Jesús quiere que la Fiesta de la Misericordia vaya precedida de una
novena, que se hace con la coronilla de la Misericordia.
Esta Novena Comienza el Viernes Santo.
Jesús: "En esta novena concederé a las almas todas
las gracias". Es una promesa sin restricciones...
"A las almas que propaguen la
devoción a mi Misericordia las protegeré durante toda su vida" .
3:00 P.M. Hora de la Gran Misericordia
«Esta es la hora de la gran Misericordia para el mundo entero. Te permitiré
penetrar en mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo
pida por los
méritos de mi Pasión.»-Diario Nº 1320.
méritos de mi Pasión.»-Diario Nº 1320.
Diario de Santa
María Faustina Kowalska
"Alienta a las personas a decir
la Coronilla que te he dado... Quien la recite recibirá gran misericordia a la
hora de la muerte.
Los sacerdotes la recomendaran a los
pecadores como su último refugio de salvación.
Aun si el pecador mas empedernido
hubiese recitado esta Coronilla al menos una vez, recibirá la gracia de Mi
infinita Misericordia.
Deseo conceder gracias inimaginables
a aquellos que confían en Mi Misericordia."
"Escribe que cuando digan esta
Coronilla en presencia del moribundo, Yo me pondré entre mi Padre y el, no como
Justo Juez sino como Misericordioso Salvador."
Coronilla de la Divina Misericordia
Se utiliza un rosario común de cinco decenas.
Hacer
la Señal de la Cruz: Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Padre
Nuestro: Jesús nos enseñó a rezar: (Mateo 6,
5-15)
Padre nuestro que estás en el cielo,
Santificado sea tu Nombre;
Venga a nosotros tu reino;
Hágase tu voluntad
En la tierra como en el cielo.
Dadnos hoy el pan que nos corresponde;
Y perdona nuestras deudas,
Como también nosotros perdonamos
A los que nos adeudan;
No nos dejéis caer en tentación,
y libradnos del maligno.
Amen.
Ave María
Ave María purísima: Sin pecado
concebida
llena eres de gracia
El Señor es contigo,
bendita eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, ¡Ho!Jesús.
-Santa María Madre de Dios y Madre Nuestra,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén.
llena eres de gracia
El Señor es contigo,
bendita eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, ¡Ho!Jesús.
-Santa María Madre de Dios y Madre Nuestra,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte,
Amén.
Credo
Credo de Los Apóstoles
Nicea-Constantinopla
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único
de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza
del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por
nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
la Virgen María, y se hizo hombre;
Y por nuestra causa fue crucificado
En tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue
sepultado,
Descendió a los infiernos y al tercer día
resucitó de entre los muertos, y subió al cielo según las Escrituras,
y está sentado a la derecha de Dios Padre
Todo poderoso;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a,
vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo-en el Espíritu Santo, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una
misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el
perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
Hacemos
cinco misterios (5 Decenas)
Al
comenzar cada misterio decimos (en la cuenta cuenta grande del Padre Nuestro) :
"Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo,
la Sangre, el Alma y la Divinidad
de Tu Amadísimo Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo,
Como propiciación por nuestros
pecados y los del mundo entero."
En
las 10 cuentas pequeñas del Ave María Decimos:
"Por Su dolorosa Pasión,
Ten misericordia de nosotros
y del mundo entero."
De esta manera hacemos los cinco misterios.
Al
finalizar los cinco misterios de decenas de la coronilla se repite tres veces:
"Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal,
Ten piedad de nosotros
y del mundo entero."
Oración
Jesús dice:
"Que nuestros pies vayan juntos,
que nuestras manos recojan unidas
que nuestros corazones latan al unísono,
que nuestros corazones latan al unísono,
que nuestro interior sienta lo mismo,
que el pensamiento de nuestras mentes, sea uno
que nuestros oídos escuchen juntos el silencio
que nuestras miradas se compenetren profundamente
fundiéndose la una en la otra
que nuestros oídos escuchen juntos el silencio
que nuestras miradas se compenetren profundamente
fundiéndose la una en la otra
y que nuestros labios supliquen
juntos al Eterno Padre
juntos al Eterno Padre
Para alcanzar Misericordia"
Jaculatorias:
Oh Sangre y Agua que brotasteis del Sagrado Corazón
de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros yo confío en ti.
Jesús, yo confío en ti.
V. Jesús manso y humilde de corazón,
R. haz mi corazón semejante al tuyo.
R. haz mi corazón semejante al tuyo.
Letanías A La Divina Misericordia
(Las letanías son opcionales, no son obligatorias)
Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre.
Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios.
Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, misterio incomprensible.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima
Trinidad. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o
angélico. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, de donde brota toda Vida y Felicidad. Yo confío en
TI.
Misericordia Divina, más sublime que los Cielos.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas. Yo confío en
TI.
Misericordia Divina, que abarcas todo el universo.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que bajaste al mundo en la Persona del Verbo
Encarnado. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de
Jesús. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús, por nosotros y
especialmente por los más pecadores.
Yo confío en TI,
Misericordia Divina, insondable en la Institución de la Sagrada
Eucaristía. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo. Yo confío
en TI.
Misericordia Divina, que nos justificas por los méritos de Jesucristo.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de toda la vida. Yo
confío en TI.
Misericordia Divina, que nos abrazas especialmente en la hora de la muerte.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos otorgas la vida inmortal.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos acompañas en cada momento de nuestra vida.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que nos proteges del fuego del Infierno. Yo confío
en TI.
Misericordia Divina, por quien se convierten los pecadores
empedernidos. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, asombro para los ángeles e incomprensible para los
santos. Yo confío en TI.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios. Yo
confío en TI.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y gozo.
Yo confío en TI.
Misericordia Divina, que de la nada nos diste la existencia. Yo confío
en TI.
Misericordia Divina, que abarcas todas las obras de tus manos. Yo
confío en TI
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios. Yo confío en
TI.
Misericordia Divina, en la que todos estamos inmersos. Yo confío en Ti.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados. Yo
confío en TI,
Misericordia Divina, esperanza única de las almas desesperadas. Yo
confío en TI.
Misericordia Divina, remanso de corazones y paz ante el temor. Yo
confío en Ti.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas. Yo confío en
TI.
Misericordia Divina, que infundes confianza cuando perdemos la
esperanza. Yo confío en TI.
La Novena se
hace con la coronilla solo que antes de empezar la coronilla la ofrecemos por
la intención que Nuestro Señor le pidió a sor Faustina para cada día de la
Novena.
Novena a la Divina Misericordia
La novena a la Divina Misericordia comienza
El Viernes Santo.
En la Semana Santa de 1937 Jesús le mostró
proféticamente la celebración jubilosa de la Fiesta de la Misericordia
presidida por el Santo Padre en Roma.
En la ocasión le solicitó rezar una Novena que se
debía comenzar el viernes santo. Ese día Faustina sintió el dolor de las cinco
llagas en su cuerpo, sufrimiento que se mantuvo hasta las tres de la tarde.
DESEO- dijo el Señor a Sor Faustina- que durante
esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia para que
saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las
dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día
traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar
de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa de mi
Padre (…) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi
amarga pasión.
PRIMER DÍA
Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a
todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma,
me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.
Jesús
misericordiosísimo,
cuya naturaleza es la de
tener compasión de nosotros
y de perdonarnos, no mires nuestros pecados,
sino la confianza que
depositamos en tu bondad infinita.
Acógenos en la morada de
tu compasivísimo Corazón
y nunca los dejes
escapar de él.
Te lo suplicamos por tu
amor que te une al Padre
y al Espíritu Santo.
Padre Eterno,
mira con misericordia a
toda la humanidad
y especialmente a los
pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús
y por su dolorosa pasión
muéstranos tu misericordia
para que alabemos la
omnipotencia de tu misericordia
por los siglos de los
siglos. Amén.
SEGUNDO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los
religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable.
Fueron ellas las que me dieron fortaleza para
soportar mi amarga pasión.
A través de
ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.
Jesús
misericordiosísimo,
de quien procede todo
bien,
aumenta tu gracia en
nosotros para que realicemos
dignas obras de
misericordia,
de manera que todos
aquellos que nos vean,
glorifiquen al Padre de
misericordia que está en el cielo.
Padre eterno,
mira con misericordia al
grupo elegido de tu viña,
a las almas de los
sacerdotes
y a las almas de los
religiosos;
otórgales el poder de tu
bendición.
Por el amor del Corazón
de tu Hijo,
en el cual están
encerradas,
concédeles el poder de
tu luz para que puedan guiar
a otros en el camino de
la salvación
y a una sola voz canten
alabanzas a tu misericordia
sin límite por los
siglos de los siglos.
Amén.
TERCER DÍA
Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y
sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo
del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.
Jesús
misericordiosísimo,
que desde el tesoro de
tu misericordia les concedes
a todos tus gracias en
gran abundancia,
acógenos en la morada de
tu compasivísimo Corazón
y nunca nos dejes
escapar de él.
Te lo suplicamos por el
inconcebible amor tuyo
con que tu Corazón arde
por el Padre celestial.
Padre Eterno,
mira con misericordia a
las almas fieles
como herencia de tu Hijo
y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección
constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con
toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia
por los siglos de los siglos. Amén.
CUARTO DÍA
Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y
aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga
pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.
Jesús compasivísimo,
que eres la luz del
mundo entero.
Acoge en la morada de tu
piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios y de aquellos
que todavía no te conocen, pero que están encerrados en tu compasivísimo
Corazón.
Atráelas hacia la luz
del Evangelio.
Estas almas desconocen
la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la
generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
QUINTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados y
sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión, desgarraron
mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis
llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.
Jesús misericordiosísimo
que eres la bondad misma,
tú no niegas la luz a
quienes te la piden.
Acoge en la morada de tu
compasivísimo Corazón
a las almas de nuestros
hermanos separados
y llévalas con tu luz a
la unidad con la Iglesia
y no las dejes escapar
de la morada de tu compasivísimo Corazón sino haz que también ellas glorifiquen
la generosidad de tu misericordia.
Padre eterno,
mira con misericordia a
las almas de nuestros
hermanos separados,
especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han abusado de
tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores.
No mires sus errores,
sino el amor de tu Hijo
y su amarga pasión que
sufrió por ellos,
ya que también ellos
están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús.
Haz que también ellos
glorifiquen tu gran misericordia
por los siglos de los
siglos. Amén.
SEXTO DÍA
Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las
almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las
almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía.
Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre
ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz
de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.
Jesús
misericordiosísimo, tú mismo has dicho:
Aprended de mí que soy
manso y humilde de Corazón.
Acoge en la morada de tu
compasivísimo Corazón
a las almas mansas y
humildes
y a las almas de los
niños pequeños.
Estas almas llevan a
todo el cielo al éxtasis
y son las preferidas del
Padre celestial.
Son un ramillete
perfumado ante el trono de Dios,
de cuyo perfume se
deleita Dios mismo.
Estas almas tienen una
morada permanente
en tu compasivísimo
Corazón
y cantan sin cesar un
himno de amor y misericordia
por la eternidad.
Padre eterno,
mira con misericordia a
las almas de los niños pequeños que están encerradas en el compasivísimo
Corazón
de Jesús. Estas almas
son las más semejantes a tu Hijo.
Su fragancia asciende
desde la tierra y alcanza tu trono.
Padre de misericordia y
de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que
te proporcionan.
Bendice al mundo entero
para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los
siglos de los siglos. Amén.
SÉPTIMO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi
misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son
las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi Espíritu.
Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas
resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al
fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la
muerte.
Jesús
misericordiosísimo,
cuyo Corazón es el amor
mismo,
acoge en la morada de tu
compasivísimo Corazón
a las almas que veneran
y ensalzan de modo particular
la grandeza de tu
misericordia.
Estas almas son fuertes
con el poder de Dios mismo.
En medio de toda clase
de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia
y unidas a ti, ellas
cargan sobre sus hombros
a toda la humanidad.
Esta almas no serán
juzgadas severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la
muerte.
Padre eterno,
mira con misericordia a
aquellas almas que glorifican
y veneran tu mayor
atributo,
es decir, tu
misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de
Jesús.
Estas almas son un
Evangelio viviente,
sus manos están llenas
de obras de misericordia
y sus corazones
desbordantes de gozo cantan a ti,
oh Altísimo, un canto de
misericordia.
Te suplico, oh Dios,
muéstrales tu
misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti.
Que se cumpla en ellas
la promesa de Jesús
quien les dijo que: a
las almas que veneren esta infinita misericordia mía, yo mismo las defenderé
como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.
OCTAVO DÍA
Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del
purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de
mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas
por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en
tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de
mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si conocieras los tormentos que ellas
sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías
las deudas que tienen con mi justicia.
Jesús misericordiosísimo,
tú mismo has
dicho que deseas la misericordia,
he aquí que
yo llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas del purgatorio,
almas que te
son muy queridas,
pero que deben pagar su culpa adecuada a tu
justicia.
Que los torrentes de sangre y agua que brotaron de
tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea
glorificado el poder de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas que
sufren en el purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de
Jesús.
Te suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu
Hijo,
y por toda la amargura con la cual su sacratísima
alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo
escrutinio.
No las mires
sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu
bondad
y tu compasión no tienen límites. Amén.
NOVENO DÍA
Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el
abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi
Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa
repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de
mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste
en recurrir a mi misericordia.
Jesús misericordiosísimo,
que eres la
compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo
Corazón.
Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres
y te llenan
de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro.
Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de
tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor
santo, porque tú lo puedes todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas
tibias que, sin embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús.
Padre de la
misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de
tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu
misericordia. Amén. (1209-1229)
FIESTA DE LA
MISERICORDIA
"Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia,
"Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia,
el domingo
siguiente al de la Pascua de Resurrección.
"Deseo, que
esta Fiesta sea un refugio para todas las almas, pero sobre todo para los
pobres pecadores".
"El alma que
acuda a la Confesión y reciba la Sagrada Comunión, obtendrá el perdón total de
sus culpas
y del castigo" (11, 138).
En revelaciones a Santa Faustina
Kowalska (Polonia 1931-1938), Jesús hizo promesas extraordinarias, que quedan
expresadas en el Diario de la Santa:
A quienes veneren la Imagen de la Divina Misericordia:
"Yo prometo
al alma que venere esta Imagen que no perecerá. También prometo, ya aquí
en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la
muerte. Yo, el Señor, la protegeré como a Mi propia Gloria” (Diario, 48)
“Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso que
cada alma tenga acceso a ella” (Diario, 570)
“Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la
Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma:
Jesús en Ti confío”(Diario, 327)
“Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi padre.
Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa
mano de Dios” (Diario, 299)
Jesús dijo que preservaría a las ciudades y casas en las cuales se encontrase
esta Imagen. (Nota: Las importantes poblaciones de Cracovia y Vilna, donde
estaba establecida esta devoción, fueron preservadas de la destrucción casi
total de Polonia en la Segunda guerra mundial.)
A las almas que Confían:
“El alma que confía en Mi misericordia es la más feliz porque yo
tengo cuidado de ella” (Diario, 1273)
“Las gracias de Mi misericordia se toman con un solo recipiente y éste es la
confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían
sin límites son Mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los
tesoros de Mis gracias. Me alegro que pidan mucho porque Mi deseo es dar mucho,
muchísimo” (Diario, 1578)
“ He abierto Mi corazón como una fuente viva de misericordia. Que todas las
almas tomen vida de ella. Que se acerquen con gran confianza a este mar de
misericordia. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán
fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en Mi misericordia,
en la hora de la muerte le colmaré el alma con Mi paz divina” (Dario, 1520)
“Ningún alma que ha invocado Mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha
sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en Mi
bondad.” (Diario, 1541)
“Quien confía en mi misericordia no perecerá porque todos sus asuntos son Míos
y los enemigos se estrellarán a los pies de Mi escabel” (Diario, 723)
A quienes propaguen la Divina Misericordia:
"A las almas que propagan la devoción a Mi misericordia, las protejo
durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido y a la
hora de la muerte no seré para ellas el Juez, sino el Salvador
Misericordioso" (Diario, 1075)
“...a todos los que proclamen esta gran misericordia Mía. Yo mismo los
defenderé en la hora de la muerte como Mi gloria aunque los pecados de las
almas sean negros como la noche” (Diario, 379)
“ Todas las almas que Adoren Mi misericordia y propaguen la devoción invitando
a otras almas a confiar en Mi misericordia no experimentarán terror en la hora
de la muerte. Mi misericordia las protegerá en ese último combate” (Diario,
1540).
A quienes recen a la hora de la misericordia (3:00 pm):
" En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de
Mi Pasión..."(Diario, 1320)
“En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás.
En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la
misericordia triunfó sobre la justicia” (Diario, 1572)
A quienes recen la Coronilla a la Divina Misericordia:
"Defenderé como Mi gloria a cada alma que rece esta coronilla en la
hora de la muerte, o cuando los demás la recen junto al agonizante, quienes
obtendrán el mismo perdón. Cuando cerca de un agonizante es rezada esta
Coronilla, se aplaca la ira divina y la insondable Misericordia envuelve al
alma y se conmueven las entrañas de Mi Misericordia por la dolorosa Pasión de
Mi Hijo" (Diario, 811)
“Cuando recen esta coronilla junto a los moribundos, Me pondré entre el Padre y
el alma agonizante no como el Juez justo sino como el Salvador Misericordioso.”
(Diario, 1541)
"Reza incesantemente esta Coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la
rece recibirá gran Misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes se la
recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación" (Diario,
687)
“Cuando la recen los pecadores empedernidos, colmaré sus almas de paz y la hora
de su muerte será feliz.” (Diario, 1541)
"A través de ella obtendrás todo, si lo que pides está de
acuerdo con Mi Voluntad." (Diario, 1731)
A quienes recen la Novena a la Divina Misericordia:
“Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias” (Diario,
796)
A los sacerdotes:
“Diles a mis sacerdotes que los pecadores más empedernidos se ablandarán bajo
sus palabras cuando ellos hablen de Mi misericordia insondable, de la compasión
que tengo por ellos en Mi Corazón. A los sacerdotes que proclamen y
alaben Mi misericordia, les daré una fuerza prodigiosa y ungiré sus palabras y
sacudiré los corazones a los cuales hablen” (Diario, 1521)
Para los pecadores:
“Cuando reces esta oración con corazón
contrito y con fe por algún pecador, le concederé la gracia de la conversión.
Esta oración es la siguiente:
¡Oh! Sangre y Agua
Que brotasteis del Sagrado Corazón
De Jesús
como una fuente de Misericordia para nosotros, yo confío en Ti "
En La Fiesta de la Divina Misericordia, segundo Domingo de Pascua (Domingo
posterior al de Resurrección):
“Di a las almas que les doy Mi misericordia como defensa, lucho por ellas Yo
solo y soporto la justa ira de Mi padre.., esta Fiesta ha brotado de las
entrañas de Mi misericordia para el consuelo del mundo entero” (Diario, 1517)
“..refugio
y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. El
alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las
culpas y de la penas.. Que ninguna alma tenga miedo de acercarse a Mi, aunque
sus pecados sean como escarlata. La humanidad no conocerá la paz hasta que no
se dirija a la fuente de Mi misericordia” (Diario, 699)
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