Consagrarse:
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8 Diciembre
El Papa Juan Pablo II hizo su Consagración Total a Jesús a través de María según la fórmula de San Luis de Montfort (Totus Tuus) en su juventud. Esta unión con Jesús a través de Su Madre ha sido la fuerza que ha guiado su sacerdocio, su episcopado y su papado, y la que le dio la fortaleza y la sabiduría para guiar a la Iglesia Universal hacia el Tercer Milenio Cristiano de esperanza. El Papa Juan Pablo II es una inspiración para cada uno de nosotros en esta encrucijada de la historia, y creemos que sus enseñanzas perseverarán hasta el fin de los tiempos.
Dos dimensiones de la Consagración
La primera dimensión de la consagración del Papa
Juan Pablo II es Totus Tuus (traducido del latín “Todo tuyo”), dando todo a
Jesús a través de María.
“... cuando le
damos a María todos nuestros méritos ella los multiplica por sus propios
méritos incalculables. Esto pone en movimiento fuerzas espirituales positivas
para reparar el daño causado por el pecado y puede cambiar significativamente
el curso de la historia si suficientes
personas hacen este compromiso”. (Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, par.
1475 y 1477).
La segunda dimensión de la consagración del Papa
Juan Pablo II es Conságralos en la Verdad. Y se resume en el Evangelio de San
Juan, Capítulo 17, cuando del Señor dice:
Padre…la vida
eterna consiste en esto: en que te conozcan a ti el único Dios verdadero… Yo te
he glorificado aquí en el mundo, cumpliendo la obra que me encomendaste… No te
pido que lo saques del mundo, sino que los defiendas del maligno… Haz que ellos
sean completamente tuyos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad… Te
pido que todos sean uno lo mismo que lo somos tú y yo, Padre… que lleguen a la
unión perfecta, y el mundo pueda reconocer así que tú me has enviado, y que los
amas a ellos como me amas a mí.
Consagración
De Sí Mismo A Jesucristo,
La Sabiduría
Encarnada,
Por Medio
De María - Totus Tuus - Todo Tuyo
San Luis María Grignion de Montfort
SI, RENUNCIO
¿Renuncias a Satanás? Esto es:
- al pecado, como negación de Dios;
- al mal, como signo del pecado en el mundo;
- al error, como ofuscación de la verdad;
- al egoísmo, como falta de testimonio del amor.
R/ Sí, renuncio.
¿Renuncias a sus obras? Que son:
- vuestras envidias y odios;
- vuestras perezas e indiferencias;
- cobardías y complejos;
- vuestras tristezas y desconfianzas;
- vuestros materialismos y sensualidades;
- vuestras injusticias y favoritismos;
- vuestras faltas de fe, de esperanza y de caridad.
R/ Sí, renuncio.
¿Renuncias a todas sus seducciones? Como pueden ser:
- el creeros los mejores;
- el veros superiores;
- el estar muy seguros de vosotros mismos;
- el creer que ya estáis convertidos del todo;
- el quedaros en las cosas, medios, instituciones, métodos, reglamentos, y no ir a Dios.
R/ Sí, renuncio.
¿Renuncias a creeros superiores a los demás? Esto es a cualquier tipo de:
- abuso;
- discriminación;
- fariseísmo, hipocresía, cinismo;
- orgullo;
- egoísmo personal;
- desprecio.
R/ Sí, renuncio.
¿Renuncias a inhibiros ante las injusticias y necesidades de las personas e instituciones por:
- cobardía;
- pereza;
- comodidad;
- ventajas personales?
R/ Sí, renuncio.
¿Renuncias a los criterios y comportamientos materialistas que consideran:
- el dinero como aspiración suprema de la vida;
- el placer ante todo;
- el negocio como valor absoluto;
- el propio bien por encima del bien común?
R/ Sí, renuncio.
Después de renunciar a Satanás, renovamos las promesas del Bautismo. Así nos entregamos plenamente a Dios en Jesucristo.
Acto De Consagración
De Sí Mismo
Arrodillados ante Dios, en voz alta, y con todo el corazón:
Oh Sabiduría eterna y encarnada!
¡Oh amable y adorable Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre,
Hijo único del Padre Eterno y de María, siempre Virgen!
Os adoro profundamente en el seno y en los esplendores de vuestro Padre, durante la eternidad, y en el seno virginal de María,
vuestra dignísima Madre, en el tiempo de vuestra Encarnación.
Os doy gracias porque os habéis anonadado tomando la forma de un esclavo para sacarme de la cruel esclavitud del demonio.
Os alabo y glorifico porque os habéis sometido a María, vuestra Santa Madre, en todo, a fin de hacerme por Ella vuestro fiel esclavo.
Pero ¡ay! Ingrato e infiel como soy, no he cumplido las promesas que tan solemnemente os hice en el bautismo; no he guardado mis deberes,
no merezco ser llamado vuestro hijo ni vuestro esclavo, y como nada hay en mí que no merezca vuestra repulsa y vuestra cólera, no me atrevo a aproximarme por mí mismo a vuestra Santísima y Augusta Majestad.
Por eso he recurrido a la intercesión de vuestra Santísima Madre, que Vos me habéis dado como medianera para con Vos, y por este medio espero obtener de Vos la contrición y el perdón de mis pecados, la adquisición y la conservación de la Sabiduría.
Os saludo, pues, ¡oh María Inmaculada!
Tabernáculo viviente de la Divinidad,
En donde la Sabiduría eterna escondida quiere ser adorada
por los Ángeles y los hombres.
Os saludo, ¡oh Reina del cielo y de la tierra!,
a cuyo imperio está sometido, todo lo que está debajo de Dios.
Os saludo, ¡oh refugio seguro de los pecadores
cuya misericordia no falta a nadie!
Escuchad los deseos que tengo de la divina Sabiduría,
y recibid para ello los votos y las ofertas que mi bajeza os presenta:
Yo, N ...., pecador infiel, renuevo y ratifico hoy en vuestras manos los votos de mi bautismo; renuncio para siempre a Satanás, a sus pompas y a sus obras, y me entrego enteramente a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, para llevar mi cruz tras Él todos los días de mi vida. Y a fin de que le sea más fiel de lo que he sido hasta ahora, os escojo hoy, ¡oh María!, en presencia de toda la corte celestial, por mi Madre y mi Señora.
Os entrego y consagro en calidad de esclavo mi cuerpo y mi alma, mis bienes interiores y exteriores, y aún el valor de mis buenas acciones pasadas, presentes y futuras, otorgándoos un entero y pleno derecho de disponer de mí y de todo lo que me pertenece, sin excepción, a vuestro agrado, a la mayor gloria de Dios, en el tiempo y en la eternidad.
CONSAGRACIÓN A MARIA
Un acto de devoción, promovido por San Luis María Grignion de Monfort (1673-1716), que consiste en entregarse enteramente a Jesús a través de María. Al hacer el acto de consagración, la persona se entrega a María como esclavo, y a través de ella a Jesús. Esta entrega lo abarca todo, vida, actividades, pensamientos, deseos... para entrar en una completa dependencia en María como quien trabaja sin salario, simplemente confiando recibir lo necesario de su Señora a quien le ha entregado todo su ser y de quien depende enteramente con la confianza de un hijo amado.
La devoción que mejor nos consagra y conforma
a Nuestro Señor es la devoción a su Santísima Madre. Y cuanto más te consagres
a María, tanto más te unirás a Jesucristo.
«¡Feliz,
una y mil veces, el que, después de haber sacudido por el bautismo la tiránica
esclavitud del demonio, se consagra a Jesús por María, como esclavo de amor!»
La
Iglesia, por otra parte, no solamente ha impulsado las consagraciones
personales a María, sino que también en los tiempos modernos ha consagrado el
mundo entero al Inmaculado Corazón de María, especialmente en actos de Pío XII
(1942) y de Juan Pablo II (1982). Éste, como es sabido, elige como lema de su
Pontificado ese Totus tuus que San Luis María profesaba (Tratado 216). Y elogia
esta forma de devoción monfortiana en su encíclica Redemptoris Mater (1987,48).
La Importancia de la Consagración
La consagración es un estilo de vida
que te protegerá a ti y a tu familia en estos tiempos peligrosos. Te ayudará a
ser totalmente dócil a María, que es un espíritu con su Hijo, convirtiéndote en
su “esclavo consagrado”, a quien ella moldea hasta convertirle en la imagen de
su Hijo.
Para los que no han hecho la
Consagración Total que el Santo Cielo ha estado pidiendo con tanta urgencia Visitar
este enlace:
Y continuar renovando la consagración Total al Inmaculado Corazón de María de cuando
en cuando.
La consagración que viene al final de la consagración Total
puede hacerse a diario o también esta de Acto de consagración de sí mismo o alguna otra que sea de su agrado.
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