El Padre
Pío, en abril de 1969, se presentó a un alma, víctima extraordinaria.
Padre Pío de Pietrelcina (Francisco Forgione),
Santo
Presbítero Capuchino, 23 de septiembre ...
Un hombre de oración y sufrimiento
Martirologio
Romano: San Pío de Pietrelcina (Francisco) Forgione, presbítero de la Orden de
Hermanos Menores Capuchinos, que en el convento de San Giovanni Rotondo, en
Apulia, se dedicó a la dirección espiritual de los fieles y a la reconciliación
de los penitentes, mostrando una atención particular hacia los pobres y
necesitados, terminando en este día su peregrinación terrena y configurándose
con Cristo crucificado (1968)
"Siempre humíllense amorosamente ante Dios y ante los hombres.
Porque Dios le habla a aquellos que son verdaderamente humildes de corazón, y
los enriquece con grandes dones."
Queridos amigos, la Iglesia se alegra
hoy celebrando la memoria del Santo Padre Pío de Pietrelcina.
Humildísimo Padre San Pío de
Pietrelcina, Tú que verdaderamente has amado a la Santa Madre Iglesia., Ruega a
Dios, nuestro Señor, para que el clero de la Santa Iglesia salga
victorioso en esta gran prueba y batalla final.
El Padre
Pío, en abril de 1969, se presentó a un alma, víctima extraordinaria: Sus rasgos eran humanos y de ellos
emanaba suavidad, fragancia y luz. Al contemplarlo, se podía comprender, en
cierto modo, qué gloria le cupo en el Cielo, después de una vida de martirio en
la tierra, gastada en amor de Dios. De la extremidad de sus dedos (pulgares e
índices), con que tocaba a Jesús Eucaristía, salían rayos luminosos, por cuanto
su vida se había hecho digno, en cuanto le fue posible, de tocar con sus dedos
la Hostia Consagrada.
NOTA:
EL PADRE PIO ES LA PERSONA QUE MÁS HA SOPORTADO Y VIVIDO LA PASIÓN DE CRISTO Y
HA SIDO PREMIADO NO SOLO CON LA VIDA ETERNA., SINO QUE LE HA SIDO DADO UN
TRONO.
MENSAJES DEL PADRE PÍO A UN ALMA
(Para leer y meditar)
PRIMER MENSAJE
El Padre Pío, durante su vida, se
aparecía a muchos por bilocación. Después de su muerte continúa manifestándose
a ciertas personas.
Estos son los mensajes que entregó a un alma
privilegiada para que los diera a conocer al mundo.
"El Padre Pío estaba rodeado por
una luz maravillosa, en medio de flores y circundado de Angeles. Sus llagas
eran luminosas, pero sobre todo la llaga del costado. Sobre el pecho tenía una
Cruz, pero sin Crucificado. El Crucificado era el mismo Padre Pío.
En seguida, le trasmitió un MENSAJE
que dice así:
"Querido
hermano... escribe:"
¡No
tengas miedo! ¡Soy el Padre Pío!¡Viva eternamente Cristo, Rey y Señor de todo
el universo! Desde el trono de mi gloria, te hago llegar mi palabra, mientras
estás en el mar tempestuoso de la vida humana, que se debate y nada en el
estiércol de toda clase de inmundicias.
Yo, Padre Pío, amante de Jesús Crucificado, copia viviente de su vida
crucificada, tengo el permiso de comunicarte todo lo que me sucedió apenas
expirado.
El Omnipotente Dios; justísimo y amabilísimo, permitió que mi alma permaneciese
todavía tres días en el globo terráqueo, a los píes del Tabernáculo (Sagrario),
para reparar todas las irreverencias que se habían cometido en el lugar santo
de Dios, a causa de mi presencia atendiendo la gente. El haber quedado tres
días a los pies del Tabernáculo no significa pérdida de la santidad que la
infinita bondad de Dios tuvo a bien concederme. En el momento de mi tránsito,
comprendí a la luz de Dios, la necesidad de un acto completo de reparación por
todas las almas que, durante tantos años, cometieron por mi
causa muchas faltas de reverencia delante del Santísimo Sacramento.
El alma enamorada de Dios, conociendo a la luz del Sol Eterno que se aproxima la belleza de Dios, se precipita por si misma a dar al Señor el último testimonio de amor y reparación.
Por
lo tanto no hay que maravillarse por aquellos tres días de reparación.
Al
mismo tiempo fui hallado digno de ser semejante a Cristo hasta en el ingreso en
la fulgente gloria que me esperaba. ¿No permaneció Cristo tres días y
tres noches en el sepulcro? El cuerpo virginal de nuestra dulcísima Madre
Inmaculada, ¿acaso no quedó en la tierra tres días y tres noches?
Inescrutables designios de Dios que la razón humana no puede comprender.
Durante ese tiempo, el alma Santísima de Jesús gozaba de la gloria beatífica de
la Divinidad en el seno de su Padre Celestial; en cambio para mí, los tres días
pasados al pie del Tabernáculo (Sagrario) fueron bastante penosos.
Después, el alma emprendió su vuelo, deteniéndose en las mansiones de la gloria
para contemplar toda la grandeza de un Dios Omnipotente. Luego franqueé el
último umbral donde el alma abismada, contempla todos los arcanos que se gozan
en el Paraíso (ver nota al final).
No
hablo del gran premio que he merecido por tantos sufrimientos soportados en la
tierra, pues, si me fuera posible, hubiera preferido quedarme en la tierra para
sufrir hasta el fin del mundo para reparar por la gran Majestad de Dios tan
ultrajada y para poder salvar todavía más almas.
¡Oh
almas negligentes.. .valorad vuestra existencia! ¡Haced de ella un gran tesoro
para la vida eterna!
Pero
mi misión continuará todavía.. No permaneceré inactivo. Acompañaré a las almas
que me fueron queridas y vigilaré a las que vacilen en la Fe. Estaré con
vosotros mientras así lo disponga la Divina Voluntad.
¡Invocadme en vuestros momentos penosos, en el
tempestuoso valle de lágrimas! Os ayudaré y os asistiré para que no vacile
vuestra Fe y deis gloria al Señor que os ha creado de la nada.
En el Cielo estoy en
constante coloquio con Dios para salvar las almas, pero especialmente recurro a
la Reina del Cielo y de la tierra junto a Nuestra Señora, desempeño mi
misión... Es tiempo de gran corrupción en el mundo, pero es también tiempo de
gran Misericordia por parte de Dios, que sigue esperando que sean utilizados
sus méritos infinitos.
"Te he dicho
que hice mi Purgatorio al pie del Tabernáculo. Esta ha sido la voluntad del
Señor. Habría podido hacerlo más prolongado y de distinto modo. Mi Purgatorio
lo hice en vida sobre la tierra, signado con las llagas de Jesús Crucificado y
con el alma continuamente en penosa congoja, semejante a la que padeció Jesús
en la Cruz en su dolorosa agonía. He podido vivir tanto, gracias a la
asistencia que me proporcionaba el Señor.
¿Quieres
saber cuál es mi gloria? Sólo puedes formarte de ello una pálida idea.
Hay
gozos paradisíacos que se descubren siempre de nuevo, y uno queda siempre
extasiado... Pero no hay para todos la misma gloria... El alma que ha amado
más, que ha sufrido más y que se mantuvo en la verdadera pureza, esa alma es
capaz de saborear mucho mejor el misterio incomparable de la Celestial
Jerusalén.
Yo
me hallo junto a mi querido Padre Francisco (San Francisco de Asís), rodeado de
Querubines y Serafines que entonan el himno del amor y de la gloria.
En
el mundo se vive sin Fe, o tal vez con Fe lánguida. Los que están
más cerca del Señor podrían trabajar más y embellecer su alma con jugos
vitales..¡Dichosas las almas que, como industriosas abejas, llegan a alcanzar
la meta celestial con la corona bien formada sobre su cabeza!
Mientras
tanto, en el mundo sólo se piensa en gozar y se peca mucho. Hay amenazas por
parte de Dios que se van a cumplir inexorablemente. Toda la Corte celestial
adora a la Omnipotencia Divina y le suplica que se aplaque. Por eso mismo...
rogad todos y ofreced sacrificios.
Todos
dicen: ¡Ha muerto el Padre Pío ! ¡Ha muerto el Padre Pío! Mas ¿cómo puede
llamarse "muerto" al que ha alcanzado la verdadera vida, la
eternidad? El alma inmortal abandona sus despojos mortales, o sea el cuerpo,
para gozar de la verdadera felicidad. Muertos son los que viven alejados de
Dios, sin vivir la verdadera vida, esto es: la gracia divina. El alma muerta a
la gracia, viviendo en las tinieblas, tiene su cuerpo como un cadáver
ambulante, sin consistencia esencial.
Toda
la vida que anima al cuerpo es la sustancia real emanada de la vida del alma.
De ahí que el título de muerte, para los seguidores de Cristo, es absurdo. Se
debería llamar "tránsito" "viaje a la casa paterna".
En
el mundo se viaja mucho, llevando el alma en el frágil vaso que la contiene. De
ahí arrancan las facultades intelectuales operantes, producidas por el alma.
¡Ay de aquellos que no conocen bien lo que significa pasar de la tierra a la
eternidad! Se experimenta un gran miedo porque no se vive de la realidad vital.
Por esto, se da mucha importancia a la humanidad, viviendo a medias.
¡Amad la verdadera vida que os conduce a Cristo! ¡la carne debe servir de
instrumento para atesorar méritos con miras al viaje que conduce a las bodas
eternas! "¡Nada de miedos!" El que sepa viajar, encontrará su
triunfo...! El triunfo de haber custodiado bien el tesoro del alma inmortal en
unos despojos mortales, terrestres, llamados "cuerpo", el cual
también resucitará resplandeciente al final, para gozar de la felicidad celestial.
Cuanto más frenemos el cuerpo, mortificando sus fuertes pasiones y
manteniéndolo en la pureza, tanto más nos servirá para obrar el bien y tanto
más brillará en la feliz eternidad.
La
muerte no es tal para los que hayan vivido la vida de Cristo, sino que es vida.
El alma es el centro vital de todo el ser humano. Apenas deja, el cuerpo, se
lanza como flecha hacia Dios, Fuente de vida para iniciar la vida sin fin...
Siendo así, las almas en gracia de Dios no deben experimentar ninguna especie
de terror al aproximarse la hora suprema de su encuentro con el Creador".
"Muchas
personas me han tenido por áspero... irascible.. ¡He aquí el motivo! ¡Cuántas
luchas intimas debí entablar contra el amigo del orgullo, que a veces me
molestaba fuertemente y, en ciertas circunstancias propicias, me hacía obrar
diversamente!
¡Pero
no debemos juzgar con facilidad a un alma que humildemente ama, sirve y se
sacrifica para la gloria de Dios.
"Querido
hermano en Cristo y con Cristo! Te recomiendo ocuparte actualmente de cómo poder
honrar siempre más a la gran Madre de Dios y Madre nuestra.
Si
estuvieses en el cielo y vieras todo lo impuro que hay en el corazón del
hombre, y cómo el hombre quisiera desbaratar los planes de Dios manifestados en
la Redención humana por medio de María Inmaculada, tú desearías precipitarte,
si te fuese posible, sobre la tierra, para manifestar al mundo la verdad
infalible del Verbo Encarnado en el seno purísimo de la Virgen María, por obra
y virtud del Espíritu Santo. Sin embargo, sabiendo tú todo lo que hay en el
mundo no puedes llegar a comprenderlo plenamente, por no encontrarte en el
eterno esplendor de Dios.
¡Cuánta
consternación y aún miedo, para expresarme de un modo humano, no deja en
nosotros la Infinita Justicia de Dios, dispuesta a actuar al ver vilipendiada y
ultrajada su Infinita Majestad! Tú, querido hermano, querrías comprender cómo
los Bienaventurados pueden gozar y al mismo tiempo sentir consternación y
miedo: vete sabiendo que, siendo nosotros felices en el Cielo, nos vemos
obligados a valernos de modos terrenos para hacernos comprender mejor. ¿No fue
necesario que se humanizara el Verbo de Dios, Jesús, para salvar a la
humanidad? Por lo tanto, no es nada extraño que nosotros nos manifestemos
tristes y doloridos, y que podamos estar horrorizados ante la terrible
desventura que afectará a toda la humanidad, contaminada con la culpa y sin
posibilidad de salvación.
Los
ángeles, aun siendo puros espíritus, cuando se aparecen, ¿no tornan acaso
formas humanas? Todo es posible para Dios, cuando Él lo quiere.
La
manifestación dolorosa debe aparecer en proporción con la redención de un Dios
Omnipotente, de tal modo que el hombre tome conciencia del horror que despierta
en Dios su presencia tenebrosa.
Cuando
el cielo está sereno y brilla el sol, el hombre se siente feliz de poder obrar
cómodamente, sin encontrar obstáculos; pero cuando el cielo se presenta oscuro
y amenaza con una lluvia torrencial, entonces sí que el hombre toma
precauciones de defensa. . . siempre y cuando lo quiera.
¡Cuántas
manifestaciones nefastas de libertinaje inmoral! Los malvados, queriendo
encubrir su corrupción, pretenden ofuscar o anular los atributos de Dios en la
creación y Redención del hombre caído y luego depravado con tantas infamias. El
mundo camina en tinieblas!. No hay medio de escape! Debería ser castigado y
reducido a la nada, con más razón que Sodoma y Gomorra!
No
tardéis en destilar sobre las almas un poco de luz del cielo. !Pero antes que
nada, esta luz deberían recibirla las almas consagradas... aseglaradas...,
que pretenden cambiar el Maná Celestial (la Eucaristía) por las bellotas de los
animales inmundos!
"¿Qué
sucederá en el mundo? Nuestra felicidad del Cielo está invadida por gemidos
angustiosos, por cuanto todos tenemos en la tierra seres humanos que nos
pertenecen. ¡Apresúrate! ¡No te detengas en reflexiones! Escribe. . . habla. .
sacude los corazones que quieren sumergirse en el barro! Son, ante todo,
nuestros Hermanos Consagrados los que hacen amargo el "Pan de la
Vida", por cuanto comienzan a corromper su conducta. ¡Qué trágica
perspectiva!... ¡Qué Babilonia de visiones!... La hora es gravísima y serán
ellos los primeros en ser envueltos en la tormenta, por cuanto a causa de ellos
ocurre tanto mal en el mundo.
Pon en práctica tu programa:
lº
Manifestar al mundo el Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María;
2º
Proclamar que las almas consagradas (sacerdotes y religiosos) al no querer
seguir las normas de la pureza y de la continencia virginal, no son dignas de
permanecer en el servicio de Dios junto a los Santos Tabernáculos.
Hace
falta mucha oración, un poco de penitencia, mayor unión con Jesús Eucaristía,
mayor dedicación al desagravio.
Se
necesitan víctimas de reparación, almas Hostias, almas puras.
El sufrimiento de las almas puras penetra en
los Cielos.
¡Que
no duerman los fieles! Preocúpense de los intereses del Creador, eviten los
pasatiempos inútiles la televisión prolongada!
¡Privaciones. .. penitencia. . . celo por la gloria de Dios!
"Te propongo todavía manifestar al mundo dos problemas importantes que
tanto se valorizan en la Gloria Beatífica, en la cual nos encontramos.
Si
nos fuera dado bajar a la tierra, estaríamos dispuestos a volver a ella, para
hacer méritos y llenar, cada uno de nosotros, aquellos huecos grandes y
pequeños pasados inútilmente en tiempos perdidos.
Dios
ha creado a los hombres, no para disiparse en el tiempo, sino para salvarse y
santificarse por medio del tiempo, empleándolo para la Patria Celestial que los
espera a todos.
Es la pérdida del tiempo pasado inútilmente en el pecado, lo que gradualmente
arrastra al infierno.
Este
es el primer problema: evitar la pérdida del tiempo.
El segundo es, inculcar la necesidad de
vivir en la presencia de Dios. ¡Qué importante es vivir en la presencia de
Dios!
El mismo Señor dijo a Abraham al constituirlo
padre de grandes generaciones:
"¡Anda en mi
presencia y sé perfecto!"
José, hijo de Jacob, invitado a cometer el mal en casa de Putifar, se rehusó a
ello enérgicamente diciendo:
¿Cómo
puedo yo cometer una mala acción en la presencia de mi Dios?
-
A consecuencia de esto fue calumniado y recluido en una cárcel.
Pero
el Señor estaba con José y lo premió, haciéndolo grato al director de la
cárcel, quien le confió los demás presos que quedaron todos a sus órdenes.
Además, el Señor le premió dándole el don de profecía y así salió de la cárcel
y fue constituido virrey de Egipto.
La
casta Susana, invitada a pecar, al pensamiento de "¡Dios me ve!",
pronunció su "no" rotundo. Los tentadores, burlados, inventaron una
calumnia y la condenaron a muerte.
El
Señor quiso premiarla, y mandó al Profeta Daniel para descubrir la calumnia.
Fueron condenados los acusadores de Susana y ella fue liberada de aquella
inefable calumnia que debía conducirla al martirio.
¡Problemas importantísimos son éstos de los últimos tiempos, tan pecaminosos y
tan llenos de escándalos! Se vive como si Dios no existiese y aquellos que
conocen la existencia divina intentan huir de la mirada de Dios, a fin de
ahorrarse preocupaciones en la justificación de su conducta extraviada.
Muchas
almas se hartan de conocer y saber lo que yo he dicho o hecho en San Juan Rotondo,
pero no logran decidirse sobre una base firme y convincente.
"Te
recomiendo insistir para hacer progresar el amor y la preocupación hacia aquel
acto supremo del infinito amor que prodigó Jesús dándose a Sí mismo todo entero
y sin límites a las almas.
Que
se sienta esta gratitud hacia Jesús Eucaristía y que se ponga en práctica.
El
Tabernáculo es la fuente de la vida; es sostén, paz, ayuda y consuelo de las
almas fatigadas.
Se
debe ir a Jesús con verdadera fe y no por rutina como para olvidarlo cuanto
antes 'Vivir de la fe, de aquella fe viva que eleva las almas a las cosas
sublimes, en vez de sumergirse demasiado en la tierra.
El mundo es un lugar de tránsito. Se debe
saber luchar para desprenderse de las cosas fugaces.
Si
las almas no se acercan con frecuencia al Fuego Eucarístico, permanecen frías,
sin aliento, tibias, sin méritos. Y ¿qué consuelo puede recibir Jesús de esas
almas que no tienen la fuerza de volar sobre todo lo creado?
Debemos
vivir firmes en la convicción práctica de nuestra obligación de amar y servir
al Señor.
¡Oh,
si las almas conociesen bien y apreciasen el gran don de Dios que se quedó
viviente en la tierra, cómo vivirían la vida de otro modo! Del
Tabernáculo se sacan todos los tesoros: el alma se santifica y vive
transformada en Dios.
Si
no se experimenta hambre y sed de Dios Vivo, se vive una vida vacía, obscura,
que no hace ningún progreso."
"Se me atribuyen milagros, profecías, bilocaciones, estigmatizaciones,
etc. Pero yo no fui otra cosa que un indigno instrumento del Señor.
Sin
la lluvia que cae del cielo la tierra no produce más que cardos y espinas.
En cierto modo, Jesús debe servirse de algún
alma para demostrar al mundo su existencia y su omnipotencia.
A
muchas almas ha dado el Señor abundantes gracias, pero después se las retiró
porque Él quiere ser correspondido.
La
semilla debe germinar... el terreno debe ser fértil.
Solamente
se necesita acoger a Dios que llama a la puerta y, si no se le abre
generosamente para recibir su visita.. . pasa de largo ... no se detiene a
hospedarse.
Exige
cierta disposición que es un deber.
El
resto lo hace Él y sabe hacerlo bien.
Mas
el alma que busca y desea la visita de Dios, tiene que apartarse del bullicio
del mundo.
El
buen Dios me encontró a mí..... solitario y en oración.
Llamó
a la puerta de mi corazón y yo lo acogí, pensando que era un deber el hospedar
al Señor que me había creado.
Amar a Dios es el mayor deber de la vida, y yo lo
comprendí desde niño, como lo comprenden aún muchos niños, todavía no
emponzoñados por el mundo. ¡Son las familias las que tienen la puerta cerrada a
¡a luz del sol! Son las familias que malgastan tiempo junto al televisor, en
presencia de sus pequeñuelos.
Esperan con ansia los
programas interesantes sin preocuparse de los niños, que van asimilando tanto
veneno en sus inocentes corazoncitos... y por esto el Señor pasa de largo!
Así
es el tiempo presente: el paso de Dios, sin darle la oportunidad de detenerse!
Y después... ¡pobres familias que de un hogar hacen un foco de rebelión! Yo,
por la gracia de Dios, he cumplido mi jornada y creo haber cumplido con mi
deber en dar al Amor todo lo que Él por amor, me ha dado a mí a lo largo de su
Calvario.
¡Si
supiéramos cómo resulta cien veces centuplicado por Dios todo acto, aun el más
mínimo, hecho por su amor!
A
todos los miles de personas que acudieron a verme en San Juan Rotondo, sin
reparar en incomodidades y sacrificios, les pregunto:
¿Habéis
cambiado de conducta? ¿Qué frutos habéis sacado de haberos acercado a un pobre
siervo de Dios? Si todos hubieseis cambiado, habríais llevado la luz al mundo.
Vuestros contactos conmigo han dado escasos frutos, pues de otro modo el mundo
no empeoraría constantemente.
Reflexionad: Si la semilla enterrada en el surco no muere, no echa raíces; si
el hombre no muere a todas las inclinaciones de la carne, no puede tener vida.
El
hombre y la mujer, en el paraíso terrestre, no supieron luchar ni vencer en la
lucha diabólica del orgullo y cayeron vencidos en las garras de Satanás. Su
pecado pasó a todas las generaciones hasta el fin del mundo, y de ahí que la
lucha siempre revive en el hombre, como consecuencia del pecado. Como un padre
desnaturalizado, llevando una vida escandalosa, corrompe a sus propios hijos
con su mal ejemplo, así Adán pervirtió al mundo.
Lo
que en estos momentos te estoy anunciando, tú, querido hermano, puedes
libremente referirlo, ya que es urgente que la humanidad sea sacudida y
despierte. Que no duerma en el pantano de la culpa; que reconozca la
omnipotencia de Dios tres veces Santo, y que de su corazón mane leche y miel en
vez de odio.
Los
castigos, se los procura el hombre con sus actos de rebelión contra el Dios
Altísimo. El hombre, abandonado a sí mismo por parte de Dios, se encamina hacia
el abismo de toda clase de perdición.
SEGUNDO
MENSAJE DEL PADRE PÍO
Introducción
El Padre Pío, en su prolongada y fatigosa permanencia sobre la tierra, cumplió
una gran misión. Por voluntad de Dios, ahora que está en la feliz eternidad,
sigue desempeñando en el mundo una misión grandísima, por medio de sus
"mensajes". Como en todas las cosas, pero principalmente en este
campo sobrenatural, hay quienes creen y también quienes lamentablemente no creen.
¡A cada alma su propia
responsabilidad!
El Padre Pío, en abril de 1969,
se presentó a un alma, víctima extraordinaria. Sus rasgos eran humanos y de
ellos emanaba suavidad, fragancia y luz. Al contemplarlo, se podía comprender,
en cierto modo, qué gloria le cupo en el Cielo, después de una vida de martirio
en la tierra, gastada en amor de Dios. De la extremidad de sus dedos (...
pulgares e índices ...), con que tocaba a Jesús Eucaristía, salían rayos
luminosos, por cuanto su vida se había hecho digno, en cuanto le fue posible,
de tocar con sus dedos la Hostia Consagrada.
El Padre Pío dijo a esa misma alma
esta segunda vez:
"Querido hermano, escribe:
El
Señor quiere servirse primero de mí y después de ti. La elección ha sido hecha
por Dios, que dispone revelar su voluntad por mi medio, para que tú la
trasmitas al mundo pagano.
Os
quiero advertir a todos los que estáis sobre la tierra, hombres y mujeres,
juventudes masculinas y femeninas, que el globo terrestre es dócil a las disposiciones
del Creador, obedeciendo a sus leyes naturales. Mientras tanto, el mundo gime y
se halla en gran aflicción al verse de ese modo sacudido, maltratado y
pisoteado por la humanidad, tan rebelde a su Creador y Redentor.
En el campo natural ¿qué cosa falta para
vuestro sostenimiento, para el desarrollo de vuestra existencia humana? ¡De
parte de Dios, nada! ¡Sois vosotros los que recibiendo, en vez de ser
agradecidos, dais la espalda a vuestro Bienhechor y maldecís con vuestra
insensata conducta al Señor del Cielo, que os llena de beneficios!
¿No
advertís que estáis atravesando días obscuros y tremendos, y que tinieblas de
muerte asedian vuestro ambicioso destino, sediento de placeres?
¿Rehusáis
abrir los ojos para ver claro, a la luz del sol vuestro inicuo proceder?
¿No
queréis prestar fe y creer en los mensajes enviados desde el Cielo para
buscaros a vosotros, ovejas descarriadas?
Os
he dicho que vuestro Creador no os deja sufrir por la falta de nada al
gobernaros. Pero, responded: Vuestro cuerpo ¿es acaso semejante al jumento que,
para obedecer, vive sujeto a los azotes de un amo cruel?
¿En
qué consiste vuestra vida sobre la tierra? Y toda vuestra elevación mental, en
el afán de extenderse hasta la cumbre del cielo, con el fin de explorar las
obras creadas por Dios superando toda clase de peligros... y todo ese aparato
científico fabulosamente aplaudido por la incauta humanidad... ¿a qué provecho
radicalmente fundado orienta vuestra alma?
El
Señor os ha dado infinitos medios para vivir bien, pero sobre todo os ha dejado
medios preciosos para salvar vuestra alma. Vuestra inteligencia se consume en
experiencias de nuevas invenciones humanas, pero solamente el alma que sabe de
infinito, encuentra alas para hallar a su Creador, a su Redentor.
Vosotros
vivís vida de paganos, porque tenéis un corazón venal, demasiado egoísta. Cada
uno se ama a sí mismo en detrimento del prójimo, porque habéis extraviado el
camino del verdadero amor de Dios.
¡Pensad
en esto seriamente! ¡El Señor no puede soportar más vuestro orgullo...
vuestra arrogancia... vuestro corazón endurecido en la culpa! Toda vuestra
conducta se reduce a un trapo de lujuria y de gloria mundana. ¡Pasáis junto al
borde del precipicio y rehusáis daros cuenta de ello! Despertaos, sacudíos,
apartaos de la embriaguez y no permitáis ser alcoholizados por el infernal
enemigo que ya ha tomado mucha ventaja en el hecho de poseeros más o menos a
todos vosotros.
Rápidamente
se va extendiendo cada vez más su influjo pestilencial. Poquísimo tiempo os
queda para restaurar los surcos en vuestras almas! ¡Haced un poco de
penitencia!.
¡Fuera
todos los pasatiempos corrompidos, diurnos y nocturnos!. Si no volviereis a
vuestro Dios, contritos y arrepentidos, seguirán vuestros pasos las sombras de
la muerte.
Se
aproxima el verano y los Templos son profanados a causa de la incuria de los
Sacerdotes relajados y muy aseglarados, los cuales ven con indiferencia que se
falta al debido respeto y a la modestia que se debe observar en los lugares
consagrados por la presencia del Dios Vivo.
¡Obsérvense en los Templos las normas
estrictas queridas por Dios!
¡Nada de nudismo, de
cabezas descubiertas y de mujeres con pantalones!
El
Señor escogió su venida al mundo, cuando en Palestina las mujeres llevaban la
cabeza siempre cubierta y los hombres vestían túnica y manto.
A la Reina Celestial se la representa en
todas las imágenes con vestido largo y la cabeza cubierta.
De
aquí que, en nombre de Dios, ¡nada inconveniente penetre en el Templo
Santo!
Los Ministros de Dios déjense de
pusilanimidades; tengan ojos vigilantes en el control de sus fieles, busquen en
todo la gloria de Dios y, con habilidad paterna, sepan fermentar bien la masa,
alejando así la ira divina que demasiado cansada está de esperar.
El
sexo femenino es el sexo delicado y debería vivir su delicadeza, esto es, la
gentileza del sentimiento en los actos de expresión.
Su
comportamiento, más sensible que el del varón, debería ser manifestación de su
pureza y de su discreción personal.
Sin
embargo, las mujeres, pervirtiendo el orden divino con su comportamiento,
pervierten a la humanidad, a la sociedad, a la familia y a la inocencia de que
se ven rodeadas.
¡Oh mujeres, no frecuentéis las playas con vuestro
contagio pecaminoso! ¡Queréis atraer la mirada del hombre y, en cambio, lo
ofuscáis! ¡Vuestro modelo sea la belleza, la virtud y el candor de la
Virgencita Celestial! ¡No sigáis a Satanás, corruptor maléfico y provocativo!
¡No adornéis con ligereza vuestro cuerpo, que un día se convertirá en horror y
hedor de los sepultureros!
¡Sed cautas, prudentes, y no insensatas! Recitad
con frecuencia la siguiente plegaria:
¡Toda hermosa,
pura, santa e inmaculada eres,
oh María...
Ruega para que se
salve esta pobre alma mía...!
Dos ambiciones, en
este último tiempo, empujan al hombre al abismo:
La ambición del
dinero y el afán de placeres.
La mujer, en cambio, es empujada por el libertinaje
en todo.
La
vida del hombre sobre la tierra debería ser vida de conquistas para la vida
eterna, luchando contra las pasiones que se oponen al Reino de Dios.
¡Cuántas
luchas, cuántas industrias no se afrontan en el mar tempestuoso de la vida del
mundo para mejorar siempre más la propia posición, para tener así mayor
posibilidad de no caer en desilusiones infructuosas, para adquirir fama, para
sobreponerse al que podría comprometer el propio éxito!
Pero
¿habéis pensado alguna vez que vuestra alma lleva impresa de un modo indeleble
la eterna palabra de Dios:
Hagamos al
hombre a nuestra imagen y semejanza...?
Por
lo tanto el hombre, venido de aquella fuente de amor inexplorable de eterna
vida, debería vivir de realidades positivas. Estas realidades las puede ofrecer
solamente la oración. Jesús nos ha dejado el ejemplo; se apartaba aun de los
Apóstoles para retirarse a hacer Oración y Él, bien lo sabéis, no tenía
necesidad de ella.
Dijo
así mismo a los Apóstoles, sus predilectos:
Vigilad y
orad para no caer en tentación.
El que ora, se salva; el que no ora se condena.
Se
ha perdido la verdadera ruta por no querer emplear un poquito de tiempo con
Dios. El orar os provoca fastidio. Estáis muy apegados al mundo, y ya no sentís
necesidad de Dios. Lo imagináis lejos de vosotros, y por eso lo mantenéis
arrinconado, como si no existiese.
Halláis
solamente tiempo para vuestro mortal entretenimiento en contemplar horas y
horas aquel mundial instrumento de ruinas nocturnas que es el televisor,
ofuscando siempre más y más vuestras mentes, contagiadas con tantas revueltas
malsanas y pecaminosas. Pensad seriamente que sólo el alma es la mayor riqueza
de vuestra vida, por cuanto ha sido creada y ennoblecida por un Dios Creador de
todo el universo. Fuera de esta realidad, está todo perdido... no sembráis nada
para la eternidad... vivís en el vacío y pisoteando la propia dignidad del don
gratuito recibido de Dios...¡vuestra alma!
¡Reavivad
vuestra Fe! ¡Rogando, os salvaréis!¡Pensad en la generosidad de tantos Mártires
para salvar su alma! Y vosotros, ¿qué haréis para salvar la vuestra?
¿El
jumento vale más que su dueño?... Y, si vuestra alma es de un valor infinito,
¿cómo la pisoteáis y la hacéis semejante al jumento?. . . ¿Acaso no es vuestra
alma una posesión que os pertenece?
La
verdad no se puede negar. El alma vive realmente en vosotros, infundida en
vosotros. Cuando se separa del cuerpo para alcanzar la eternidad, el cuerpo
permanece inerte y después se pudre.¡Y, sin embargo, en nada os preocupa
un misterio de tan gran importancia, como si tuvieseis la eternidad
garantizada en la tierra!
En el mundo os ocupa demasiado la ciencia
progresiva, y está en constante decadencia la ciencia divina, la ciencia del
amor, que debería poner en equilibrio toda vuestra existencia.
¡La ciencia
progresiva ¡Qué desastre para tantas almas incautas!
Puede afirmarse que
la ciencia moderna es la Biblia del demonio.
Descubrir
algo de nuevo, disfrutar algunas leyes de la naturaleza, lanzarse fuera del
globo.. todo esto debería acercarnos a Dios, quien ha puesto en el mundo
tan maravillosos secretos y proporciona el medio de descubrirlos con el don de
la inteligencia.
En
cambio el hombre, pequeño átomo del universo, se pierde en su soberbia; se cree
grande porque escudriña desflorando todo lo creado y no se interesa por Su
Creador. Olvidándose de su eterno destino, sólo piensa en el tiempo y sólo
confía en su ciencia. Pero la Fe, que es verdadera ciencia, vence a la ciencia
humana.
En
el mundo, todo tiene límites. Sólo Dios no tiene límites. ni pasado, ni
futuro. Él es el Increado, el Omnipotente, el Omnisciente, el Abismo Infinito
que no se llena jamás.
No
podéis, por lo tanto, evitar su mirada sobre vosotros.
Él
lo ve todo y con la misma medida de tiempo con que lo hubiereis medido, seréis
sin duda medidos en el último día, cuando os diga en su inmensa Majestad, con
derecho de Padre de todos los pueblos:
¡Id,
malditos, al fuego eterno! ¡No os conozco!
Estos
mis avisos son gracias inmensas que recibes de Dios, ya que os hablo en su
nombre, con el fin de llamar vuestra atención hacia un verdadero mejoramiento.
Pero
si no lo hiciereis y continuareis siendo sordos, no podréis escapar a su
Divina Justicia.
Tenéis
muchos medios de salvación, principalmente "la oración"; el
acercamiento a Dios.
Los
Templos están desiertos. Ya no sientes atractivo alguno en buscar a Aquél
que anda siempre en busca de la oveja descarriada.
Pero aquellos que van al Templo, ¡con cuánta prisa
e irreverencia están en la presencia de Dios que está vivo y verdadero en el
Tabernáculo!
Algunos, habiendo contraído cierta costumbre,
entran al Templo con tanta desatención, con tanto desgano, con tanta ligereza
en el vestir y en el trato... que profanan el Lugar Santo de Dios.
Os
repito todavía: ¡No midáis el tiempo al Señor, ni a vuestra alma! Valorizadla,
defendedla, conducidla derechamente a vuestro Creador.
¡Bien sabéis cómo de improviso podríais
hallaros frente al tribunal de Dios!
Algunas muertes repentinas
son indicio de reprobación y de castigo divino, porque muchos viven alejados de
Dios.
¡El
Señor es misericordiosísimo, pero es también inexorable en su Infinita
Justicia!
Dichosos
los que conocen el fin para que han sido creados ¡Pero qué pocos son éstos!...
¡Los
Sacerdotes!... ¡Qué grandeza de dignidad los recubre y qué insensatez quererse
degradar! ¡Escuchad, oh Consagrados!
Dios,
que es la Pureza por esencia, se escogió una familia inmaculada aún en la
tierra. La familia íntima de Dios está formada por las almas vírgenes escogidas
por Él.
Donde vive un alma
pura y virgen, ahí está el Templo de Dios.
Vuestras
mentes, oh Sacerdotes, son altares de Dios, en donde Él se inmola.
¡Dichosos
de vosotros si derramáis la gracia divina, como flores de los jardines, como
Templos de la Religión, como Altares del sacerdocio! Las obras de las almas
castas están exentas de amargura y llenas de suavidad, por cuanto la pureza
descansa en Dios. A vosotras, oh Almas Consagradas, está asignada una custodia
especial, ya que sois los que conserváis inmaculado el tálamo del Señor.
El
alma virgen es una víctima que se ofrece a la Madre Iglesia.
Los
Sacerdotes vírgenes son los que enaltecen y exaltan con sus labios la Pasión de
Cristo y, llevando en su cuerpo dicha Pasión, son los lirios perfumados de la
Iglesia. Como el agua límpida refleja el sol, así el alma pura y casta refleja
la imagen de Dios, que se revela a los puros y limpios de corazón.
Recordadlo con profunda atención:
El ornato más hermoso y mas precioso del
sacerdote es la pureza virginal.
La
pureza penetra los Cielos y da la visión y la inteligencia de las cosas
sublimes.
Es un reflejo de la claridad de Dios, da el
gusto y el sabor de todo lo que es santo, tiene especial intuición de las cosas
espirituales, crea los heroísmos de la virtud y del martirio y da ardores y
alientos para la salvación de las almas.
¿Qué
haréis, queridos Hermanos, para manteneros castos y puros en medio de
tantos peligros de un mundo hechicero y traidor?
Practicad la Mortificación de los sentidos
externos, principalmente de los ojos y oídos, evitando las familiaridades
ociosas, que constituyen la tumba de la pureza.
¡Oh, la pureza virginal es envidiada por los
mismos Ángeles!
Ella
da un particular esplendor a los ojos y a los gestos.
La
pureza viene del Cielo.
Es
preciso pedirla incesantemente al Señor y poner empeño en no mancillarla.
Es
necesario cerrar las puertas a la sensualidad terrena, como cuando se cierran
puertas y ventanas para impedir la entrada de algún indeseable.
¡Que
la constante. Mirada de la Omnipotencia de Dios os enamore de Él y os haga
vivir la vida del Cielo ya desde aquí abajo!
Recuerden
los fieles:
Todos los jueves, en la
Parroquia o por lo menos privadamente en casa, hágase una Hora Santa para la
Santificación de los Sacerdotes.
Tú,
querido hermano, me pides un mensaje relativo al divorcio. Pero mi mensaje
carece de fuerza frente a tantos escándalos públicos que se cometen.
¡Divorcio!...
¡Peor que el divorcio!...¡Lo que los perseguidores de la Iglesia pretenden
introducir en Italia es simplemente el adulterio pecaminoso!
¿Cómo puede mi palabra eliminar las turbulencias
fangosas de rebelión contra la fundamental ley divina?... ¡Qué modelo puede
presentarse a un pueblo así pagano y ebrio de pasión?.. Los partidarios de
Satanás. tienen su reino en el mundo. ¡Cuánto fuego oculto bajo cenizas, que se
va propagando más y más!
¡Mensajes!... ¿Qué éxito tendría mi
mensaje... ya que a los mensajes poca fe se les presta y se prefiere dejarlos
en el vacío?. . Y además.. . ¡ahora es demasiado tarde!
Escribe sin embargo:
El
divorcio es la torpeza de los últimos tiempos, anarquía familiar y social,
espantosa orfandad en el mundo! ¡Téngase presente el verdadero grito de alarma,
de gran angustia y de gran amargura que repercute en el Corazón de Dios!...¡Los
hombres se han hecho juguete de los abismos infernales! ¿Cómo reedificar lo que
se ha derrumbado?...Solamente la oración más intensa y el sufrimiento de los
buenos unido a la plegaria, podría alcanzar alguna chispa de luz en los
cerebros obscurecidos.
Aún
hallándome en la gloria inmortal, gracias al amor que nos une a la Santa Madre
Iglesia en un solo vínculo con vosotros, los viandantes, en nombre de Dios y
por medio de mi querido hermano, os dirijo mi ardiente palabra, que parte del
Cielo para unirse todavía con vosotros en la tormenta del mundo. Pero de un
modo particular me dirijo a los que me vieron personalmente y compartieron conmigo
los sentimientos de la Fe con un transporte mayor de amor de
Dios.
¡Escuchadme
atentamente!
Ha
avanzado la tarde y está avanzando la noche de la vida del mundo. Avanza
siempre más, ejerciendo su imperio, la invasión del mal. La humanidad corre hacia
el abismo en proporciones cada vez más alarmantes, provocando espanto y
desaliento en el ánimo, dolorosamente aterrorizado de aquellos pocos buenos que
todavía están firmes en la Fe.
Un
grito de alarma, unido a una profunda amargura, invade el ánimo angustiado de
la Iglesia, del Vicario de Cristo y de sus miembros.
¡Acercaos
a mí una vez más! ¡escuchad el grito de mi palabra suplicante!
¡Almas
que todavía estáis firmes en la Fe, levantad vuestra bandera de paz, de amor,
de Fe en Cristo y con Cristo, para defender vuestros derechos personales
según las normas establecidas por el Ser Supremo y contenidas en la doctrina de
la Iglesia!
¡Formad vuestro ejército contra la corriente
del mal!¡Vuestro Padre Pío os asistirá! ¡Anulad, despreciad la deplorable fórmula
"divorcio" = "fornicación"!
Divorcio es la satisfacción de la propia carne
y de la propia sangre, con el fin de consolidarse en una vida propia de
animales inmundos debajo del Cielo, a la vista del Creador de todo el universo.
¡Qué
ceguera, odiada por Dios, indigna de su perdón! Divorcio significa provocar la
maldición de Dios sobre la tierra, sobre todo el género humano.
Salid
en defensa de la verdad, esto es, de la indisolubilidad del matrimonio
bendecido por Dios, que dijo:
¡Lo qué Dios
unió no lo separe el hombre! El hombre, cegado por la culpa, quiere
familiarizarse con Satanás, ya que el divorcio es una prevaricación de rebelión
contra Dios y contra la Iglesia.
El
Señor, Padre de todos, antes de abandonar la tierra y después de haber dado
toda su vida inocente al precio de su sangre, dijo:
¡No os dejaré
huérfanos! ¡Estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos!
Los
hombres crueles e insensatos exclaman, por el contrario:
¡Queremos
el divorcio! ¡Formemos familias de huérfanos!
¡Multipliquemos
en el mundo los escándalos y la corrupción! ¡He aquí la rebelión compartida con
Satanás! ¡Oh, hombres inicuos, reflexionad y reflexionad bien sobre este
concepto lúgubre y desastroso, es decir, sobre la destrucción de las familias y
de tantas almas inocentes, víctimas de la disolución del matrimonio!
El
Señor bendijo el matrimonio, quitando la culpa original del primer hombre para
daros la eterna felicidad. ¿Y vosotros queréis volver atrás? Las familias no
deben incurrir en el peligro de la descomposición familiar.
Se
deben anular las ideas equivocadas. ¡No tendáis a la disgregación! ...Habéis
perdido el concepto de la verdadera cultura de la vida. El divorcio sería el
mayor interrogante de la vida catastrófica.
¡Haceos
conscientes de vuestro proceder; no sigáis defraudando la obra de Dios
esculpida en vuestras almas! ¡No viváis más como rebeldes! Estáis rebajando
demasiado vuestra dignidad personal, habiendo extraviado el camino de la
dignidad divina.¡Deberíais daros cuenta de vuestro estado y de cómo actúan en
vosotros tantas potestades! Y en cambio.
. . de la mujer habéis formado una sucursal de pasiones brutales y
desvergonzadas.
¡Divorcio..
- fornicación... dejar o tomar lo que más agradare, lo que conduce mejor a la
vida de placer, atendiendo a las bajas perspectivas del propio interés.
La
lujuria, la ambición y la concupiscencia os han hecho esclavos de la tierra que
estáis pisando! Todas las fuerzas políticas están influidas por el mal; mas la
soberbia es muy detestada por Dios.
¡Abrid
bien los ojos! No es necesario ser pesimistas.
Mirad
a vuestro alrededor y ved cómo todo está en ruinas y todo dolorosamente
deplorable. ¡Buscad las causas; analizad vuestra conducta! Pensad que cada
momento que pasa de vuestra vida es un nuevo compromiso contraído con
Dios.
Volved
a vuestra vida normal, sana, honesta, guiada y bendecida por la gracia divina!
¡No seáis más transgresores de la ley íntegra de Dios; no suscitéis más su
indignación paterna! ¡Atenuad los males; no os hagáis cómplices de ellos;
eliminad la lucha contra Dios, contra el Pontífice, Vicario de Cristo!
A
él compete toda decisión, bajo cualquier aspecto; él, como vigilante piloto,
conducirá a salvo la navecilla combatida por vientos contrarios.
El Pontífice es el guía amoroso del porvenir
moral de la humanidad. No os dejéis arrastrar por la corriente impetuosa, que
quisiera reducirlo todo a la nada.
Tened
clara conciencia del Ser Supremo, y no perdáis demasiado tiempo en la sola
ciencia humana, que al fin de cuentas os dejará con las manos vacías. No
queráis edificar siempre sobre la tierra, sino más bien edificad y restaurad a
Dios en vuestro ser, que no conoce ocaso. Lo que hubiere sembrado el alma, eso
recogerá. ¡Pensadlo bien! ¡Utilizad vuestra existencia en empresas nobles,
fructíferas, imperecederas, y no huyáis del sufrimiento que circunda vuestro
camino para purificaros! ¡Precisamente por vivir la vida cómoda, por amar las
diversiones, por fomentar la avidez del placer, perdéis la paz y el reposo, y
os dejáis arrastrar por la corriente vertiginosa, que pretende engullirlo todo!
¡Renunciad
a lo ilícito y a lo superfluo! Es el sufrimiento lo que da mérito a la vida; y
la vida, cuanto más se aprecia, tanto más vale. Pero no un aprecio humano,
aprecio de todo lo que halaga los sentidos, sino aprecio que os haga encontrar
a Dios, apreciando todo lo que consolida una vida de verdadera Fe, de caridad,
de amor. Acercaos frecuentemente a los Sacramentos instituidos por el mismo
Dios.
¡Os
está hablando quien en la tierra pasó una vida de Crucificado, de mártir en el
cuerpo y en el alma, para conducir las almas a Cristo! ¿Y vosotros queréis
llevar una vida placentera, omitiendo lo básico de la salvación de vuestra
alma? ¡Buscad a vuestro Creador ¡Enfrentad generosamente a todos vuestros
adversarios! ¡Neutralizad las Fuerzas y los poderes diabólicamente agresivos!
¡Sed los defensores
de la indisolubilidad del matrimonio!
Una
sola es la verdadera ley:
Dios,
la Iglesia, la sociedad... en sus relaciones concretas. Mi mensaje debe
despertar gran confianza. ¡No lo tomáis a la ligera! Dad gracias a Dios, que me
permite todavía estar entre vosotros para animaros! Desde que salí del mundo
hasta hoy día, se ha dado un gran paso hacia el empeoramiento.
Las tinieblas cubren toda la faz de la tierra.
Quiero haceros notar que vuestra conducta clama vuestra perdición. ¡Aceleráis
el tiempo de los castigos! En vez de desarmar a la Divina Justicia, le estáis
poniendo las armas en la mano para la batalla decisiva.
Os
lo repito nuevamente: ¡Orad, orad, orad! ¡Buscad a vuestro Cristo, pendiente de
1a Cruz, todo llagado y ensangrentado por vuestro rescate, por vuestra
salvación!.
¡Dad
validez y no anuléis tantos preciosísimos méritos infinitos! ¡No viváis más de
ingratitud, de insensibilidad! ¡Prended en vuestros corazones la flama de la
verdadera caridad de Cristo! ¡Amad a Quien os ama! ¡Romped las cadenas del
pecado, que os tiene atados y paralizados! ¡Reavivad vuestra Fe, Fe profunda,
auténtica, que os ayude siempre más a realizar una síntesis que valorice toda
la verdadera vida! ¡Alejad de vosotros todo lo que os conduce a vivir lejos de
Dios, de la iglesia, de los Sacramentos! ¡Arrojaos confiadamente a los pies y a
los brazos de vuestro Padre Celestial! Él os acogerá; jamás rechaza al alma
arrepentida.
Decidle
de todo corazón:
Señor,
¿qué queréis que haga? ¡Qué os sirva de gran ayuda el Corazón Inmaculado de
María, última áncora de salvación para los hijos extraviados! ¡Cómo llora y
sangra su Corazón Maternal al veros alejados de su Jesús!
Recurrid a Ella con confianza para que os
conduzca de nuevo a Jesús. Ella os guiará al puerto de salvación.
No
olvidéis todas vuestras visitas anteriores para encontrarme en San Juan
Rotondo, y poned en práctica tantos y tantos consejos míos. ¡Que os hable
al corazón mi personal presencia de crucificado por la salvación de las almas!
¡Pido
por todos y os bendigo a todos!
Vuestro Padre Pío
Arcanos: Misterios o cosas ocultas
muy difíciles de conocer. Secretos muy reservados y de gran importancia.
Queremos agradecer a la persona
anónima que realizó la impecable traducción desde el italiano de estos
maravillosos mensajes del Padre Pío que tanto bien nos hacen a todos.
Les sugerimos que formen grupos
de reflexión y que analicen este texto en profundidad, se sorprenderán de la
cantidad de mensajes que descubrirán después de un análisis exhaustivo.
Fenómenos Sobrenaturales y Carismas
Extraordinarios
En la vida de Padre Pío hay muchas
cosas desconcertantes e inexplicables para la ciencia.
Alrededor de la figura de Padre Pío
se ha discutido mucho. Sus fieles, sus hijos espirituales y quien lo conoció
personalmente están listos para testimoniar muchos de los episodios misteriosos
que caracterizaron la vida del fraile. Los más escépticos y aquellos
quienes comúnmente se han llamado "enemigos" de Padre Pío lo han
definido un "hablador", un "neuropático".
Empezando por los estigmas hasta los
múltiples eventos milagrosos, la historia de Padre Pío está llena de hechos
misteriosos, en los cuales los fieles no pueden dejar de reconocer la mano de Dios.
LA
BILOCACIÓN
Un don místico que el Padre Pío
recibió del Señor para poder comunicarse con sus fieles es el don de la
ubicuidad o bilocación. El Padre podía estar presente en dos lugares
contemporáneamente. Cuando Padre Pío quería hablar con alguien o quería
avisarle para que no cometiera un pecado, se le aparecía en carne y
hueso.
En ese momento el Padre Pío quedaba
silencioso en el lugar donde se encontraba, mientras su alma y su cuerpo
alcanzaban a la persona con la que quería hablar. Muchas de las personas que
fueron testigos en primera persona del fenómeno de bilocación, en realidad se
dieron cuenta hasta después, cuando descubrieron que el Fraile con el que
habían conversado, estaba en otro lugar, a veces distante miles de kilómetros
al mismo tiempo. Pero todos podían afirmar que el Padre Pío estaba frente a
ellos físicamente. Algunas personas ni siquiera lo conocían y sólo después,
mediante una foto o una imagen descubrieron de quien se trataba. "Para mí
no hay distancias" ... decía.
CONOCIMIENTO
DE LAS CONCIENCIAS
Son muchos los que afirman que al
acercarse a su confesionario, escucharon de labios del Padre Pío la lista
completa de sus pecados- algunos ya olvidados por la distancia de los años,
antes de que se los manifestaran al confesor.
EL DON DE LA
PROFECÍA
El don de la profecía es una gracia
especial que Dios concede a algunas almas privilegiadas para prever cosas o
predecir acontecimientos futuros. El Padre Pío tuvo este don y se sirvió de el
para el bien de las almas.
En 1959 informó al cardenal Montini
que "cuando muera este Papa Usted ha de ser su sucesor" y que a Karol
Wojtyla, hoy Juan Pablo II le vaticinó que sería el sucesor del apóstol Pedro,
e incluso el Papa que guiaría a la Iglesia en el paso del segundo al tercer
milenio".
LOS MILAGROS
No alcanzaría un libro entero para
contar todos los episodios milagrosos de los que se considera artífice Padre
Pío, son tantas las curaciones, las gracias, las conversiones que sucedieron
por intercesión suya. Seguramente todos nosotros tenemos alguna amistad o
pariente cercano que afirma con certitud que ha recibido gracias de Padre Pío.
LA MISA DE
PADRE PÍO
Padre Pío se levantaba todas las
mañanas a las 3 y media de la mañana y rezaba el oficio de lecturas. A las 5
bajaba a la sacristía para celebrar la Misa que duraba una hora y media.
"La Misa", dijo un día el
Padre Pío "es Cristo en la cruz, con María y Juan a los pies de la misma y
los ángeles en adoración. Lloremos de amor y adoración en esta
contemplación"
(Nota nuestra: El sacerdote representa a San Juan, está María presente,
pues en la consagración se repite nuevamente la encarnación de Nuestro Señor,
no las purísimas extrañas de María, sino en la Hostia).
Impulsados por la fuerza misteriosa e
incontenible del Espíritu, después de esperar impacientes toda la noche en la
explanada de la iglesia, los peregrinos, al abrirse las puertas del templo,
irrumpían tumultuosamente en la casa de Dios y se apiñaban en torno a aquella
mesa para ver de cerca al estigmatizado del Gargano que en virtud de una
oblación íntima y secreta, se transformaba en altar visible para la Cruz de
Jesús.
Quien hubiera tenido dudas
sobre la presencia real de Jesús en la Hostia consagrada, no las seguiría
teniendo después de haber asistido a la Santa Misa del Padre Pío.
En aquellos momentos desaparecía toda
distancia temporal y espacial entre el altar y el Calvario. En el Crucificado
del Gargano, las almas entreveían vívido al Crucificado del Gólgota.
La Misa, memorial de la Pasión del
Señor, representa, revive y actualiza el Sacrificio de la Cruz. Si la Misa en
su rito, repite la Cena, en su esencia renueva sacramentalmente el Calvario.
El sacrifico de la Cruz
se hace presente en el altar en virtud de la acción del Sacerdote, ministro y
signo eficaz de Cristo.
Las miles de personas que asistieron
a sus Misas quedaron impresionados para siempre de sus celebraciones. La
atención de los fieles estaba muy fija especialmente en el momento de la elevación
de la Hostia y el Cáliz, porque todo el mundo podía mirar sus manos perforadas.
Con frecuencia pequeños hilos de sangre le corrían a lo largo de los dedos.
Padre Pío, llevando continuamente en
su cuerpo los padecimientos de Jesús agonizante, vivía en su carne una vida que
era signo visible de la vida que vivía en la fe: ya no era él quien vivía, era
el Señor quien vivía en él de forma tan completa que estaba físicamente clavado
con Cristo en la Cruz.
Padre Pío, entre lágrimas y sollozos,
en medio de un suplicio indescriptible, reactualizaba, durante la Consagración,
la divina tragedia del Calvario tan al vivo que en su carne traspasada se
traslucía el atroz martirio de Jesús crucificado.
HIPERTERMIA
Su temperatura corporal llegó hasta
los 48 o más grados.
Se necesitaba un termómetro especial
para tomársela.
LA ALIMENTACIÓN ESCASA
Con frecuencia tomaba sólo una comida
al día, y muy escasa para una jornada de duro trabajo de 15 o 16 horas y a
veces se nutría solamente de la hostia en la comunión.
EXTRAÑOS PERFUMES
También hoy en día, como cuando Padre
Pío vivía, muchas personas afirman sentir los perfumes, sobre todo de flores,
ligados a la aparición o a una intervención del Padre.
Entre los dones místicos que el
capuchino recibió del Señor, están precisamente los perfumes. ¿De que se trata?
mientras vivía Padre Pío, dejaba tras de sí un agradable perfume, que se olía
también de las cosas que tocaba o de su ropa.
El perfume lo describen como agradable, sutil
y delicado, mezcla de violetas y de rosas. Muchas personas afirman que han
olido el delicado perfume mientras estaban en su presencia o antes de que el
Fraile se les apareciera en uno de sus frecuentes fenómenos de bilocación.
También ahora, después de su muerte,
las personas afirman que al recibir una gracia del Capuchino, a veces pueden
oler el perfume alrededor de ellas.¿Qué significado tiene el perfume de Padre
Pío?
Es un signo de la presencia, de la
protección, como un premio de Padre Pío, era como una voz, una llamada del
Padre que pensaba en alguien, rogaba por él, que se interesaba por sus
problemas.
Algunas personas que lo conocieron
personalmente afirmaban que el olor a perfume emanaba de sus llagas.
Y los milagros, las apariciones, las
gracias que concede el Fraile de Pietrelcina continúa en la actualidad a unos
30 años de su muerte.
Cada año, miles de peregrinos van a
San Giovanni Rotondo para pedir una gracia, una señal, para rezar.
También los más escépticos al final,
ceden ante las "pruebas" de las obras de Padre Pío.
PRACTICA
HEROICA DE LAS VIRTUDES
Serenidad de alma, siempre y
dondequiera, humildad sincera, al no hablar nunca de sí mismo, Padre Pío vivía
en recogimiento interior habitual, siendo a la vez alegre y espontáneo,
obediencia perfecta a toda autoridad, sentía verdadero afecto por sus superiores.
Su piedad era sincera, modesta, sin énfasis de ninguna clase.
“Escribe también esto:
No se comprende bastante la importancia del alma
cuando debe comparecer ante la Infinita Majestad de un Dios Juez.
Aún algunos Santos, aunque de excelsa santidad, han
demorado por unos instantes su entrada en la gloria eterna a causa de algunas
cositas que parecen nada a los ojos de los hombres.
¡Cada alma debe corresponder a los talentos dados
por el Señor!
Te dejo oh hermano, este legado: El
Crucifijo, la Eucaristía, el Corazón Inmaculado de María y las almas que hay
que salvar !!!”
¡Pido por todos y os bendigo a todos!
Vuestro Padre Pío
Un hombre de oración y
sufrimiento
"Siempre humíllense amorosamente ante Dios
y ante los hombres. Porque Dios le habla a aquellos que son verdaderamente
humildes de corazón, y los enriquece con grandes dones."
San Giovanni Rotondo, Italia.
En un convento de la Hermandad de los Capuchinos, en la ladera
del monte Gargano, vivió por muchísimos años el que probablemente fuera el
Sacerdote Místico más destacado del siglo XX, a punto actualmente de ser
declarado Santo por el Vaticano. El Padre Pío, nacido en Pietrelcina en 1887,
fue un hombre rico en manifestaciones de su santidad. Enorme cantidad de
milagros rodearon su vida, testimoniados por miles de personas que durante
décadas concurrieron allí a confesarse. Sus Misas, a decir de los concurrentes,
recordaban en forma vívida el Sacrificio y Muerte del Señor a través de la
entrega con que el Padre Pío celebraba cada Eucaristía.
Es notable su carisma de bilocación: la capacidad de estar
presente en dos lugares al mismo tiempo, a miles de kilómetros de distancia
muchas veces. El Padre Pío raramente abandonó San Giovanni Rotondo; sin embargo
se lo ha visto y testimoniado curando almas y cuerpos en diversos lugares del
mundo en distintas épocas. También tenía el don de ver las almas: confesarse
con el Padre Pío era desnudarse ante Dios, ya que él decía los pecados y
relataba las conciencias a sus sorprendidos feligreses (a veces con gran dureza
y enojo, ya que tenía un fuerte carácter, especialmente cuando se ofendía
seriamente a Dios). Tenía también el don de la sanación (a través de sus manos
Jesús curó a muchísima gente, tanto física como espiritualmente) y el don de la
profecía (anticipó hechos que luego se cumplieron al pie de la letra).
Vivió rodeado de la Presencia de Jesús y María, pero también de
Santos y Angeles, y de almas que buscaban su oración, para subir desde el
Purgatorio al Cielo. Pero su gracia más grande radicó, sin duda alguna, en sus
estigmas: en 1918 recibe las cinco Llagas de Cristo en sus manos, en sus pies y
en su costado izquierdo. Estas llagas sangraron toda su vida, aproximadamente
una taza de té por día, hasta su muerte ocurrida en 1968. Múltiples estudios
médicos y científicos se realizaron sobre sus Estigmas, no encontrándose nunca
explicación alguna a su presencia u origen.
Su sangre y cuerpo emanaban un aroma celestial, a flores
diversas, que acariciaba no solo a los asistentes a sus Misas, sino también a
quienes se encontraban con él en otras ciudades del mundo, a través de sus
dones de bilocación. Vivió sufriendo ataques del demonio, tanto físicos como
espirituales, que se multiplicaron a medida que las conversiones y la fe
crecían a su alrededor.
En diciembre de 2001 el Vaticano emite el decreto que aprueba
los milagros necesarios para canonizar a nuestro héroe, San Pío de Pietrelcina
y fué canonizado el 16 de julio de 2002.
Vivimos en un mundo que niega lo sobrenatural, se aferra a lo
material y a todo lo que pueda ser explicado a través de la razón, o percibido
por los sentidos. Sin embargo, Dios prescinde de nuestra razón y de nuestros
sentidos, a la hora de someternos a las pruebas de nuestra fe. De cuando en
cuando nos prodiga con regalos del mundo sobrenatural, a través del testimonio
y el acceso a la divinidad de los seres Celestiales. El Padre Pío es una puerta
abierta a Cristo, a María, a los ángeles y los santos. Es también un testimonio
de la pequeñez del ser humano y una invitación a creer y dejar de buscar
explicación a los hechos de la Divina Providencia (la voluntad de Dios), sino
simplemente a unir nuestra voluntad a la de Dios, y ser lisa y llanamente su
instrumento, como el Padre Pío lo fue.
La vida entera del Padre Pío no puede ser explicada a través de
la razón o la lógica humana. La fe y fuerza del Santo del Gargano dan por
tierra con todas las escuelas filosóficas terrenales, dejando una sola salida a
todo intento de crecimiento del hombre: el encuentro con el Dios eterno, el que
nos mira desde lo alto y nos pide, por medio de Su infinita Misericordia, que
nos entreguemos simplemente a Su Voluntad. La negación de nuestro yo (la muerte
de nuestro ego), se constituye en la principal meta de nuestra evolución,
porque SÓLO DIOS ES !
Debemos negarnos a nosotros mismos y vivir para y por Él. El
Padre Pío vivió en la más absoluta humildad y negación de sí mismo, y miren los
prodigios que Jesús hizo a través suyo !
DAR
CLICK EN ESTOS ENLACES
No hay comentarios:
Publicar un comentario