Hoy la Iglesia vive la Solemnidad de San Pedro y San Pablo
San
Pedro acordándose de aquellas palabras del Salvador:
«Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra»,
salió Pedro de Roma durante la noche, pero he aquí que mientras caminaba por la
Vía Apia, apareciósele, según refiere San Ambrosio, el mismo Cristo en las
puertas de la ciudad, con una pesada cruz cargada en sus espaldas. Lleno de
asombro, preguntó Pedro al Salvador: Señor, ¿a dónde vas? Y
el Salvador contestó: «A Roma, para
ser nuevamente crucificado.» Y desapareció al punto.
Pedro comprendió en seguida que el Señor le mandaba que regresara a Roma para
sufrir muerte de cruz y volvió atrás sus pasos.
Esta revelación nos muestra porqué un papa jamás
renuncia al papado por voluntad propia.
Y mucho menos lo haría Nuestro Santo
Padre Benedicto xvI, a quien le apodaban "El pastor Alemán", por su
celo pastoral para defender la fe.
Esta celebración recuerda que San Pedro fue elegido por Cristo:
“Tú
eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”, quien con humildad aceptó la misión de
ser “la roca” de la Iglesia.
El Papa por su parte, como Sucesor de Pedro y Vicario de Cristo,
es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, así de los obispos
como de la multitud de fieles.
Es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad
plena, suprema y universal. Por ello se festeja también en esta fecha el
día del Sumo Pontífice.
El guardián del papa
El arzobispo Georg Ganswein,
secretario personal de su S.S. papa Benedicto XVI. ¡Ha! Y se le antojo a Bergoglio que fuera
también su secretario personal así que
ahora el P. Gorge trabaja doble porque si no se tendría que dedicar solamente a Jorge Mario Bergoglio.
En medio de un mar de
intrigas y traiciones, este obispo ha permanecido fiel al lado de Benedicto
XVI. Lo llaman ‘El buen Georg’.
Georg Gänswein, su secretario
personal y a quien elevó a la dignidad de obispo. Dicen que lo hizo como premio
a su inquebrantable lealtad, pues, según la prensa vaticana, Gänswein ha sido
el único hombre que ha permanecido fiel a su lado en medio de la fiera lucha
por el poder, las traiciones y las intrigas .
Georg Gänswein se convirtió
en el secretario personal de Joseph Ratzinger un año antes de que fuera
nombrado papa.
Habían trabajado juntos desde 1996, cuando éste era el cardenal
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Gänswein era entonces un
perfecto desconocido, un excartero que tuvo que trabajar para pagar sus
estudios y que llegó al Vaticano en los años 80 para desempeñar todo tipo de
funciones. Por designios divinos, siempre al lado de Ratzinger.
Como su secretario personal,
Gänswein se convirtió en un verdadero guardián, en el verdadero poder, en el
que determinaba quién entraba al apartamento papal, en donde Benedicto XVI se
refugió, acorralado por las luchas entre los cardenales. Según los medios
vaticanos, fue “un pararrayos en medio de las intrigas y peleas que se
desataron durante sus ocho años de pontificado”.
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IGLESIA, Y LAS PUERTAS DEL INFIERNO JAMÁS PREVALECERÁN CONTRA ELLA. A TI TE
DARÉ LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS; Y LO QUE ATES EN LA TIERRA QUEDARÁ
ATADO EN LOS CIELOS, Y LO QUE DESATES EN LA TIERRA QUEDARÁ DESATADO EN LOS
CIELOS» Mateo 16, 13-20 -
29 DE JUNIO FIESTA DE SANPEDRO Y SAN PABLO
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