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lunes, 16 de septiembre de 2024

¿PORQUÉ LA IGLESIA PERDIÓ TODOS SUS BIENES?



 

En este video que compartimos,  “PROFECÍA DEL FIN DEL GRAN CISMA DE HILDEGARDA DE BINGEN” está la revelación que Nuestro Señor le hizo a santa Hildelgarda, Doctora de la Iglesia, donde se le revela el porqué la iglesia perdió todos sus bienes.

 

“Dado que el cuerpo de la iglesia universal casi solo codicia cosas temporales y abusando de los bienes transitorios y caducos, dedica poco esfuerzo a buscar los tesoros inagotables y a salvar almas, será gravemente agitada y arruinada en la posesión de cosas escurridizas, no retendrá de forma pacífica ninguno de todos sus reinos, tierras y posesiones mundanas, porque donde hay cadáveres se contentará la rapacidad de los buitres y los prelados de las iglesias se afligirán y llorarán porque sus ciudades y dignidades caerán en beneficio de los impíos y tanto ellos como otras personalidades eclesiásticas serán expoliados(despojar con violencia o iniquidad) no menos por sus propias ciudades que por las ajenas y entonces se darán cuenta de que fue estúpido e irreligioso abandonar la situación de la iglesia primitiva y de los primeros padres quienes siguiendo las huellas de Cristo con pureza de conciencia y despreciando las cosas terrenas dominaban todos los elementos en igual medida que todos los reinos del mundo y nadie se atrevía a luchar contra su fuerza y poder dado que provenían del cielo y dado que la iglesia se ocupa en desenvainar la espada material que a san Pedro se le ordenó mantener guardada en la vaina, la espada espiritual echará a perder su cabeza y apenas se encontrará en la iglesia quien obre virtudes, dispense salud, expulse demonios y gobierne frente a los señoríos”.

 

 

domingo, 15 de septiembre de 2024

MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA, FALSO PADRE DE LA INDEPENDENCIA DE MÉXICO, VERDADERA HISTORIA DE MÉXICO



Advertencia:

 

Cuando un historiador verdaderamente católico trata de personajes consagrados como héroes por el liberalismo imperante en la historia oficial mexicana, puede causar resquemores, dudas, incomprensión o franca antipatía aún entre los lectores que dicen pertenecer a la religión católica.

 

Pero cuando se trata del llamado “Padre de la patria mexicana”, como aparece en los libros y documentos oficiales que existen en todos los centros educativos de la nación, y más aún, cuando se le rinde el máximo homenaje popular en la llamada fiesta nacional del 15-16 de septiembre, entonces no falta quien descalifique, a priori, al que se atreva a derribar ese supuesto héroe de su pedestal.

 

 

Durante casi doscientos años (1) ha sido tan intensa y constante esta falsa afirmación, dada desde las altas esferas políticas y gubernamentales hasta los más modestos ayuntamientos o alcaldías y, por supuesto, en todos los centros educativos laicos y no pocos religiosos, dentro y fuera del país donde existen comunidades mexicanas. Que aquí nos encontramos con un caso muy grave de distorsión de la verdad histórica, de suplantación de la realidad por ocultamiento de los motivos que llevaron a Miguel Hidalgo a semejante empresa revolucionaria. Y de la extraña paradoja que han contemplado unas diez generaciones de mexicanos; de ver elevado a los altares liberales anticristianos a un sacerdote de la Iglesia Católica nombrándolo “Padre de la Independencia mexicana”. Pero, vamos a demostrar que no hay contradicción, que todo está lógicamente encadenado por el hilo conductor de la actuación de las sociedades secretas entre los individuos y los pueblos ajenos a ellas.