En
Reparación
Al Inmaculado Corazón De María
El Papa San Pío X el 12 de Julio de 1905
emitió un decreto en el que alababa esta práctica y ofrecía indulgencias por
ella.
"Jesús quiere servirse de ti para darme
a conocer y amar.
Quiere establecer en el mundo la devoción a mi
Inmaculado Corazón"
Los Sábados son tradicionalmente dedicados a la Virgen.
Desde muy antiguo la Santa Iglesia, a considerado el sábado un día dedicado a intensificar la devoción Cristiana a la Santísima Virgen, Madre de Dios y nuestra amantísima Madre.
SOR LUCIA VIDENTE DE FÁTIMA
Lucia es la mayor de los videntes.
Entró en la vida religiosa con las hermanas Doroteas, con las
que vivió en Pontevedra antes de entrar en la clausura Carmelita en Coimbra,
Portugal.
Durante su vida religiosa, recibe apariciones en las cuales la
Virgen Santísima le revela:
La petición de los Cinco Primeros Sábados de Reparación
La visión de la Trinidad con la petición de la consagración de
Rusia
Lucía, vidente de Fátima, era postulante
en el Convento de las Doroteas en Pontevedra,
España cuando tiene una aparición de la Virgen sobre una nube de
luz, con el Niño Jesús a su lado. La Santísima Virgen puso su mano sobre el
hombro de Lucía, mientras en la otra sostenía su corazón rodeado de espinas.
El Niño Jesús le dijo:
"Ten compasión del Corazón
de tu Santísima Madre. Está cercado de las espinas que los hombres ingratos le
clavan a cada momento, y no hay nadie que haga un acto de reparación para
sacárselas."
Inmediatamente dijo Nuestra Señora a
Lucía:
"Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan sin cesar con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y di que a todos los que, durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me hagan compañía durante 15 minutos meditando en los misterios del rosario con el fin de desagraviarme les prometo asistir en la hora de la muerte con las gracias necesarias para su salvación"
Lucía le habló (a Jesús) de la
confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en
los ocho días. Jesús contestó:
"Sí; todavía con más tiempo, con tal que me
reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado
Corazón de María".
Los
elementos principales de los 5 primeros sábados de reparación son:
1-confesión. Es esencial en el camino del arrepentimiento y la conversión.
2-Eucaristía: Recibir la Santa Comunión. El primer
fruto de esta devoción es el culto a la Santa Eucaristía en sus tres aspectos:
sacrificio, comunión y adoración. Acompañar al Santísimo Sacramento por quince
minutos.
3-rezo del Rosario con dos aspectos: oración y meditación. Se rezan cinco
misterios con la meditacion de los misterios.
La oración vocal del Rosario tiene siempre en su base un acto de
meditación interior en los misterios de la vida, sufrimiento y gloria de
nuestro Señor y de la Stma. Virgen. La jaculatoria que la Virgen pide que
recemos después de cada misterio:
"Oh Dios Mío,
Perdonad nuestros pecados,
Líbranos del fuego del infierno.
Lleva al Cielo a todas las almas
Especialmente a las más necesitadas
De vuestra Gran Misericordia".Amén.
¿Por qué 5 Sábados?
Después
de haber estado Lucía en oración, Nuestro Señor le reveló la razón de los 5
sábados de reparación:
"Hija mía, la razón es sencilla: se trata de 5 clases de
ofensas y blasfemias proferidas contra el Inmaculado Corazón de María:
(Estas 5 Reparaciones las podemos hacer
al inicio del Rosario o Mencionar una reparación en cada misterio)
1- Ofensas
y Blasfemias contra su Inmaculada Concepción. (En reparación de las ofensas y
blasfemias contra su Inmaculada Concepción.)
2- Contra
su Virginidad Perpetua. (En
reparación de las ofensas y blasfemias Contra su Virginidad Perpetua.)
3- Contra
su Divina Maternidad, rehusando al mismo tiempo reconocerla como Madre de los
hombres. (En reparación de las ofensas y
blasfemias Contra su Divina
Maternidad y Rechazo a reconocerla como Madre de los hombres.)
4- (En reparación) Contra los que
procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, indiferencia y
desprecio y aún el odio hacia esta Dulce y Santa Madre.
5- Contra
los que la ultrajan y profanan directamente en sus sagradas imágenes.”
(En reparación por las profanaciones Contra sus Santas Imágenes.)
"He aquí hija mía, porque ante este
Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña
reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que
tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre.
En
cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a
misericordia para con esas almas".
POR ESTE MISTERIO DE LA CONCEPCIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA HA ORDENADO EL ESPÍRITU SANTO QUE EL DÍA DEL SÁBADO FUESE CONSAGRADO A LA VIRGEN EN LA SANTA IGLESIA.
Revelado a la
Venerable: Sor María de Jesús de Agreda
Y el sábado, se hizo concepción, creando el
Altísimo el alma de su Madre e infundiéndola en su cuerpo; con que entró en el
mundo la pura criatura más santa, perfecta y agradable a sus ojos de cuantas ha
creado y creará hasta el fin del mundo ni por sus eternidades.
En la correspondencia
que tuvo esta obra con la que hizo Dios creando todo el resto del mundo en
siete días, como lo refiere el Génesis (Gén., 1, 1-31; 2, 1-3), tuvo el Señor
misteriosa atención, pues aquí sin duda descansó con la verdad de aquella figura, habiendo creado la suprema criatura de todas,
dando con ella principio a la obra de la Encarnación del Verbo
divino y a la Redención del linaje humano.
Y así fue para Dios este día como festivo y de pascua, y también para
todas las criaturas.
Por este misterio de la Concepción de María Santísima ha ordenado el
Espíritu Santo que el día del sábado fuese consagrado a la Virgen en la Santa
Iglesia, como día en que se le hizo para ella el mayor beneficio, creando su
alma santísima y uniéndola con su cuerpo, sin que resultase el pecado original
ni efecto suyo.
Y al instante
de la creación e infusión del alma de María
Santísima,
fue cuando la Beatísima Trinidad dijo aquellas palabras con mayor afecto de
amor que cuando las
refiere
Moisés (Gén., 1, 26):
Hagamos a María a
Nuestra imagen y semejanza, a Nuestra verdadera Hija y Esposa para Madre del
Unigénito de la sustancia del Padre.
Con la fuerza de esta
divina palabra y del amor con que procedió de la boca del Omnipotente, fue creada
e infundida en el cuerpo de María Santísima su alma dichosísima, llenándola al
mismo instante de gracia y dones sobre los más altos serafines del cielo, sin
haber instante en que se hallase desnuda ni privada de la luz, amistad y amor
de su Creador, ni pudiese tocarle la mancha y oscuridad del pecado original,
antes en perfectísima y suprema justicia a la que tuvieron Adán y Eva en su
creación.
Fuele también concedido
el uso de la razón perfectísimo y correspondiente a los dones de la gracia que
recibía, no para estar sólo un instante ociosos, -mas para obrar admirables
efectos de sumo agrado para su Hacedor.
En la inteligencia y luz
de este gran misterio me confieso absorta y que mi corazón, por mi
insuficiencia para explicarle, se convierte en afectos de admiración y
alabanza, porque mi lengua enmudece.
Miro la verdadera arca
del testamento, fabricada y enriquecida y colocada en el templo de una madre
estéril con más gloria que la figurativa en casa de Obededón (Sam., 6, 11) y de
David y en el templo de Salomón (3 Re.,8, 1ss); veo formado el altar en el
Sancta Sanctorum ( Ib.,6), donde se ha de ofrecer el primer sacrificio que ha
de vencer y aplacar a Dios; y veo salir de su orden a la naturaleza para ser
ordenada y que se establecen nuevas leyes contra el
pecado, no guardando las comunes, ni de la culpa, ni de la naturaleza, ni de la
misma gracia, y que se comienzan a formar otra nueva tierra y cielos nuevos
(Is., 65, 17), siendo el primero el vientre de una humildísima mujer, a quien
atiende la Santísima Trinidad y asisten innumerables cortesanos del antiguo
cielo y se destinan mil Ángeles para hacer custodia del tesoro de
un cuerpecito animado de la cantidad de una abejita.
Y en esta nueva creación
se oyó resonar con mayor fuerza aquella voz de su Hacedor que, de la obra de su
omnipotencia agradado, dice que es muy buena (Gén., 1,31).
Llegue con humildad
piadosa la flaqueza humana a esta maravilla y confiese la grandeza del Criador
y agradezca el nuevo beneficio concedido a todo el linaje humano en su Reparadora.
¡Oh dichosísima mujer, llámente bienaventurada
y alábente todas las
naciones y generaciones del orbe!
Reparación Sabatina
En Honra Del Corazón
De
María
Para
fomentar más la devoción al Corazón de María, se agrega este piadoso Ejercicio,
muy propio para los Primeros Sábados de mes, enriquecido con indulgencia
plenaria.
Oración
¡Oh
Inmaculado Corazón de María,
traspasado
de dolor por las injurias
Con que
los pecadores ultrajan vuestro
santísimo Nombre
y
vuestras excelsas prerrogativas!
Aquí
tenéis postrado a vuestros pies,
un
indigno hijo vuestro,
que,
agobiado por el peso de sus propias culpas,
viene
arrepentido y lloroso,
y con
ánimo de resarcir las injurias que,
a modo
de penetrantes flechas dirigen contra Vos
hombres
insolentes y malvados.
Deseo
reparar con este acto de amor y rendimiento,
Que hago
delante de vuestro amantísimo Corazón,
Todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto Nombre,
Todos
los agravios que se
infieren
a
vuestras excelsas prerrogativas
y todas
las ingratitudes con que
los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia.
Aceptad,
oh Corazón Inmaculado
Esta
pequeña demostración de mi filial cariño
y justo
reconocimiento, junto con el firme propósito
Que hago
de seros fiel en adelante,
De salir
por vuestra honra cuando la vea ultrajada
y de
propagar vuestro culto y vuestras glorias.
Concededme,
oh Corazón amabilísimo,
Que viva
y crezca incesantemente en vuestro santo amor,
Hasta
verlo consumado en la gloria. Amén.
Pídanse
las gracias que se desean conseguir por intercesión del Inmaculado Corazón de
María.
Para
obtener las gracias que hemos pedido, haremos las siguientes:
DEPRECACIONES
I.- Os venero, amabilísimo Corazón de
María, que ardéis continuamente en vivas llamas de amor divino; por él suplico, Madre mía
amorosísima, abraséis mi tibio corazón en ese divino fuego en que estáis toda
inflamada.
Rezar Avemaría y Gloria.
II.- Os venero, purísimo Corazón de María,
de quien brota la hermosa azucena de
virginal pureza. Por ella os pido, Madre mía inmaculada, purifiquéis mi impuro
corazón, infundiendo en él la pureza y castidad.
Rezar Avemaría y Gloria.
III.- Os venero, afligidísimo Corazón de
María, traspasado con la espada de
dolor por la pasión y muerte de vuestro querido Hijo Jesús, y por las ofensas
que de continuo se hacen a su divina Majestad; dignaos, Madre mía dolorida,
penetrar mi duro corazón con un vivo dolor de mis pecados y con el más amargo
sentimiento de los ultrajes e injurias, que está recibiendo de los pecadores el
divino Corazón de mi adorable Redentor.
Rezar Avemaría y Gloria.
Jaculatorias
¡Oh
Corazón Inmaculado de María,
compadeceos
de nosotros!
¡Refugio
de pecadores, rogad por nosotros!
¡Oh
dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
Un Padrenuestro a intención del Sumo Pontífice.
Para meditar cada primer sábado de mes los 15 minutos en los misterios del
Rosario -como nos pide la Virgen-, podemos hacerlo con las siguientes reflexiones
del P. Claret:
MISTERIOS DE GOZO
1.- Encarnación. Mira,
alma cristiana, qué humildad tan grande te enseña el Señor: siendo Dios se hace
hombre, carga con todas las miserias humanas, se sujeta a todas las
penalidades. Vistió con humildad, nunca con lujo; comió humildemente; huyó los
honores; nunca se alabó; todas las alabanzas las dirigía a su Padre celestial.
Aprende de Jesús a ser manso y humilde de corazón... Haz como la Santísima
Virgen, que no obstante de ser sublimada a la dignidad casi infinita de Madre
de Dios, se llama y se tiene por esclava, y es la que mejor ha imitado la
humildad y mansedumbre de Jesús.
2.- Visitación. Alma
cristiana, imita a María en las visitas que hagas, no murmures ni pierdas en
ellas el tiempo; edifica con el buen ejemplo, y ejercer la caridad con los
padres e hijos de la casa. Si los que visitas son pobres, socórrelos con lo que
puedas; y en lo que no alcances, súplelo con las buenas palabras, consejos y
oraciones, pues que no sólo de pan vive el hombre... Y debes saber que todo el
bien que hagas a tus prójimos, el Señor en el día del juicio te lo elogiará y
te lo premiará como si lo hubieras hecho a Él mismo.
3.- Nacimiento. Contempla,
alma cristiana, al pobreza de Jesús; siendo riquísimo, y dueño del cielo y de
la tierra, se priva de todo, y para que aun le falten las pequeñas comodidades
que podría haber tenido en la casa de Nazaret, quiere nacer en Belén... Es
preciso que nazca en una cueva desabrigada y falta de todo alivio, en una noche
de invierno, sin lumbre ni abrigo alguno. Aprende de la Sagrada Familia a no
quejarte cuando te veas despreciado; no te desconsueles cuando te veas sin
recurso de ninguna especie... Piensa que así se halló Jesús; dale gracias
porque te hace participante de sus penas, esperando que un día serás compañera
de sus glorias. Si posees riquezas, no tengas pegado a ellas tu corazón:
socorre con ellas a los pobrecitos, ya que por esto el Señor te las ha
confiado.
4.- Presentación. Para
enseñarnos la obediencia a las santas leyes de la Religión se sujetan a
ellas el Hijo y la Madre Virgen.
Alma cristiana, aprende de Jesús y de María a obedecer las santas disposiciones
y leyes de la Iglesia; guarda sus mandamientos, oye misa, confiesa, comulga...
Jesucristo y María, pudiéndose excusar de aquellas leyes antiguas, no se excusan, las cumplen
puntualmente, y tú buscas excusas en donde no las hay, dejándote engañar por la
pereza, por la soberbia, por los respetos humanos y por la irreligión.
5.- El Niño Perdido. Sin
culpa la Virgen y San José perdieron a Jesús; al instante le buscaron, y no reposaron
hasta que le hallaron. Alma cristiana, aprende de María y de José la diligencia
que has de tener en buscar a Jesús cuando le hayas perdido por el pecado...
¡Oh, si supieras que el perder la gracia de Jesús es mayor pérdida que si
perdieras todas las riquezas del mundo! ¡Ah, si reflexionaras que además has
perdido las riquezas del cielo, y te has hecho merecedor del infierno! ¡Ah,
cómo llorarías, cómo buscarías a Jesús con la solicitud de José y de María!...
Tú también lo hallarás en el templo; sí, en el templo lo hallarás, recibiendo
bien los santos sacramentos de penitencia y comunión.
MISTERIOS
DE DOLOR
1.- Oración del Huerto. Mira,
alma cristiana, a Jesús, puesto en la mayor tristeza, congoja y agonía;
compadécete de Él, pregúntale cuál es la causa de tan grande pena, y te
responderá que son tus pecados, y las penas que por ellos tienes merecidas; y
queriendo Él pagar por ti, se ve agobiado por lo mucho que ve ha de sufrir;
además, le aumenta la pena el saber tu poca gratitud y mala correspondencia.
Detente, alma cristiana; compadécete de Jesús, arrepiéntete de tus pecados, al
ver que con ellos has ofendido a un Dios tan bueno; trabaja para tu salvación y
haz que en ti no se malogren las penas de tu divino Redentor.
2.- Flagelación. Jesús es
inocente, y no obstante, le están azotando; es inocente, no tiene delitos
propios, pero ha cargado con los tuyos; por ellos es tan cruelmente azotado...
Yo soy el criminal, yo soy el que merezco esos azotes; haré penitencia todos
los días de mi vida en remisión de mis pecados.
3.- Coronación de espinas. Admira, alma cristiana, la paciencia de Jesús en sufrir
una corona tan dolorosa... Compadécete de Jesús, adórale por tu verdadero rey,
guarda sus santas leyes, imita sus virtudes de paciencia, sufrimiento, y por lo
tanto, cuando te veas perseguido, burlado, despreciado y calumniado, súfrelo
con paciencia como Jesús, y de esta manera conseguirás la corona de la gloria.
4.- Cruz a cuestas. Alma
cristiana, en la persona del enfermo, o del afligido con la cruz de los
trabajos y penas, has de mirar la persona de Jesús, y con la reflexión imita a
las hijas de Jerusalén; compadécete de Él; imita a la Verónica, enjúgale al
pobre paciente, enjúgale sus lágrimas y sudores con las tocas de la caridad.
Imita, además, a Simón de Cirene; ayúdale a llevar la cruz. Acompáñale como
María Santísima, y no le desampares jamás hasta la muerte. ¡Oh, qué mérito tan
grande contraerás para la gloria del Cielo!
5.- Crucifixión. Sabe, oh
alma cristiana, que nadie tiene mayor amor que el que da la vida por el amado:
pues Jesús la ha dado por ti; mira si te ama; amor con amor debe pagarse: ámale
de veras. Le amarás si guardas sus mandamientos, y si recibes bien y con
frecuencia los santos sacramentos... Imita a Nicodemo y a José de Arimatea, que
desclavaron de la cruz a Jesús; esto harás tú cuando recibas el sacramento de
la penitencia. Dice San Pablo que el que peca, vuelve a crucificar a Jesús;
luego el que se confiesa, lo desclava. Mas José de Arimatea le dio su sepulcro
para sepultarlo; tú le darás tu corazón, en el que le colocarás y tendrás por
medio de la comunión, con los aromas de las virtudes de la fe, esperanza,
caridad y humildad.
MISTERIOS DE GLORIA
1.- Resurrección. Mira, alma cristiana, cuán desfigurado estaba Jesús en el sepulcro,
muerto y amortajado; pero tan pronto como resucita, deja mortaja y sudario en
el sepulcro y sale triunfante y glorioso, sin jamás volver a morir. ¡Qué
felicidad! ¡qué hermosura! Los cristianos que reciben los santos sacramentos de
penitencia y comunión con buena disposición, resucitan a la vida espiritual,
cambiando la fealdad del pecado con la hermosura de la gracia. Así, alma
cristiana, resucita de veras como Jesús, y deja todas las ocasiones de pecar...
y te salvarás.
2.- Ascensión. Alma
cristiana, piensa que no eres creada para la tierra, sino para el cielo; el
cielo es tu patria; allí tienes a tu Padre, que es Dios; a tu Madre, que es
María santísima; a tus hermanos, amigos y compañeros, que son los ángeles y
santos. Tú eres sobre la tierra un peregrino, un viajero que siempre debes
suspirar por terminar pronto y felizmente tu viaje y llegar a tu patria... Es
este mundo un verdadero destierro y un triste valle de lágrimas. Ama a Dios de
veras, desea con vivas ansias ir al cielo, prepárate con acopio de buenas
obras, y está siempre dispuesto para partir, y el Señor, a no tardar, te
llevará a la gloria, en donde serás feliz por toda la eternidad.
3.- El Espíritu Santo. A la venida del Espíritu Santo los apóstoles quedaron
llenos de la gracia que les dio... He aquí lo que debes hacer tú, alma
cristiana: a todos se comunica la gracia, a unos de un modo, a otros de otro;
lo que importa es ser siervo bueno y fiel, no tener escondido el talento,
negociar con él hasta que venga el Señor y pedirnos cuenta y a darnos el
premio; y tanto mayor será la paga que se nos dará, cuanto haya sido más
profunda nuestra humildad, más constante nuestro trabajo y más heroica nuestra
paciencia.
4.- Asunción. Alma
cristiana, imita a María santísima, sé fiel a la gracia, camina siempre a la
perfección, nunca digas basta, ni vuelvas atrás por el pecado; siempre has de
perseverar y seguir adelante en el camino de la virtud; no te espantes por
tropiezos, no te arredres por enemigos, no te detengas por respetos humanos.
Todos los días oye misa, si puedes; reza el rosario, lee algún libro bueno,
anda siempre en la presencia de Dios, y ofrécele todas tus obras o
sufrimientos... y si en este bien obrar eres perseverante hasta el fin, tendrás
una buena y feliz muerte, y después la corona de la gloria, que tanto debes
desear.
5.- Coronación de María. Alma
cristiana, levanta la vista de la consideración; fíjala en aquel trono de
majestad y grandeza colocado a la derecha del Rey: allí está sentada María, y
coronada por Reina y emperatriz de cielos y tierra, y abogada de pecadores...
No se dispensa gracia alguna que no pase por sus manos: a Ella se le ha dado
todo poder en el cielo y en la tierra. Esa Señora tan poderosa es tu Madre la
más tierna y cariñosa; confía en Ella, acude a Ella en todas tus necesidades,
ámala con fervor, sírvela con fidelidad, obséquiala con devoción. Te doy
palabra que si eres devoto verdadero de María, y eres perseverante en su
devoción, alcanzarás en este mundo todas las gracias que necesitas, y en el
otro la eterna gloria, que tanto te deseo. Amén.
Visión De La Santísima Trinidad
Y
Petición
de la consagración de Rusia
En Junio del 1929, Lucía estaba ya con
las religiosas, Hijas Doroteas, y describe esta aparición así:
Pontevedra"...de repente
toda la Capilla del convento se alumbro de una luz sobrenatural, y una Cruz de
luz apareció sobre el altar, llegando hasta el techo.
En la claridad de la parte
superior se podía ver la cara de un hombre y su cuerpo hasta la cintura.
En el pecho había una paloma
de luz, y clavado en la Cruz había el cuerpo de otro hombre.
Por encima de la cintura,
suspendidos en el aire, podía ver un cáliz y una gran Hostia, en la cual caían
gotas de sangre del rostro de Jesús crucificado y de la llaga de su costado.
Estas gotas, escurriendo en
la Hostia, caían en el cáliz.
Debajo del brazo derecho de
la cruz estaba Nuestra Señora.
Era Nuestra Señora de Fátima,
con su corazón Inmaculado en su mano izquierda, sin espada ni rosas, pero con
una corona de espinas y llamas.
Debajo del brazo izquierdo de
la Cruz, grandes letras, como si fuesen de agua cristalina, que corrían sobre
el Altar formando estas palabras:
"Gracia y Misericordia".
"Entendí que era el
Misterio de la Sta. Trinidad que se me enseñó, y yo recibí luces acerca de este
misterio, que no se me permite revelar".
La Virgen le dijo:
"Ha venido el momento en que Dios pide al
Santo Padre que en unión con todos los obispos del mundo haga la consagración
de Rusia a mi Corazón, prometiendo salvarla por este medio".
Prevenía la difusión de sus errores y se adelantaba su
conversión."
Dic.1940 -Lucía recibe
permiso para escribir al Santo Padre Pío XII, pidiéndole esta consagración.
Oct. 1942 -Papa Pío
XII consagra al mundo con mención especial de Rusia.
Julio 1952
-Consagración especial solo de Rusia.
-1965 -Papa Pablo VI
también consagra a Rusia.
1982 -Papa Juan Pablo
II consagra el mundo al Corazón Inmaculado.
1984 -Papa Juan Pablo
II, Roma, ante la imagen de la Virgen, consagra el mundo colegialmente (con
obispos).
2000 -Año Jubilar, El
Papa Juan Pablo II consagra colegialmente (con obispos) el mundo y el III
milenio al Inmaculado Corazón el 8 de Octubre, durante el jubileo de los
obispos. En la víspera el Papa guía la oración de un rosario mundial.
A pesar de que esta consagración ya ha sido hecha varias veces
por diferentes papas la Santísima Virgen ha manifestado a través de diferentes
profetas y videntes que la consagración no ha sido aceptada.
Y es que esta consagración debe ser hecha EN UNIÓN CON TODOS LOS
OBISPOS DEL MUNDO, y pues HASTA EL DÍA DE HOY no se ha logrado.
Y aún más todavía….. hay pruebas de que otra monja usurpó a Sor
Lucia ., ya que ella falleció enclaustrada sin permitirle hablar con nadie.,
Por eso hay declaraciones de esta falsa Lucia diciendo que la consagración ya
ha sido aceptada., lo cual comprobaremos por el desarrollo de los
acontecimientos.
SOR LUCIA VIDENTE DE FÁTIMA
LA FALSA VIDENTE
(t) 13 de Febrero de
2005.
Proyección de cómo la hermana Lucía de
la década de 1940 se vería al final de su vida, a la derecha .
En la segunda fila, una foto conocida
de la madre de Sor Lucía
Proyección de cómo la Sor Lucía presentada por el Vaticano desde 1960 en adelante, se veía en su niñez, de
acuerdo con el servicio de regresión de edad.
En 1948 A los 41 años entró en la clausura de las carmelitas sometida a un aislamiento férreo por orden superior.
Esto continuó por largos años. La Última Entrevista Pública que la Hermana Sor Lucía dio fue al P. Agustin Fuentes en 1957.
En 1960 la impostora Sor Lucía es presentada por el Vaticano.
La primera
aparición pública fue 10 años después en 1967 con la visita de Pablo VI a Fátima, 50 años después de las apariciones.
La extrovertida Sor Lucía de la década de 1960, que comenzó a aparecer en eventos públicos y para posar con los Papas.
Este nueva sor Lucía mostraba un rostro cuadrado, alegre y robusto - muy diferente del rostro ovalado , triste y pálido de la sor Lucía que habló con el padre Fuentes - fue vista con mayor regularidad en 1982, después de la visita de Juan Pablo II
a Fátima.
La Última Entrevista
Pública que la Hermana Sor Lucía dio fue al P. Agustin Fuentes en 1957.
El Padre Agustín Fuentes y Sor Lucía en 1957.
En esa entrevista la
Hermana Lucía dijo que la Virgen le dijo:
“Lo último que Dios dará al mundo para su
salvación son el Santo Rosario y mi Inmaculado Corazón”
Estas afirmaciones
de la entrevista de la Hermana Lucía con el Padre Fuentes aparecen en una
traducción italiana fidedigna que el Hermano Michel anota en el tercer libro de
su trilogía TOUTE LA VÉRITÉ SUR FATIMA (Todo la verdad sobre Fátima) nota 1
página 337.
“El diablo quiere tomar
posisión de las almas consagradas. El trata de corromperlas para adormecer las
almas de los laicos y llevarlas así a la impenitencia final. El emplea todas
las tretas, aún yendo tan lejos como sugerir la demora en el ingreso a la vida
religiosa.
“Resultado de esto es la
esterilidad de la vida interior, y entre los laicos frialdad en materia de
renunciar a los placeres y su total dedicación a Dios”.
“Dígales también, Padre,
que mis primos Francisco y Jacinta se sacrificaron porque vieron siempre a la
Santísima Virgen muy triste en todas sus apariciones. Nunca se sonrió con
nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la Santísima Virgen, a
causa de las ofensas a Dios y de los castigos que amenazaban a los pecadores,
nos llegaban al alma; y no sabíamos qué idear para encontrar en nuestra
imaginación infantil medios para hacer oración y sacrificio (...).”
Lo segundo que santificó a
los niños fue la visión del infierno.
“Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los últimos tiempos del mundo, pero me lo dio a demostrar por tres motivos.
El primero, porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen y una batalla decisiva es una batalla final, en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de qué partido es la derrota. Así que ahora, o somos de Dios, o somos del demonio; no hay término medio.”
La segunda razón: “Lo
segundo, porque (la Santísima Virgen) me dijo, tanto a mis primos como a mí,
que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo; el Santo Rosario y la
devoción al Inmaculado Corazón de María; y , al ser los últimos remedios,
quiere decir que son los últimos, que ya no va a haber otros”.
La tercera razón: “porque siempre en los planos de la Divina Providencia, cuando Dios va a
castigar al mundo, agota antes todos los demás medios; y cuando ha visto que el
mundo no le ha hecho caso a ninguno de ellos, entonces, como si dijéramos a
nuestro modo imperfecto de hablar, nos presenta con cierto temor el último
medio de salvación, Su Santísima Madre. Porque si despreciamos y rechazamos
este último medio, ya no tendremos perdón del cielo; porque hemos cometido un pecado,
que en el Evangelio suele llamarse pecado contra el Espíritu Santo.
“Este pecado consiste en
rechazar abiertamente, con todo conocimiento y voluntad, la salvación que se
presenta en las manos; y también porque Nuestro Señor es muy buen Hijo; y no
permite que ofendamos y despreciemos a Su Santísima Madre, teniendo como
testimonio patente la historia de varios siglos de la Iglesia que con ejemplos
terribles nos indica cómo Nuestro Señor siempre ha salido en defensa del honor
de Su Santísima Madre.”
“Me decía Sor Lucía ”,
afirma el Padre Fuentes, “Dos son los medios para salvar al mundo ... la
oración y el sacrificio”
Y el Escapulario Marrón de
Nuestra Señora del Carmen que la Santísima Virgen sostenía en su mano el 13 de
Octubre, en la última aparición a los tres niños. Ella quiere que todos
nosotros usemos el Escapulario del Monte Carmelo, como explicó la Hermana
Lucía. Ella explicó que el Rosario y el Escapulario van juntos.
En 1251 Ella se apareció a San Simón Stock y le dijo, “Lleva mi
Escapulario. Será un signo de salvación y de protección en el peligro y una
prenda de paz. Quienquiera que muriera usando este Escapulario no sufrirá el
fuego eterno”. Todos los Papas desde el año 1280 han usado el Escapulario de
Nuestra Señora del Monte Carmelo.
El Escapulario es una versión acortada del manto carmelita. Del
manto de Elías se ha escrito en la Sagrada Escritura. Elías, cuando quiso
cruzar el Jordán, se quitó el manto, tocó el río y lo cruzó sin mojar sus pies.
Cuando Elías fue ascendido al Cielo y su profeta sucesor le pidió su poder, el
dijo “Si te dejo mi manto, sabe que has recibido mi autoridad profética”. Y
cuando el carro encendido separó a Elías y a Eliseo, entonces el manto de Elías
fue dejado para Eliseo.
El manto es, por consiguiente el símbolo de Elías. ¿Por qué de
Elías? Elias fue el que rogó para que hubiera una sequía. Elías, como todos los
profetas, supongo, tuvo el problema de llamar la atención de la gente. Y así,
al poco rato, cuando él no pudo llamar la atención de la gente de otra manera,
pidió a Dios que parara la lluvia que estaba cayendo. Así, por tres años y
medio no hubo lluvia. ¡Elías lo había logrado; él finalmente atrajo su
atención!
Elías pidió luego a Dios que volviera la lluvia. Después de todo,
la gente estaba hambrienta. El estaba en el Monte Carmelo. El tenía a su
ayudante con él y pidió la lluvia. Y él envió a su ayudante desde la cumbre del
Monte Carmelo hasta el mar. El hombre subió a la montaña y dijo “no hay lluvia”.
Elías pidió una segunda vez y una tercera vez, y aún una cuarta y una quinta y
una sexta vez. Cada vez él hizo bajar al hombre de la montaña, y cada vez el
hombre volvió a subir la montaña con el mismo mensaje, “no hay lluvia”.
Entonces Elías pidió a Dios una séptima vez que enviara lluvia. Su
ayudante bajó la ladera de la montaña, fue al mar, y percibió, saliendo del
agua salada del mar una pequeña nube. Era del tamaño de un pie. Esa nube creció
y creció y creció hasta que cubrió toda la tierra de Israel. El hombre subió
corriendo la montaña intentando contarle a Elías de la lluvia. La nube estaba
allí ante el hombre. Pero Elías comprendió algo sobre esta nube.
Aparte de contestar a su pedido, él comprendió que esa nube
simbolizaba a la Santísima Virgen María, porque era del tamaño de un pié. Esto
simbolizó el pié que aplastará la cabeza de la serpiente, el pié de la mujer
prometido por Dios en el Génesis 3:15. Es por eso que Elías fundó un grupo de
eremitas para vivir en el Monte Carmelo, para preparar la venida del Salvador y
de Su Madre. Ese grupo de eremitas continuó en el Monte Carmelo por siglos y se
convirtió en la Orden Carmelita de nuestros tiempos presentes.
San Buenaventura nos dice que hay otra razón por la cual la nube
representa a la Santísima Virgen. La nube era de agua dulce pero vino del agua
salada del mar. De la humanidad pecaminosa, representada por esta agua salada
de mar, viene la Unica, como fue llamada la Virgen, la Inmaculada Concepción.
Otros Doctores de la Iglesia han discernido una tercera razón para
ver a Nuestra Señora prefigurada por esa misma nube. Fue de una nube que vino
la lluvia. Y el agua representa simbólicamente la gracia. Todas las gracias que
vienen a la humanidad vienen a través de la Santísima Virgen María, vienen a
través de Nuestra Señora, quien es la Mediadora de todas la Gracias.
Siglos más tarde, Nuestra Señora se apareció al Superior General de
los Frailes Carmelitas, quienes fueron los sucesores de los Eremitas del Monte
Carmelo. Ella prometió que si ellos usaban el Escapulario – El Escapulario,
dicho sea de paso, usado sobre los hombros, de frente y de espaldas, como un
manto- lo pone a usted simbólicamente bajo Su protección, bajo Su manto.
Yo creo mucho pero ha veces dudo yo he tenido y tengo sueño premonición desde pequeña y vi la virgen en mis sueños incluso fui a Lourdes con personas mi salud cada día ha ido empeorando pero my fe la tengo gracias el mundo es el infierno da miedo es castigos pero pagan los pobres
ResponderEliminarVirginidad perpetua.
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