La Medalla
Jesús Rey de Todas las Naciones,
revelo a su servidora: Yo llevo esta medalla en el cielo
todo el tiempo, porque ésta me da a mí gran gloria. Esto Satisface mucho a mi corazón
Jesús dijo, "Es Mi Santísima Voluntad y
deseo que se acuñe una medalla según la semejanza que has visto de Mí.
La imagen
es un signo de que Yo Reino en el Cielo y la tierra y mi reinado está cercano.
……Yo deseo que esta medalla sea parte de toda la
devoción a mi, como "Jesús Rey de Todas Las Naciones".
Yo doy
esta imagen a la humanidad como una fuente de gracias y paz.
En mi
gran misericordia, es muy aceptable ante Mí, si así lo desean, el llevar la
medalla, mantenerla alrededor de ellos, o simplemente poseerlas.
Yo pido que ésta sea
"Mantenida en Reverencia".
Mis promesas
se aplican, sin importar cómo el alma escoja responder. Que recuerden que ésta
es un "vehículo" de mis gracias. Es la intención del corazón lo que
yo miro. Y dí a ellos que siempre recuerden lo que es más importante: Llevarme
a Mí, su Dios, en sus corazones, por medio de una fe viva y amorosa.
"Para facilitar a mis hijos, que son débiles, y para que puedan
venir a Mí más fácilmente, Yo les doy "avisos", imágenes Mías, en una
forma u otra.
La imagen Mía como "Jesús Rey de Todas Las Naciones", es un
regalo de amor de mi corazón a mis hijos, con el propósito de poner en sus
mentes mi recuerdo, y así ayudarlos a que me mantengan muy junto a sus
corazones, tal como mi Santísima Madre perfectamente lo hizo, cuando ella se
encontraba en la tierra. "Pero María, por su parte guardaba todas estas
cosas, y las meditaba en su corazón (Luc.2:19).
El
lado del frente de la medalla presenta a Jesús Rey de Todas las Naciones.
Alrededor
de aparece el tema de la devoción:
Oh Jesús!, Rey de Todas
las Naciones, Que tu reino sea reconocido en la tierra!.
El Lado reverso de la medalla muestra a Jesús
Eucarístico y a san Miguel Arcángel.
Jesús se apareció a sus "sierva" , como un
majestuoso rey, vestido con una gran corona de oro y un manto rojo adornado con
oro.
Los rayos de luz que emanaban de sus manos, símbolo de sus gracias
misericordiosas, brillaban desde las heridas en sus manos, y caían sobre una
gran globo terráqueo ubicado debajo de su Sagrado Corazón,
Jesús
dijo, "Estos
representa las gracias y bendiciones que yo estoy listo a derramar a través de
mi Santísima Madre.
Jesús
dijo, "esta
imagen mía... se convertirá en portadora de Mi gran misericordia y como un
recordatorio de los deberes y obligaciones de toda la humanidad para conmigo,
su Señor y Rey Soberano."
En el reverso de la medalla muestra a
Jesús nuestro Rey Eucarístico en la forma de la Sagrada Hostia y la Preciosa
Sangre con San Miguel Arcángel como protector de la Iglesia y Guardián del
Santísimo Sacramento.
Jesús
prometió: "Mi pequeña, serán enormes los milagros de
gracia que yo concederé a través de esta imagen y devoción Mía.
3. “Yo mismo, obtendré para estas almas la gracia de la conversión
diaria para aquellas almas que ya se encuentran en la iglesia, y la gracia de
la conversión a la Fe Verdadera para aquellas alma, que Cristo ama mucho
y que se encuentran actualmente alejados
de la santa Madre Iglesia Católica”
SAN MIGUEL ARCÁNGEL
PROTECTOR DE LA IGLESIA DE CRISTO EN LA
TIERRA Y GUARDIÁN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
San Miguel arcángel. En el lado reverso de la medalla se encuentra también
la imagen de San Miguel
Que fue enviado a su
servidora en muchas ocasiones. Jesús desea que el Santo Arcángel aparezca con Nuestro
Señor Eucarístico, en el lado reverso de la medalla.
San Miguel arcángel
aparece volando envuelto de gloria con una espada de fuego en su mano derecha
que se levanta sobre su cabeza. Su mano izquierda sostenía una balanza sobre la
tierra, representando la Justicia (Sab.
1:15). San Miguel vestía con una corona de diamantes brillantes y coronada por
una cruz. A la derecha de San Miguel más arriba de su cabeza, se veía o había
una sagrada Hostia con las letras “IHS” es el monograma que se deriva de la
palabra griega Jesús. Las gotas de la Preciosísima Sangre brotaban de la Hostia
Sagrada hasta caer al Cáliz, debajo de ésta.
Se le reveló a su
servidora que alrededor de la imagen debían aparecer las palabras “en aquel
tiempo se levantará Miguel “El gran Príncipe, Guardián de tu pueblo”.
(Dn.12:1).
San Miguel le revelo
que era la santísima Voluntad de Dios que a él se le honrara como el Protector
de la Iglesia de Cristo en la Tierra y como el Guardián del Santísimo
Sacramento.
(Santísimo
Sacramento = Eucaristía)
San Miguel le dijo a
la servidora de Dios, “Que las almas recurran a mí para obtener una renovada devoción
a Nuestro Señor en este Santísimo
Sacramento. Él, debe ser adorado, amado, dársele gracias, ser alabado bendecido
en este Gloriosísimo Sacramento”.
“Que las almas
recurran a mí en todos aquellos momentos que se comentan sacrilegios y
abominaciones en contra del Dios Altísimo en este Sacramento de su Amor. Yo prometo
poner en fuga a todo enemigo suyo. ¡Grande
es mi celo por la gloria de Dios!”.
ORACION A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
Arcángel San Miguel,
tú que eres el Guardián de nuestro pueblo, te honramos como el Protector de la
Iglesia de Cristo en la tierra y como el Guardián del Santísimo Sacramento.
Recurrimos a ti para
obtener una renovada devoción a nuestro Señor en este Santísimo Sacramento. Enséñanos a que lo
adoremos, amemos, le demos gracias, lo alabemos y bendigamos en este Glorioso Sacramento.
Que las almas
recurramos a Ti, Arcángel San Miguel en todos aquellos momentos en que se
comentan sacrilegios y abominaciones en contra del Dios Altísimo en este Sacramento de su Amor. Tu nos has prometido
poner en fuga a todo enemigo suyo.
¡Grande es el celo
por la Gloria de Dios!
“Queremos invocarte
bajo el titulo de “Protector de la Iglesia de Cristo en la tierra”. Protégenos
durante nuestra vida y en la hora de la muerte. Deseamos ser almas fieles católicas
para que nos envíes una escolta angélica cada vez que estemos ante la presencia
de Jesús eucaristía, acompañamos siempre que recibamos la Santa Comunión. Danos
la Gracia de la conversión diaria a la
Fe verdadera, y te suplicamos también por aquellas almas que Cristo ama mucho y que se encuentra
alejadas de la Santa Madre Iglesia Católica.
“San Miguel
Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y
asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre el su Poder, es nuestra
humilde suplica, y tu ¡oh Príncipe de la
Milicia Celestial!, con el Poder que Dios te ha conferido encadena en el infierno a satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la
perdición de las almas”. Así sea.
LAS PROMESAS DADAS
POR SAN MIGUEL
1. “Yo prometo a
todas esas almas que abracen esta devoción y me invoquen bajo mi título Protector
de la Iglesia de Cristo en la tierra, la protección en contra del enemigo durante
la vida y especialmente en la hora de su muerte cuando los ataques del enemigo
son mas violentos”
2. “Yo, el Arcángel Miguel,
prometo obtener para estas almas fieles católicas la preciosa gracia de una
escolta Angélica en la mesa de Nuestro Señor Jesucristo. Yo mismo acompañare a
estas almas que se acerquen a Nuestro
Señor en la Santa Comunión con reverencia, fe y amor”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario