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lunes, 25 de enero de 2016

QUIEN LAVA LOS PIES A LA MUJERES AUTOMÁTICAMENTE, PIERDE LA OBEDIENCIA DE LOS FIELES.



























UN PAPA LEGÍTIMO Y VERDADERO NUNCA SE ATREVERÍA A HACER ESTAS OBRAS NI COMO PAPA, NI COMO OBISPO, NI COMO SACERDOTE. ESTA OBRA NACE DEL ORGULLO DE BERGOGLIO. Y EL ORGULLO ES UNA OBRA PECAMINOSA. Y TODOS EN LA IGLESIA PUEDEN ATACAR AL ORGULLOSO, AL SOBERBIO, COMO DIOS LO HACE EN EL EVANGELIO.

EL CATÓLICO ESTÁ OBLIGADO A OBEDECER A LA JERARQUÍA QUE ENSEÑA LA VERDAD. Y LA VERDAD ES EL MAGISTERIO AUTÉNTICO E INFALIBLE DE LA IGLESIA. ESTE MAGISTERIO NADIE LO PUEDE TOCAR, NADIE LO PUEDE CAMBIAR. LAVAR LOS PIES A LOS VARONES SACERDOTES O SEMINARISTAS PERTENECE AL MAGISTERIO AUTÉNTICO E INFALIBLE DE LA IGLESIA. QUIEN LAVA LOS PIES A LA MUJERES ESTÁ ENSEÑANDO UN MAGISTERIO PROPIO, QUE NO PERTENECE A LA IGLESIA.

(MISAL ROMANO: REIMPRESIÓN ACTUALIZADA DE 2008, P. 263).

HAY QUE LAVAR LOS PIES A LOS VARONES, NO A LAS MUJERES, PORQUE:

«NADIE, AUNQUE SEA SACERDOTE, AÑADA, QUITE O CAMBIE COSA ALGUNA POR INICIATIVA PROPIA EN LA LITURGIA» (SC 22 §3).

EL SACERDOTE REPRESENTA A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y EL ES HOMBRE NO MUJER.














































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