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jueves, 28 de marzo de 2013



DEVOCIÓN DE LAS TRES AVEMARÍAS











Preocupada la religiosa benedictina que luego fue Santa Matilde por el buen fin de su vida, rogó insistentemente a la Virgen Santísima "que la asistiera a la hora de la muerte"; y acogiendo benignamente su súplica, la Madre de Dios se manifestó a la implorante, diciéndole:

"Sí que lo haré; pero quiero que por tu parte me reces diariamente tres Avemarías, conmemorando, en la primera, el Poder recibido del Padre Eterno; en la segunda, la Sabiduría con que me adornó el Hijo; y, en la tercera, el Amor de que me colmó el Espíritu Santo".
Y esta promesa se extendió en beneficio de todos cuantos ponen en práctica ese rezo diario de lastres Avemarías.


La práctica de esta devoción no puede ser ni más fácil, ni más breve. Fácil es, porque se concreta a rezar todos los días tres Avemarías agradeciendo a la Santísima Trinidad los dones de Poder, Sabiduría y Amor que otorgó a la Virgen Inmaculada, e instando a María a que use de ellos en auxilio nuestro.


Modo de practicar esta devoción:

Todos los días, rezar lo siguiente:
¡María, Madre mía; líbrame de caer en pecado mortal!

1- Por el Poder que te concedió el Padre Eterno. (Rezar un Avemaría)
2- Por la Sabiduría que te concedió el Hijo. (Rezar un Avemaría)

3- Por el Amor que te concedió el Espíritu Santo. (Rezar un Avemaría)  



Fue la misma Santísima Virgen la que dijo a Santa Gertrudis que "quien la venerase en su relación con la Beatísima Trinidad, experimentaría el poder que le ha comunicado la Omnipotencia del Padre como Madre de Dios; admiraría los ingeniosos medios que le inspira la sabiduría del Hijo para la salvación de los hombres, y contemplaría la ardiente caridad encendida en su corazón por el Espíritu Santo".
Refiriéndose a todo aquel que la haya invocado diariamente conmemorando el poder, la sabiduría y el amor que le fueron comunicados por la Augusta Trinidad, dijo María a Santa Gertrudis que, "a la hora de su muerte me mostraré a él con el brillo de una belleza tan grande, que mi vista le consolará y le comunicará las alegrías celestiales".



María renueva su promesa de protección:
Cuando Sor María Villani, religiosa dominica (siglo XVI), rezaba un día las tres Avemarías, oyó de labios de la Virgen estas estimulantes palabras:
"No sólo alcanzarás las gracias que me pides, sino que en la vida y en la muerte prometo ser especial protectora tuya y de cuantos como tú
PRACTIQUEN ESTA DEVOCIÓN"

También dijo la Santísima Virgen: “La devoción de las tres Avemarías siempre me fue muy grata... No dejéis de rezarlas y de hacerlas rezar cuanto podáis. Cada día tendréis pruebas de su eficacia...”














LAS 24 HORAS DE LA PASIÓN DE CRISTO




A quien hace las Horas de la Pasión, Jesús le otorga sus mismos méritos como si él mismo estuviera sufriendo su pasión.



SIERVA DE DIOS LUISA PICCARRETA :

6 de septiembre de 1913
Estaba pensando en las Horas de la Pasión escritas, y como están sin Indulgencias, quien las hace no gana nada; en cambio hay tantas oraciones enriquecidas con muchas Indulgencias...Y mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús todo benignidad, me dijo:

“Hija mía, con las oraciones indulgenciadas se gana alguna cosa, en cambio las Horas de la Pasión son mis mismas oraciones, mis mismas reparaciones; son todo amor y han salido del fondo de mi Corazón. ¿Has acaso olvidado cuántas veces me he unido contigo para hacerlas juntos y he cambiado los flagelos en gracias para toda la tierra? Y es tal y tanta mi complacencia que en lugar de la Indulgencia le doy al alma un puñado de amor, que contiene precio incalculable de infinito valor.
Además, cuando las cosas son hechas por puro amor, mi amor encuentra ahí su desahogo... y no es indiferente que la criatura dé alivio y desahogo al amor de su Creador”.


Octubre de 1914

Estaba escribiendo las Horas de la Pasión y pensaba para mí: “Cuántos sacrificios por escribir estas Horas de la Pasión, especialmente por tener que poner en el papel ciertos actos internos que solo entre mí y Jesús han pasado.
¿Cuál será la recompensa que Él me dará?”. Y Jesús haciéndome oír su voz tierna y dulce me dijo:


« Hija mía, como recompensa por haberlas escrito, por cada palabra que has escrito te daré un alma, un beso. »

Y yo: « Amor mío, esto para mí; y a los que las hagan, ¿qué les darás? »

Y él: « Hija mía, estas Horas no las veré como cosas vuestras, sino como cosas hechas por mí, y les daré mis mismos méritos, como si yo estuviera sufriendo en acto mi pasión, y así les haré obtener los mismos efectos, según la disposición de las almas; esto en la tierra, y por lo cual, mayor bien no podría darles; después, en el cielo, a estas almas las pondré frente a mí, flechándolas con flechas de amor y de felicidad, por cuantas veces hayan hecho las Horas de mi pasión, y ellos también me flecharán. ¡Qué dulce encanto será esto para todos los bienaventurados! »

            « Si las hacen junto conmigo y con mi misma Voluntad, por cada palabra que repitan les daré un alma, porque toda la mayor o menor eficacia de estas Horas de mi Pasión está en la mayor o menor unión que tengan conmigo. Y haciéndolas con mi Voluntad, la criatura se esconde en mi Voluntad, y obrando mi Voluntad puedo hacer todos los bienes que quiero, aun por medio de una sola palabra. Y esto, cada vez que las hagan. »



En estos Links encontrará la revelación de las 24 horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo., escrita por la sierva de Dios Luisa Piccorreta, la hija del sí.(Puede descargar y guardar yendo a estos links en la palabra SAVE al final de la página el PDF).