo se le dio el sentido de ser la cruz de cada día que, como discípulos de Cristo llevamos sobre nuestros hombros.  Para los Carmelitas particularmente, pasó a expresar la dedicación especial a la Virgen Santísima y el deseo de imitar su vida de entrega a Cristo y a los demás.



La bendición e imposición del escapulario se puede hacer de varios modos. Transcribimos aquí la fórmula incluida en el Bendicional, con las adaptaciones y añadidos necesarios.

(Estando arrodillado quien lo va a recibir), se dicen las siguientes oraciones:


—Nuestro auxilio está en el nombre del Señor
—Que hizo el cielo y la tierra.
—Muéstranos, Señor, tu misericordia,
—Y danos tu salvación.
—Escucha, Señor mi oración.
 —Y llegue a ti mi clamor.
—El Señor esté con vosotros.
—Y con tu espíritu.

Oremos

Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, bendice (+) con tu diestra este hábito que, por tu amor y el de tu Madre la Virgen María del Monte Carmelo, va a llevar con devoción tu siervo (a sierva), a fin de que por la intercesión de tu misma Madre, y defendida (a) del maligno espíritu, persevere en tu gracia hasta la muerte:

Que vives y reinas por los siglos de los siglos.

—Así sea.
A continuación rocía el escapulario con agua bendita y después lo impone a cada uno, diciendo:

Recibe este hábito bendito, suplicando a la Stma. Virgen que, por sus méritos, lo lleves sin mancha, te defienda contra todas las adversidades y te conduzca a la vida eterna.

—Así sea.

Impuestos todos, añade:

Yo, usando de la potestad que se me ha concedido, te recibo a la participación de todos los bienes espirituales que, par la misericordia de Jesucristo, practican los religiosos Carmelitas. En el nombre del Padre y del Hijo (+) y del Espíritu Santo.

—Así sea.

Que te bendiga (+) el Creador del cielo y de la tierra, el Dios todopoderoso, que se ha dignado incorporarte a la Cofradía de la Santísima Virgen María del Monte Carmelo, a quien imploramos que en la hora de tu muerte abata la cabeza de la serpiente infernal y, finalmente, consigas la palma y la corona de la herencia sempiterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

 —Así sea.

Y rocía al nuevo cofrade con agua bendita.

Cuando son varios los que han de recibir el santo escapulario, se dice en plural. Es conveniente exhortarles a que vistan dignamente el escapulario, tratando de imitar las virtudes de María.
En caso de necesidad, basta para bendecir el Escapulario la señal de la cruz del sacerdote y las palabras:

“En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.


Por indulto de Gregorio XVI (1838) no es necesario inscribirse para quedar ya agregado a la Cofradía.




Los que han recibido la imposición del Escapulario del Carmen (siendo por ello miembros de su Cofradía) y lo llevan, pueden ganar indulgencia plenaria que los Sumos Pontífices han concedido a la Orden del Carmen, (con las condiciones acostumbradas de confesión, comunión y rezar por el Papa):

1° El día de la ceremonia de imposición del Escapulario.
2° El 16 de julio: Solemnidad de Nuestra Señora del Carmen.
3° El 16 de mayo: Fiesta de San Simón Stock.
4° El 20 de julio: Fiesta del profeta Elías.
5° El 01 de octubre: Fiesta de Santa Teresita del niño Jesús.
6° El 15 de octubre: Fiesta de Santa Teresa de Jesús.
7° El 14 de diciembre: Fiesta de San Juan de la Cruz.
8° El 14 de noviembre: Fiesta de todos los santos carmelitas.


Se gana indulgencia parcial por los actos de devoción que se hagan con el Escapulario o medalla-escapulario: 
llevarlo, besarlo, etc.

El Escapulario es un sacramental, éste lo define el Vaticano II (S.C.60):

 “Un signo sagrado, según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia”.

(La diferencia entre las oraciones privadas y los sacramentales —bendiciones, procesiones, etc.— es que éstos implican la oración oficial de la Iglesia. Los sacramentos, en cambio, son más, son signos sensibles y simbólicos instituidos por Cristo, que confieren gracia santificante y gracias actuales). El escapulario es, pues, un sacramental, es una señal de protección de la Madre de Dios.



Juan Pablo II recordando a Pío XII:

"la forma más auténtica de devoción a la Virgen Santísima, expresada mediante el humilde signo del Escapulario, es la consagración
a su Corazón Inmaculado".


 El escapulario:

› NO ES un amuleto que nos preserva mágicamente de enfermedades y males.

› NO ES un talismán que por sí mismo nos atrae
la gracia y la protección de Dios y María.

› NO ES un pedazo de tela que nos dispensa
de las exigencias de la vida cristiana.

› SÍ ES una prueba de su maternal cuidado.

 

Explicación de la Promesa:

Muchos Papas, santos y teólogos católicos han explicado que, según esta promesa, quien tenga la devoción al escapulario y lo use, recibirá de María Santísima a la hora de la muerte, la gracia de la perseverancia en el estado de gracia (sin pecado mortal) o la gracia de la contrición (arrepentimiento).



Quien lleve el escapulario debe estar consciente de su consagración a Dios y a la Virgen y ser consecuente en sus pensamientos, palabras y obras.

El suave yugo de Cristo: "Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana". (Mt 11:29-30)

-El escapulario simboliza ese yugo que Jesús nos invita a cargar pero que María nos ayuda a llevar.
Quién lleva el escapulario debe identificarse como católico sin temor a los rechazos y dificultades que ese yugo le traiga.
Se debe vivir lo que significa
El escapulario es un signo de nuestra identidad como católicos, vinculados de íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente según nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos pero adaptado a la propia vocación.  Esto requiere que seamos pobres (un estilo de vida sencillo sin apegos materiales), castos   y obedientes por amor a Dios.




¿Puede darse el escapulario a quien no es católico?

Sí. El escapulario es signo de la Maternidad Espiritual de María y debemos recordar que ella es madre de todos. Muchos milagros de conversión se han realizado en favor de buenos no-católicos que se han decidido a practicar la devoción al escapulario.







Hablan los Papas y los santos

El Beato Papa Gregorio X fue enterrado con su escapulario solo 25 años después de la Visión del Escapulario. 600 años más tarde cuando abrieron su tumba, su escapulario estaba intacto.

 


El mismo día que S. Simón Stock recibió de María el escapulario y la promesa, el fue llamado a asistir a un moribundo que estaba desesperado. Cuando llegó puso el escapulario sobre el hombre, pidiéndole a la Virgen que mantuviera la promesa que le acababa de hacer. Inmediatamente el hombre se arrepintió, se confesó y murió en gracia de Dios"

 

San Alfonso Ligorio y S. Juan Bosco tenían una especial devoción a la Virgen del Carmen y usaban el escapulario. Cuando murió San Alfonso Ligorio le enterraron con sus vestiduras sacerdotales y con su escapulario.
Muchos años después cuando abrieron su tumba encontraron que su cuerpo y todas las vestimentas estaban hechas polvo, sin embargo su escapulario estaba intacto. El escapulario de San Alfonso está en exhibición en su Monasterio en Roma.


San Alfonso Ligorio nos dice: "Herejes modernos se burlan del uso del Escapulario. Lo desacreditan como una insignificancia vana y absurda."


San Pedro Claver, se hizo esclavo de los esclavos por amor. Cada mes llegaba a Cartagena, Colombia un barco con esclavos. San Pedro se esforzaba por la salvación de cada uno. Organizaba catequistas, los preparaba para el bautismo y los investía con el escapulario. Algunos clérigos acusaron al santo de celo indiscreto. Sin embargo él continuó su obra hasta tener más de 300,000 conversos.




Testimonios de Conversiones:

"Un sacerdote de Chicago fue llamado para ir a asistir a un moribundo que había estado lejos de su fe y de los sacramentos por muchos años. El moribundo no quiso recibirlo, ni hablar con el. Pero el sacerdote insistió y le enseñó el escapulario que llevaba. Le preguntó si le permitiría ponérselo. El hombre aceptó con tal que el sacerdote lo dejara en paz. Una hora mas tarde el moribundo mandó a llamar al sacerdote pues deseaba confesarse y morir en gracia y amistad con Dios"



 



El demonio odia el escapulario.  Un día al Venerable Francisco Yepes se le cayó el escapulario. Mientras se lo ponía, el demonio aulló: "¡Quítate el hábito que nos arrebata tantas almas!".

 


Un misionero Carmelita de Tierra Santa fue llamado a suministrar la unción de los enfermos en el año 1944.
Notó que mientras caminaba, sus pies se hundían cada vez mas en el fango hasta que, tratando de encontrar tierra firme, se deslizó en un pozo de fango en el que se hundía hacia la muerte. Pensó en la Virgen y besó su hábito el cual era escapulario. Miró entonces hacía la Montaña del Carmelo gritando: "¡Santa Madre del Carmelo! ¡Ayúdame! ¡Sálvame!". Un momento mas tarde se encontró en terreno sólido. Atestiguó mas tarde: "Sé que fui salvado por la Santísima Virgen por medio de su Escapulario Carmelita. Mis zapatos desaparecieron en el lodo y yo estaba cubierto de él, pero caminé las dos millas que faltaban, alabando a virgen maría.


salvados del Mar

En el verano de 1845 el barco inglés, "Rey del Océano" se hallaba en medio de un feroz huracán.
Las olas lo azotaban sin piedad y el fin parecía cercano.
 Un ministro protestante llamado Fisher en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros fueron a la cubierta para suplicar misericordia y perdón. Entre la tripulación se encontraba el irlandés John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y, haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola más llegó a la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.

Durante lo acontecido el ministro había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y fue testigo del milagro.
 Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia resolvieron ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora.


 

Un Hogar Salvado del Fuego


En mayo de 1957, un sacerdote Carmelita en Alemania publicó una historia extraordinaria de cómo el Escapulario había librado un hogar del fuego.
Una hilera completa de casas se habían incendiado en Westboden, Alemania. Los piadosos residentes de una casa de dos familias, al ver el fuego, inmediatamente colgaron un Escapulario a la puerta de la entrada principal.

Centellas volaron sobre ella y alrededor de ella, pero la casa permaneció intacta. En 5 horas, 22 hogares habían sido reducidos a cenizas. La única construcción que permaneció intacta, en medio de la destrucción, fue aquella que tenía el Escapulario adherido a su puerta.


Los cientos de personas que vinieron a ver el lugar que Nuestra Señora había salvado son testigos oculares del poder del Escapulario y de la intercesión de la Santísima Virgen María.



El Escapulario aviva el fervor


En Octubre de 1952, un oficial de la Fuerza Aérea en Texas escribió lo siguiente:

 "Seis meses después de comenzar a usar el Escapulario, experimenté un notable cambio en mi vida. Casi inmediatamente comencé a asistir a Misa todos los días.

Durante la cuaresma viví fervorosamente como nunca lo había hecho. Fui iniciado en la práctica de la meditación y me encontré realizando débiles intentos en al camino de la perfección. He estado tratando de vivir con Dios y doy el crédito al Escapulario de María".

 

LA VIRGEN LE IMPIDE SUICIDARSE

Una Hermanita de los pobres, que murió en Francia siendo Superiora, contaba lo que le había sucedido a ella misma:

Muerto mi padre, nos fuimos a vivir a París, mi madre, que ya era anciana, y yo.
En mi casa había dinero para abrir un modesto taller, y como yo sabía, gracias a Dios, ganarme la vida con mi trabajo, logré ir haciendo un pequeño capital.
 Pero después mi pobre madre cayó enferma de muerte, aunque la enfermedad había de ser muy larga. Cerré mi taller y mi tienda y, dejándolo todo, solamente me desvelaba por aliviar los padecimientos de mi madre (a quien yo amaba de todo corazón) y de ir alargando su vida minada por un cáncer, que no tenía cura. Al cabo de dos años murió mi querida enferma y yo quedé sola en el mundo; y no solamente quedé huérfana, sino también arruinada, porque todos mis ahorros y ganancias se habían consumido en la enfermedad.

Aquella muerte, aquella soledad, aquella ruina, fueron mi perdición. Perdí en efecto la esperanza en Dios nuestro Señor, me desesperé, y, finalmente, para suicidarme, hice lo que vais a oír:

Entré una noche del mes de julio en mí aposento; cogí un gran brasero; lo llené de carbones y lo encendí, y habiendo cerrado la puerta y la ventana, me acosté para morir dulcemente por asfixia.

Serían como las cinco de la mañana, cuando casualmente, es decir, providencialmente, vino a visitarme una antigua amiga mía que acababa de llegar a París a aquellas horas. Llamó a mi cuarto; y como nadie contestase, preguntó por mí a los vecinos; y sospechando todos alguna desgracia, descerrajaron la puerta de mi cuarto y quedaron espantados al verme muerta.

Casualmente también, es decir, providencialmente, entraba entonces en la casa el famoso Doctor Recamier para visitar a un enfermo; y habiéndole rogado al doctor los vecinos que pasase a verme, el doctor me examinó muy despacio, y declaró a todos los circunstantes que yo estaba muerta y bien muerta.
Pero casualmente también, es decir, providencialmente, vio el Doctor que yo llevaba el ESCAPULARIO DEL CARMEN, y entonces exclamó:

-No señores, no; no debe estar muerta esta mujer; lleva puesto el SANTO ESCAPULARIO; y ningún suicida logra morir, aunque en ello se empeñe, cuando lleva consigo este talismán.

Tomó, pues, en sus manos el Doctor mí Escapulario, volvió a ponérmelo bien, tornó a mirar, a remirar, a palpar mi cuerpo yerto y a examinarme más despacio. ¡Inútil empeño! No lograba encontrar en mí ninguna señal de vida. Más no por eso se daba por vencido el cristianísimo Doctor, en cuyo rostro, muy a las claras, se leían el dolor, la pena, el asombro y la profunda meditación que le embargaban.

-Traed, dijo de repente, traedme dos mazos de madera, y vamos a golpear todo el cuerpo, particularmente por la región del estómago. No puede ser que haya muerto en medio de la desesperación quien lleva puesto el ESCAPULARIO DEL CARMEN.

Comenzaron a menudear suaves golpes de mazo sobre mi cuerpo frío; y el sabio y piadosísimo Doctor examinaba atentamente a cada minuto mis yertos despojos, sin descubrir ni atisbar ninguna señal cierta de vida.
Y así se pasó una hora mortal: ellos dándome golpes con los mazos, y él observando con mucha atención y diligencia mi cadáver.

Pero de repente se ilumina la cara del Doctor Recamier, el cual, con lágrimas en los ojos, comenzó a gritar:

-Ya, ya vuelve a la vida este cuerpo. Bien lo decía yo:

Nuestro Señora del Carmen no podía dejar morir así a quien llevaba puesto su SANTO ESCAPULARIO.

Confusos, atónitos y espantados quedaron los circunstantes, que después de aquella larga brega, casi fúnebre, habían perdido ya toda esperanza.

 Pero todos se desvivían después (Dios se lo pague) por cuidar amorosamente de esta infeliz pecadora.

Finalmente logré la más cabal salud; lloré mi pecado, pedí perdón a Dios y a los hombres y entré en religión.

Yo deberé, pues, mi salvación eterna al bendito ESCAPULARIO de la Santísima Virgen del Carmen.


 


Un anciano fue llevado al Hospital de San Simón Stock en la ciudad de Nueva York, inconsciente y moribundo.

La enfermera al ver al paciente con el Escapulario Carmelita llamó a un sacerdote.

Mientras rezaba las oraciones por el moribundo, éste recobró el conocimiento y dijo: "Padre, yo no soy católico".

 "¿Entonces, ¿por qué está usando el Escapulario Carmelita?", preguntó el sacerdote.

"He prometido a mis amigos usarlo", explicó el paciente. "Además rezo un Ave María diariamente." "Usted se está muriendo" replicó el sacerdote. "¿Quiere hacerse católico?"

 'Toda mi vida lo he deseado", contestó el moribundo.
Fue bautizado, recibió la Unción de los Enfermos antes de fallecer en paz.

 

PRÉNDESE FUEGO UNA CASA, Y ARROJANDO A LAS LLAMAS EL SANTO ESCAPULARIO SE APAGA

El Rvdo. P. Mtro. Fr. Francisco Boersio, nos dice que en Ada, lugar del Obispado de Milán, prendiose fuego en la casa de Alejandro Coto. Fue tan desdichado, que cuando llegó el remedio fue tarde, pues hallándose la casa en despoblado y algo distante del lugar, no siendo más que él y un hermano suyo para apagarlo, tras hacer esfuerzos desesperados, vieron con gran sentimiento y dolor que por todas partes era el inmueble presa de las llamas.

En tal congoja y tribulación ocurriósele a uno de ellos el echar o arrojar sobre las llamas el Escapulario de la Santísima Virgen del Carmen que traía pendiente de su cuello, a lo cual le alentó el otro hermano, diciéndole que había oído decir muchas veces que echando el Santo Escapulario sobre el fuego se había apagado de súbito. Ejecutáronlo así y el conflicto o falta de medios materiales para lograr sofocar el fuego, alentó aún más su fe y devoción para suplicar con ansias a María Santísima se dignase poner remedio, mediante su bendito Escapulario, a aquella tribulación que les descorazonaba y afligía sobremanera.

No tardó más la Santísima Virgen en socorrerles que ellos tardaran en arrojarle con ardiente fe y rendida confianza sobre las llamas de aquel fuego devastador, pues al punto reconocieron la superior virtud del Santo Escapulario y resolviéronse en denso humo las voraces llamas.

Respiraron consolados con tal prodigio ambos hermanos, que puestos de rodillas no cesaban de dar gracias con indecible júbilo y alborozo a la Madre de Dios; pero he aquí que al levantarse quiso el cielo que admirasen otro mayor, pues entre vivas ascuas hallaron el Santo Escapulario de María intacto, sin haber osado el fuego tocarle ni ofenderlo lo más mínimo.
Llegó presto a Milán la noticia del suceso, y el Sr. Vicario lo examinó y jurídicamente lo aprobó, para que en todo tiempo diésemos gracias a nuestra Madre amable, que así se digna consolar a los que con viva fe y rendida confianza acuden a su valiosísima protección en los instantes de inminente peligro.

 


CASTIGO EJEMPLAR

Ha sido táctica secular de los herejes protestantes ridiculizar las prácticas de devoción de los católicos, sobre todo las relacionadas con la Santísima Virgen. Pero, mal que les pese, Ella ha sido siempre la que quebranta con su huella inmaculada todas las herejías, como canta la Iglesia.

Una sacrílega parodia que hicieron los protestantes el año 1923, en la ciudad de Añasco, en la isla de Puerto Rico, es buena prueba de la popularidad inmensa que había alcanzado y que goza afortunadamente la devoción al Santo Escapulario de nuestra Madre del Carmen, que no en vano desfilaron por la isla apóstoles de la devoción a nuestra dulce Madre, tales como los padres Elías Sendra, Espiridión María Cabrera y el fervoroso y santo apóstol P. Elías Besalduch, y no menos lo es en la actualidad el benemérito Carmelita padre José Sánchez. Tratose, pues, de ridiculizar por los protestantes tal devoción como una de las de más honda raigambre entre los católicos.

El relato del caso es del Rvdo. P. Pedro de Arancibia, agustino, natural de abadiano, residente por aquellas fechas en Puerto Rico. El hecho tuvo lugar en la ciudad de Añasco, el día 24 de diciembre del mencionado año de 1923.

Celebraban, dice el P. Arancibia, los protestantes una velada, intentando ridiculizar nuestras devociones y hacer burla y chacota del clero católico.

En la tal velada tomaban parte una joven de apellido Domínguez, que desempeñaba el papel de princesa.

Un joven, Pietri, hacía de sacerdote católico. Pietri exigió dinero a la joven Domínguez. A la negativa de ésta, el cura Pietri, montando en cólera, insultó violentamente a la princesa, diciéndola:

“Te vas a condenar, eres mala católica”.

 La joven Domínguez, para demostrar su catolicidad religiosa, muéstrale un Escapulario de la Virgen del Carmen que pendía de su cuello. El iracundo y frenético cura se lo arrebata de las manos, diciendo:

“Esto es una tontería, una por…” levantando el brazo en actitud de arrojar al suelo el bendito Escapulario.

Pero Jesús, que suele tolerar con más paciencia los agravios inferidos a su persona adorable, suele hacer sentir su mano justiciera sobre los que se atreven a injuriar a su Santísima Madre.

En el presente caso no quiso que se profanara el honor de María y quedase en ridículo la devoción predilecta del pueblo católico de Puerto Rico.

El brazo que se levantara para arrojar el Santo Escapulario del Carmen, como herido por un rayo, queda inmóvil.

 El joven Pietri queda idiota; no sabe ni puede responder a los que, estupefactos, le preguntan qué le pasa.

 El que entró en la velada rebosante de salud y alegría, sale a hombros de sus amigos, paralítico, idiota y enfermo.

Los protestantes hubiesen querido ocultar el espantoso suceso, mas, por fortuna, había en la velada, también, algunos católicos, que pusieron inmediatamente en conocimiento de su párroco todo lo sucedido, el cual refirió lo ocurrido para edificación de sus feligreses, en las fiestas del día de Reyes, y en la de San Antonio Abad, patrón de la parroquia, escuchándole emocionados todos los fieles que asistían a la Santa Misa, en los que se aumentó más y más el fervor y la devoción hacia el bendito Escapulario de María Santísima del Carmen, siendo centenares los que le recibieron este último día.









 



Historia Del Monte Carmelo













Una caricatura que nos ayudará a descubrir a María y a reconocerla como uno de los más grandes regalos de Dios.









VIDEO: HOMENAJE A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN VIRGEN DEL MAR EN MEMORIA DE LOS QUE EN EL CIELO ESTÁN POR LOS MARINEROS Y HORQUILLEROS DE ALMUÑECAR - GRANADA-COSTA TROPICAL/ANDALUCÍA.ESPAÑA











LA VIRGEN DEL CARMEN ES LA ABOGADA
DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO.


ORIGEN DE LA VIRGEN DEL CARMEN




Nuestra Señora Del Carmen Virgen Del Mar

La virgen del Carmen es la abogada de las almas del purgatorio.



LA VIRGEN DEL CARMEN, UNA DEVOCIÓN CON MÁS DE VEINTE SIGLOS.


Carmen significa: tierra fértil que produce muy buenos frutos. Eso es la devoción a Nuestra Sra. del Carmen.

La historia de la Virgen del Carmen nace con el profeta Elías, en el Antiguo Testamento., 900 años antes de que María santísima naciera.

Las distintas advocaciones que Ella recibe son producto del lugar y del mensaje que Ella nos trae.

Así en distintos momentos de la historia Ella se ha mostrado vestida de diferentes maneras, es por esta razón que se le conoce con distintos nombres o advocaciones como por ejemplo La Virgen del Carmen, que toma su nombre en alusión al Monte Carmelo.


Corría el año 300 a J C,en el Primer Libro de los Reyes, se habla del profeta Elías, de la gran  sequía que sufría el país llevaban 36 meses sin agua y de los sacrificios ofrecidos en el Monte Carmelo.

Fue entonces que Elías prometió a Dios que el rey Ajaab y el pueblo abandonarían al dios Baal para que El terminara con la sequía que asolaba a la región.

 Después de varias veces que Elías subió al monte Carmelo “Cuando volvió la séptima vez, subía desde el mar una nubecita no más grande que la palma de la mano” (1 Rey 18, 4").
Al momento, apareció una gran señal cayó fuego sobre el altar y sonaron grandes truenos.,De pronto, el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Los religiosos carmelitas vieron en la nubecilla la presencia de la Virgen.

 El profeta Elías al ver el agua en abundancia; comprendió que la visión era un símbolo de la llegada del Salvador esperado, que nacería de una doncella inmaculada para traer una lluvia de bendiciones. Desde entonces, aquella pequeña comunidad se dedicó a rezar por la que sería madre del Redentor, comenzando así la devoción a Nuestra Señora del Carmen (o Carmelo).

En el siglo XIII, el Patriarca Latino de Jerusalén, delegado papal en Tierra Santa, les pidió a los ermitaños del Monte Carmelo que ordenaran su estilo de vida, lo cual se concretó gracias a los Papas Honorio III e Inocencio IV. De esta manera, nació la orden religiosa de los Padres Carmelitas, que se extendió por el mundo tanto en su rama masculina como femenina.

Posteriormente en el S. XVI Santa Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia es la reformadora del Carmelo descalzo reimpulsando la fuerza de su regla original, de oración y clausura. Y es así como se difunde a América.

En la Biblia encontramos diferentes pasajes que nos hablan del Monte Carmelo, considerado siempre bello, incluso sirvió como piropo en el Cantar de los Cantares: "Tu cabeza es como el Carmelo, de púrpura tu melena ... " (Cantar 7, 6-7).


Según la tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos    piadosos varones, que habían seguido la traza de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la fe cristiana, siendo ellos los primeros que levantaron un templo a la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios.

 Estos religiosos se llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII , con los Cruzados, aprobando su regla Innocencio IV en 1245, bajo el generalato de San Simón Stock.

El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a ese su fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo. Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios, no sólo para los religiosos de la Orden, sino también para todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte Carmelo y a todos los que lleven puesto su santo escapulario.

Llevando éstos el escapulario, que es la reducción del mismo hábito que llevan los Carmelitas, participan de todos los méritos y oraciones de la Orden y pueden esperar de la Stma. Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar las condiciones impuestas para su uso.

En este día pidamos que se acreciente la devoción a María Santísima que es tan espléndida con sus devotos al prometer a los que lleven puesto su santo escapulario la eterna salvación y el alivio y reducción de las penas del Purgatorio.







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