Mensajes De Dios Al Mundo, por las Almas del Purgatorio a María Simma.
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Entrevista a
María Simma Por Nicky Eltz
Austria 1993.
(María Simma
murió el 19 de marzo de 2004)
—María, al buscar una iglesia, ¿tiene alguna
sugerencia para quienes queremos buscar una comunidad para rezar en presencia
de Dios?
—Solamente
unas sugerencias para acercarse rápidamente a la totalidad de la verdad del
Evangelio. Se deben evitar las iglesias en las que no se habla claramente en
contra del aborto. También las lideradas por una persona con excesiva
capacitación y, por tanto, con demasiado poder; y las que atacan al Vaticano, y
aquellas que llevan actos sociales al interior de los templos. También se deben
evitar aquellas en las que se enseña que Satanás no existe. Y las "iglesias"
que invitan a participar en determinados ejercicios mentales diciendo que
acercan más a Dios. Esos ejercicios son muy peligrosos. ¡No podemos olvidar que
Jesús está siempre con nosotros y no necesitamos de ningún ejercicio mental
para llegar a Él!
Se
debe buscar una iglesia que crea en el Credo Niceno o el Credo de los
Apóstoles, o al menos, en alguna variante cercana.
—¿Existe algún tipo de oración en
particular que sea mejor que otra?
—No.
Dios nos conoce infinitamente mejor de lo que nosotros le conocemos a Él. Todos
hemos sido creados de maneras muy distintas, entonces la mejor oración para uno
es aquella en la que mejor rece. Y no hay que olvidar que Dios conoce lo que es
mejor para nosotros, para los demás y para el mundo entero, entonces lo mejor es
rezar mucho para que se cumpla siempre la voluntad de Dios. Y además de hacer
oración sería muy bueno seguir el consejo de Jesús en el Evangelio, y comenzar
también a ayunar.
El
ayuno beneficia nuestra vida de oración inmensamente, y la oración nos ayudará
a ayunar. Hay muchos libros muy buenos sobre el ayuno. Con la combinación de
oración y ayuno nos acercamos mucho más rápidamente a Dios y a su Madre en el
Cielo. Seamos como niños y abandonémonos a ellos con total confianza. Junto a
ellos encontraremos la paz y la verdadera alegría de estar vivos.
—¿Cuál es en su opinión la definición
correcta de ayuno?
—El
ayuno, tal y como lo practicó y enseñó Jesús, a la vez que la oración, es una
disciplina espiritual que debemos alcanzar inicialmente a la hora de consumir
alimentos. Nuestra Madre nos enseña que lo ideal es alimentarse de pan y agua
al menos un día (o dos o tres días) a la semana, preferentemente los viernes.
Pero esto también debería hacerse poco a poco y con prudencia, y nunca, por
ejemplo, en contra de las recomendaciones del médico. Hay que ayunar siempre de
forma prudente, como Dios querría que lo hiciéramos.
Ayunar
significa también abstenerse de cosas, de situaciones, de personas o de
tentaciones que puedan separamos fácilmente de lo que Jesús quiere para
nosotros. Situaciones que nos controlan y que hacen que perdamos la libertad de
realizar buenas acciones. La lista es infinita, por supuesto, ya que todos
somos distintos unos de otros. Algo que puede suponer una tentación para ti puede
no serlo para mí y viceversa. En nuestro corazón sabemos más que nadie lo que
más nos atrae y siempre debemos luchar por ser honestos y claros para discernir
lo que no necesitamos. Ayunar significa refrenarse hasta el punto en el que
podamos distinguir que Dios está haciendo más por nosotros que el mundo que nos
rodea. Ayunar es otra forma poderosa de llegar a Dios, y es muy importante
porque cada una de nuestras almas es mucho más valiosa para Él que el universo
entero.
Conozco
a personas que han ayunado durante siete, ocho o nueve años de forma continua
y, cuando dejaron el ayuno, se habían transformado interiormente de una manera
que podría considerarse totalmente milagrosa. Lo que había hecho Dios en ellas no puede lograrse mediante ningún otro
método o enseñanza que exista en el mundo.
Ayunar
nos ayudar a que rezar sea más fácil, y la oración también nos hace mucho más
fácil el ayuno. Y ayunar por las almas del purgatorio también les es de gran
ayuda, una ayuda por la que nos estarán eternamente agradecidas.
Hoy
en día hay una gran necesidad de hacer ayuno de televisión. Así, ayudaremos a
aquellas almas que no cumplieron con sus obligaciones familiares o dejaron de
lado a sus hijos. Sé que el purgatorio se encuentra repleto de estos casos.
Insisto, el valor del ayuno no tiene límite. Un pequeño ayuno de algo trae
aparejado mucho bien, al igual que una pequeña oración.
—¿Puede darme un ejemplo de una pequeña
oración que haya marcado una gran diferencia?
—Sí,
toda oración, por más pequeña que sea, es escuchada. Déjeme pensar. ¡Oh, sí!, y
en este caso también se trata de un alma que vino a mí hace algunos años.
Una
noche se me presentó un hombre, y tras haberme dicho lo que necesitaba para ser
liberado se quedó parado delante de mí y me preguntó: "¿Me conoces?
". Tuve que contestarle que no. Entonces me recordó que muchos años atrás,
en 1932, cuando yo tenía solamente diecisiete años, había viajado conmigo
durante un breve tiempo en el mismo compartimiento de un tren en dirección a Hall.
Entonces lo recordé. Este hombre se había quejado amargamente de la Iglesia y
de la religión, y yo respondí a sus quejas diciéndole que no era una buena
persona por criticar cosas tan sagradas. Mi respuesta le sorprendió, le enfadó
y me dijo: "Todavía es muy joven para que puedas echarme un sermón".
Entonces simplemente no pude resistir ser un poco grosera y le grité:
"¡Aun así soy más inteligente que usted! ". Eso fue todo, se puso a
leer el diario y no dijo una palabra más. Cuando llegó a su estación y se bajó
del tren, lo único que hice fue rezar por lo bajo: "Jesús, no permitas que
esta alma se pierda". Y cuando se me presentó, me dijo que esa pequeña
oración lo había salvado de perderse.
—María, ¿hay algunas oraciones a las que
tenga un especial cariño?
—¿En
mi caso? No realmente, pero me encanta ser testigo de lo que les ocurre a
quienes descubren lo que es verdaderamente la oración.
Con
frecuencia, animo a la gente a que vuelvan a descubrir a Jesús en la Adoración
delante del Santísimo Sacramento. Es una gracia enorme y una fuente de sanación
y de milagros que ha sido abandonada drásticamente por lo que hoy se llama la
Iglesia moderna. Hacer Adoración dos o tres veces a la semana llevaría la paz a
países enteros.
Por
mi parte, siento un amor especial por el rosario, que es tan purificador, en
especial para las familias.
Y
con frecuencia suelo aconsejar las oraciones de santa Brígida de Suecia, quien
recibió dos conjuntos de oraciones de Nuestro Señor y otro de Nuestra Madre.
Uno de los de Nuestro Señor se reza durante un año, mientras que el otro que
recibió de Nuestra Madre se reza durante doce años.
De Nuestra Madre recibió la devoción diaria a sus
Siete Dolores.
Nuestro Señor y su Madre
prometieron a santa Brígida tantas gracias a las almas que recen estas
oraciones, que debemos lograr que se vuelvan mucho más conocidas de lo que lo
son hoy en día.
Las
promesas de Nuestro Señor para quienes recen la serie durante doce años son las
que siguen. Las recuerdo porque son solo cinco; aun así, la inmensidad de estas
cinco promesas es innegable. A todos aquellos que recen estas oraciones Nuestro
Señor les promete:
Aquel
que las rece no sufrirá en el purgatorio.
Aquel
que las rece será aceptado entre los mártires como si hubiera derramado su
sangre por la fe.
Aquel
que las rece puede elegir a otras tres personas a quienes Jesús mantendrá en un
estado de gracia suficiente para que se santifiquen.
Nadie,
de las cuatro generaciones siguientes de quien rece estas oraciones, se
perderá.
Aquel
que las rece será advertido de su muerte un mes antes de que ocurra.
Pero
me gustaría advertir que nadie debe pensar que uno puede seguir viviendo como
quiere y que estas oraciones son una garantía para ir derecho al Cielo. Uno
debe vivir cerca de Dios con toda sinceridad mientras reza estas oraciones, y
desde entonces en adelante. Porque quien piense que puede ser más listo que la
Luz de Dios, se llevará una sorpresa muy incómoda cuando llegue el tiempo de ir
hacia ella.
—¿Las almas del purgatorio pueden pedir
otras cosas a sus familiares aparte de oraciones?
—En
algunas ocasiones, sí. Puede ocurrir que un alma que acortó su vida por fumar
demasiado venga a pedirle a un familiar que deje de fumar por un tiempo.
Entonces esto sería un ayuno, por supuesto.
—¿Es bueno y válido rezar por los animales?
—Sí,
es bueno y ciertamente tiene sentido rezar por los animales enfermos aunque no
tienen alma; podemos pedir por su paz y salud. Y deberíamos llevar a
bendecirlos, porque Satanás odia todo lo que está cerca de nosotros o nos
ayuda.
—¿Cuál es la importancia o el significado
espiritual de juntar las manos cuando rezamos?
—Si
juntamos las manos mientras rezamos Dios nos da más gracias. Esto es lo que las
almas me han dicho.
—¿Cuánto deberíamos rezar por los demás en
contraposición a lo que rezamos por nosotros mismos?
—¡Oh!
Deberíamos rezar mucho más por los demás que por nosotros mismos. Como norma
general deberíamos hacer menos por nosotros y dar más a los demás. Eso es lo
que Dios quiere de nosotros.
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